La Injerencia en los Asuntos Internos Cubanos
2005-11-14
El gobierno cubano cada día arrecia más su campaña para criticar a la
Comisión de Ayuda a una Cuba Libre, que promueve el gobierno de los
Estados Unidos, y por lo que es acusado de “injerencia en los asuntos
internos de Cuba”, ya no sólo por la dictadura sino hasta por algunos
disidentes que luchan por la libertad y la democracia dentro de la isla.
Wenceslao Cruz Blanco
Según las palabras de Caleb McCarry, coordinador designado por el
presidente norteamericano para dirigir el programa de transición para
Cuba, en el Seminario que se llevó a cabo el pasado octubre en Madrid
«los cubanos, ya sea en su tierra natal o en el extranjero, son un
pueblo orgulloso. Una legítima transición a una Cuba verdaderamente
libre y soberana debe ser definida por los cubanos en la isla con el
apoyo de sus hermanos y hermanas en todo el mundo»
Estas últimas palabras reflejan el verdadero espíritu de dicho programa
y lo que le adicione el régimen dictatorial, que sojuzga a la nación
cubana por casi medio siglo, en su propaganda para desacreditar la
buena fe del proyecto, no es algo válido a tener en cuenta por la
oposición democrática dentro y fuera de Cuba.
Precisamente es tan feroz la campaña mediática desplegada por el régimen
de Fidel Castro contra la Comisión, que es quizás presumible que la
emplee como justificación para reprimir aún más a la disidencia interna
en Cuba, acusando a los disidentes de pretender los mismo objetivos que
Washington, algo que no deja de ser cierto, la democracia y la libertad
son objetivos comunes de ambos.
¿“Exculpa” o hace más independiente a la disidencia el seguir los mismos
argumentos del dictador?
Si el objetivo es evitar un encarcelamiento inmediato por apoyar
abiertamente a la Comisión se entiende la postura, aunque seguramente
imposible de compartir por las personas que sufren ya en la cárcel, no
por apoyarla, como diría el régimen, sino por compartir el espíritu y
los objetivos del programa.
La independencia que se adquiere por rechazar de inmediato el Plan por
el Remite y no por el contenido es efímera y cosmética, pero
lamentablemente contraproducente debido al amplio consenso que se
pretende dar al proyecto sumando a los países democráticos, algo que en
el mencionado seminario propuso Trinidad Jiménez cuando se mostró
partidaria de que EEUU y la UE «hagan un esfuerzo de coordinación de sus
políticas hacia Cuba», ya que mantener «posiciones divergentes, sólo
sirve para reforzar a Castro».
Si la frase de Benjamín Franklin «donde mora la libertad allí está mi
patria» es considerada injerencista, es un problema del que la
interpreta no del que la emite. La ayuda norteamericana hay que tomarla
tal como lo que es. Si querer brindar o ayudar a obtener la libertad y
democracia a un país, que carece de ella, es injerencia ¿cómo
catalogaríamos permitir, arguyendo una supuesta “independencia”, el
negarla? Cuanto menos, cobardía.
Madrid 14-11-2005
http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3666
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