Fracaso de la Batalla de Ideas

Fracaso de la Batalla de Ideas

2005-11-14

La llamada Batalla de Ideas que lleva a cabo el régimen castrista es un
rotundo fracaso, si tomamos en cuenta los objetivos que la misma
pretende materializar, que son, el sostenimiento moral del casi
quincuagenario gobierno de Fidel Castro, y el aislamiento del pueblo
cubano del mundo desarrollado.

Castro es el gobernante de la era contemporánea que más tiempo ha estado
en el ejercicio del poder, y que lo sigue practicando. Su discurso
mesiánico de los primeros años de la Revolución, ha mutado en una
retahila de incoherencias matizadas con golosinas y baratijas, que no
entretienen y menos engañan a alguien.

Las escaramuzas de los sábados en las mañanas, las Tribunas Abiertas que
recorrieron buena parte de la geografía insular, se cerraron hace varios
meses, en franco retroceso de las ideas (comunistas), para beneplácito
de los televidentes y merecido descanso de las poblaciones seleccionadas
como sedes.

La Merienda Escolar es quizás la meta de la Batalla de Ideas que con
mayor claridad refleja el desastre politiquero que ésta representa. Así,
desde la base, los jóvenes se van formando -en un ambiente de carencias
y corrupción- ideas que ninguna batalla será capáz de superar, porque
surgen de los propios instintos del ser humano. Los adolescentes que
cursan la secundaria básica, reciben en la jornada de ocho horas, un
panecito con alguna cosa incomible y un vaso de yogurt de soya -cuando
hay- como almuerzo. En algunas escuelas les permiten llevar alimentos,
o, que a la hora señalada, algún familiar lo haga.

Las habituales mesas redondas, por su parte, han perdido toda forma a
ojos de la teleaudiencia, ya sea por la falta de fluído eléctrico o por
desidia. ¿De dónde provienen los activos para costear ése espacio? El
pasado 27 de octubre, una hilarante sobremesa homenajeó a Diego Armando
Maradona, admirador confeso de Castro. En ésa oportunidad, entre juegos
y chanzas, el Pibe dijo, que el gobernante cubano era un dios. Sin
comentarios.

En sentido general, todas las actividades que se ejecutan en el país a
nombre de la Batalla de Ideas, sean ideológicas o constructivas, sufren
el saqueo que ha generado la más reciente "batalla contra la corrupción"
en la que está inmerso el país. Batalla de Ideas es, realmente, una voz
disonante, un título extravagante, una faramalla imponderable.

La Habana, 14 de noviembre del 2005.

http://www.presslingua.com/web/article.asp?artID=3670