POLITICA
El eclipse de Sol Meliá
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Noviembre (www.cubanet.org) - Se trata de España otra
vez. La España socialista del PSOE y de Rodríguez Zapatero. La España de
los hombres de negocios y los turistas superficiales ávidos de sexo. La
España complaciente con la dictadura totalitaria. El liderazgo de la
oposición interna está escandalizado. Hasta los opositores de fila
trinan de indignación.
Una recepción prevista a celebrarse la noche del viernes 28 de octubre
fue cancelada por la administración del hotel Meliá-Habana, donde
tendría lugar. El hotel fue contratado por la embajada de la República
Checa, con motivo de festejar la fiesta nacional de ese país.
A la misma fueron invitadas las Damas de Blanco, junto a figuras
destacadas por su liderazgo dentro del movimiento opositor cubano. La
dirección del hotel alegó, que no podía amparar la celebración de
actividades "contrarrevolucionarias".
La prestigiosa cadena, con más de 21 hoteles funcionando en la Isla, fue
impugnada por airados opositores. No puede ser de otra forma. Sol Meliá
perdió de vista dos hechos completamente obvios. El primero es que
negocia con una dictadura perfecta, totalitaria por añadidura. El
segundo, que la dictadura no es eterna.
Quizás Sol Meliá no podía -si desea continuar trabajando en la Isla-
rehusarse a las exigencias del régimen de Fidel Castro. Entonces, ha
llegado el momento de tener un gesto convincente de desagravio con la
parte injuriada. Considero que valorando el segundo hecho, no tiene más
alternativas.
Debe disculparse con las Damas de Blanco y con el liderazgo opositor que
injurió. Debe hacerlo además con los diplomáticos de la República Checa.
Tengo la profunda convicción de que sentó un precedente terminal para su
presencia en la Isla en un futuro. Como señalé anteriormente, las
dictaduras no son eternas, hay injurias, que no se olvidan.
Cuando el generalísimo Máximo Gómez ordenó la tea incendiaria, durante
la segunda etapa de nuestras guerras por la independencia, hubo
protestas. Una representación de hombres de negocios y hacendados se
entrevistó con el insigne guerrero, para pactar la salvación de la
riqueza material en peligro de arder en la pira de la libertad.
Gómez les escuchó con la seriedad y el ceño adusto que reservaba para
ese tipo de incidencias. Luego, con el estilo lacónico que le
caracterizó, les dijo: "Llévense sus cafetales para su tierra". Así
concluyó la entrevista.
Sol Meliá debe meditar sobre las consecuencias que de seguro tendrá el
incidente más reciente sobre el futuro de su presencia en nuestro país.
Este último evento quizás podría llamar a una reflexión al resto de los
inversionistas extranjeros.
Los ofendidos de hoy pueden ser los políticos que en un futuro legislen
la confiscación de los bienes de todos los inversionistas que
colaboraron al fortalecimiento económico del régimen totalitario que hoy
combaten. Estos bienes pueden ser subastados entre cubanos deseosos de
invertir y trabajar en la reconstrucción de su patria en democracia.
Podrían participar grupos extranjeros que no se hayan enriquecido
explotando a obreros cubanos en complicidad con la dictadura. No hay que
olvidar que éstas -las dictaduras- no son eternas.
Por lo pronto, Sol Meliá ha conseguido algo muy preciado por todos los
que soñamos con la libertad. Esto es el consenso general de rechazo a la
actitud asumida por este grupo empresarial, en todo el espectro opositor
cubano.
http://www.cubanet.org/CNews/y05/nov05/11a7.htm
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