Acuerdo de Libre Comercio de las Américas(ALCA): Oportunidades y Riesgos
2005-11-13
12 de Noviembre de 2005
Uno de los resultados más sorprendentes de la recientemente celebrada 
Cumbre de países americanos de Mar del Plata –incluso hasta para EUA-- y 
muy a pesar de la izquierda beligerante encabezada por Hugo Chávez y 
Fidel Castro, ha sido el poner sobre la mesa de nuevo, el hasta ahora 
olvidado Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, el famoso ALCA.
El ALCA nació en la administración demócrata de Clinton y fue abrazada 
con similar ímpetu por la administración republicana de Bush, porque se 
trata de un acuerdo beneficioso para los intereses comerciales 
estadounidenses, sobre todo en el área de bienes, servicios y patentes.
Una vez que el ALCA se dio a conocer, la dictadura cubana --fuera del 
potencial acuerdo desde su nacimiento-- se empleó a fondo para tratar de 
que no se concretara, argumentando que el ALCA era un plan de EUA para 
“anexar” a latinoamérica. Pura propaganda diversionista.
El ALCA tiene como objetivo básico el de establecer un área de libre 
comercio continental, posibilitando el acceso de productos industriales, 
agrícolas, bienes y servicios a todos los mercados del continente, libre 
de subsidios o impuestos de importación, constituyéndose en un mercado 
gigante de casi 1,000 millones de consumidores, conectados en un mercado 
común.
Pero no sólo el dictador cubano es enemigo de un acuerdo como este, 
existen intereses norteamericanos asociados a los sindicatos, que se 
oponen fuertemente al establecimiento del mismo, por el temor a perder 
sus fábricas y puestos de trabajo dentro de los propios EUA, que irían a 
asentarse en países del área, con mejores condiciones económicas y 
competitivas.
Hay que decir que el antecedente inmediato del ALCA fue el acuerdo de 
libre comercio firmado hace 12 años entre EUA, Canadá y México, conocido 
como NAFTA, con cuyo acuerdo México se ha beneficiado grandemente y que 
se constituye en paradigma a seguir en Latinoamérica, a pesar de que el 
comercio agrícola es su talón de Aquiles, perjudicando a los mexicanos.
Durante el año 2003, la administración de Bush se lanzó a fondo para 
tratar de concretar el ALCA, precisamente antes de las elecciones 
presidenciales de 2004, para no tener el desgaste electoral interno que 
significaba promover un acuerdo potencialmente negativo para los 
sindicatos obreros y que necesariamente requerirían de ciertos 
sacrificios en el área agrícola.
El esfuerzo estadounidense no se pudo materializar en 2003 por la 
oposición de los países del MERCOSUR, que exigieron a EUA establecer un 
ALCA donde no solamente EUA llevara ventajas, sino que, países con 
cierto desarrollo agrícola –como Argentina y el propio Brasil-- también 
tuvieran sus productos incluidos dentro del acuerdo, lo que implicaba 
eliminar los fuertes subsidios agrícolas que EUA mantiene sobre su 
ineficiente y costosa agricultura.
EUA entonces tomó la decisión de comenzar discusiones bilaterales con 
determinados países y con pequeños bloques, dejando de lado la 
pretensión de concretar el ALCA a corto plazo. De esa manera comenzaron 
discusiones para la firma de acuerdos de libre comercio bilaterales con 
Chile y con Centroamérica, acuerdos que en la actualidad se han visto 
materializados.
Para el análisis de la división creada por el ALCA en Mar del Plata, es 
necesario diferenciar tres aspectos del problema, que se conjugan para 
dar un panorama confuso y poco claro:
Primero, hay países (dos) que se oponen al ALCA por su posición 
ideológica marxista y anti-norteamericana, es el caso de la Cuba del 
Fidel Castro y la Venezuela de Hugo Chávez, pero carecen de argumentos 
para la discusión, salvo su conocida posición de que ALCA es anexión.
En segundo lugar, existe otro bloque de países, específicamente los 
países del MERCOSUR, Brasil Argentina, Uruguay y Paraguay, que no se 
oponen al ALCA, pero se oponen a establecer un acuerdo que solamente 
beneficie a los intereses norteamericanos, como sería firmar un ALCA en 
el que EUA impida la entrada a su mercado de los productos agrícolas de 
estas naciones, netamente agrícolas, con lo cual no obtendrían ninguna 
ventaja de tal acuerdo.
En tercer lugar, hay que decir que no todos los países de la América del 
Sur, el Caribe o Centroamérica, tienen una agricultura tan competitiva 
como la de Brasil y Argentina, de manera que estos países no tendrían 
objeciones mayores para firmar un acuerdo con EUA sin la eliminación de 
subsidios agrícolas y por eso ha sido posible el tratado con Centroamérica.
Sin embargo, hay otro factor clave para el éxito de este acuerdo 
comercial: el ALCA es un acuerdo que no es independiente. Hay otra 
discusión que se lleva a cabo en paralelo al ALCA, en este caso a nivel 
global y liderado por la Organización Mundial de Comercio, OMC, cuyo 
objetivo es similar al del ALCA, pero tratando de obtener acuerdos de 
comercio a nivel mundial.
La posición original de EUA en Mar del Plata era la de incentivar a los 
países a establecer un cronograma para la implantación del ALCA a partir 
del 2006, en función que hay programada una reunión de la OMC a ser 
celebrada el 13 de diciembre de este año en Hong Kong, donde Estados 
Unidos y la Unión Europea serán los principales contendientes, ambos 
presionados por la OMC para que disminuyan sus subsidios agrícolas (el 
mismo reclamo del MERCOSUR a EUA en el seno del ALCA) como condición 
para llegarse a acuerdos a nivel internacional.
La posición tanto de EUA como de la UE, ha sido tradicionalmente 
refractaria a discutir la disminución de los subsidios agrícolas de sus 
productores e insisten en establecer acuerdos en las áreas en las que 
son competitivos –comercio de bienes industriales y servicios-- sin dar 
a cambio la posibilidad del libre comercio en el área agrícola, donde no 
son competitivos.
Las discusiones del ALCA hay que verlas pragmáticamente, en función de 
los intereses de cada país --o bloque de países-- y eso precisamente es 
lo que sucede en las discusiones con el MERCOSUR, que pretenden firmar 
un acuerdo que beneficie sus economías agrícolas.
Lamentablemente, ya se sabe que la próxima reunión de la OMC en Hong 
Kong no llegará a acuerdos en la sensible área agrícola, 
fundamentalmente por la resistencia europea a reducir sus subsidios 
agrícolas a sus productores, con lo cual EUA se verá imposibilitado a 
reducir a su vez las suyas, haciendo más difícil las discusiones del 
ALCA, que se verá en la disyuntiva poco agradable de dejar fuera del 
ALCA a Brasil, Argentina, Uruguay y Paraguay: un ALCA limitada.
La interrelación entre las decisiones europeas con sus subsidios 
agrícolas y las decisiones norteamericanas dentro del ALCA, se ven más 
claras en el siguiente ejemplo, relacionado con un sensible producto 
agrícola conocido en Cuba y típico de nuestro Continente: el azúcar.
EUA subsidia su producción azucarera y paga a sus productores casi tres 
veces el costo de producción equivalente en América del Sur y Centro 
América. Europa también subsidia sus productores azucareros y en este 
ramo ha establecido un ‘sistema azucarero’, donde también paga a 
productores de Asia, África y el Caribe, precios subsidiados para 
comprarles ‘políticamente’ sus producciones, dentro de un esquema como 
el siguiente: el sistema azucarero europeo produce anualmente algo en 
torno de 20 millones de toneladas de azúcar. De ellas, solamente 
consumen unos 14 millones de toneladas, exportando el restante, unos 6 
millones de toneladas al mercado mundial. El sistema europeo produce 
azúcar a razón de 800 dólares la tonelada y la vende en el mercado 
mundial a 250-300 dólares la tonelada, teniendo que subsidiar la 
diferencia, algo en torno a 1,900 millones de dólares-año.
Si EUA por ejemplo, firmase el ALCA con América Latina, reduciendo los 
subsidios a su producción azucarera, sin previamente haber firmado con 
Europa la eliminación de los suyos, el mercado norteamericano se vería 
inundado de azúcar europea subsidiada –directamente o triangulada a 
través de países firmantes del ALCA-- a precios muy inferiores a los de 
EUA, teniendo hipotéticamente que cerrarse todas las fábricas de azúcar 
en Estados Unidos.
Por tanto, ALCA solamente habrá cuando EUA y Europa decidan eliminar la 
distorsión de continuar subsidiando sus agriculturas, y así posibilitar 
una competencia de igual a igual con los países agrícolas, de manera que 
solamente se mantengan en el mercado aquellas producciones eficientes y 
competitivas, que contradictoriamente es el argumento principal que EUA 
esgrime en el área industrial, donde sus productos son más competitivos 
que el resto.
Existen otros productos además del azúcar (Brasil tiene en menor costo 
de producción de azúcar del mundo, porque balancea su fabricación con la 
alcohol combustible) en los que tanto Brasil como Argentina son 
altamente competitivos, como la producción de cítricos (jugo de naranja 
concentrado) y frutas de todo tipo, soya, trigo, algodón, granos, 
derivados lácteos, carnes de res, aves y cerdo, entre muchos otros 
renglones agrícolas hoy subsidiados en EUA.
Hay que decir que Estados Unidos ha propuesto reducir sus subsidios 
agrícolas, pero siempre exigiendo a Europa una contrapartida 
equivalente, lo que ha sido sucesivamente negado por los países de la 
Unión Europea, sobre todo por Francia, campeona del proteccionismo 
agrícola. Esto probablemente frustre, como ya se ha dicho, la próxima 
reunión de la OMC en Hong Kong, para intentar destrabar este importante 
nudo comercial, que por otra parte, permitiría a muchos países pobres 
colocar sus productos en los mercados de los países desarrollados.
Toda negociación comercial debe ser un intercambio mutuamente 
beneficioso, donde es necesario balancear lo que se gana con lo que se 
pierde. Lo que no se puede (o no se debe) es Estados Unidos exigir a 
países de menor grado de desarrollo, en este caso a los países del 
MERCOSUR, firmar un acuerdo que claramente atenta contra sus intereses 
nacionales, en lo cual la gritería de Chávez y el cinismo de Castro (que 
compra cientos de millones de dólares en productos agrícolas a EUA por 
año) tengan absolutamente ningún peso.
Nota acargo de los distribuidores: NetforCuba.org autoriza la 
reproducción y predistribución de este correo, mientras nuestra fuente 
(www.netforcuba.org) sea citada.
http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3665
 
 
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