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Tuesday, November 01, 2005

Marcha atras en las tibias reformas de Cuba

Marcha atrás en las tibias reformas de Cuba

Fidel Castro centraliza otra vez la economía. Los analistas vinculan el cambio con el apoyo de Hugo Chávez y con una eventual transición en la isla
Por Dolores Tereso. De la Redacción de La Nación Line. Argentina, 31 de octubre de 2005.
Hasta hace unos meses, un ciudadano cubano podía instalar un paladar -pequeño restaurante- en La Habana y vivir de él. También podía trabajar por su cuenta de mago o payaso, previa obtención de un permiso del gobierno. Incluso podía comprar un auto en dólares. Si trabajaba en el sector turístico, podía dialogar libremente con los extranjeros y recibir regalos de ellos sin necesidad de informar de eso al gobierno. Todo eso cambió.
Después de más de una década de tímidas reformas, el régimen cubano está encarando una drástica centralización de su economía y una reducción del pequeño sector privado, reforzado por la incondicional ayuda de Venezuela, el país que ha reemplazado a la ex Unión Soviética como su principal sostenedor.
El gradual abandono de la modesta apertura de los últimos años coincide con una mayor represión contra la población cubana, y los analistas lo interpretan como un intento desesperado del régimen de Fidel Castro por devolver al Estado el control de la economía, en momentos en que ve más cercana una transición de poder.
"Hoy hay un proceso de recentralización absoluta de la economía cubana", dijo a LA NACION el economista cubano Oscar Espinosa Chepe, en un diálogo telefónico desde La Habana.
"El trabajo por cuenta propia se está cerrando; según cifras oficiales, en los últimos meses se les ha quitado el permiso para trabajar a unas 2000 personas. Además, se están cerrando compañías extranjeras que se habían establecido en Cuba, se impusieron medidas restrictivas a las empresas estatales y se ha reanudado el monopolio en el comercio exterior", enumeró Espinosa Chepe, que trabajó como diplomático del régimen hasta 1987, para luego pasar a la oposición y convertirse en uno de los 75 disidentes condenados y encarcelados en 2003. (Por razones de salud, él fue liberado en noviembre pasado.)
Este proceso de recentralización ocurre más de una década después de que el régimen comunista encarara una tímida apertura de su economía, forzado por la crisis provocada tras caída de la Unión Soviética. "Con la crisis, Fidel no tuvo más opción que abrirse a la inversión extranjera y facilitar la aparición de un pequeño sector privado", explicó a LA NACION Carmelo Mesa-Lago, profesor emérito de economía de la Universidad de Pittsburgh y experto en Cuba, con más de treinta libros en su haber.
"El movimiento hacia el libre mercado comenzó en 1993 y se paralizó virtualmente en 1996. En 2004, el estancamiento se convirtió en una regresión y ahora se volvió a la reconcentración de la economía", resumió Mesa-Lago.
Entre las nuevas y numerosas medidas hacia la concentración económica, en octubre del año pasado las autoridades cancelaron los permisos a 40 ocupaciones independientes -entre ellas, las de payasos y magos-, con el argumento de que el gobierno las podía realizar perfectamente. Además, el aumento de las licencias e impuestos empujó al cierre de la mayoría de los paladares (que ya trabajaban con restricciones, dado que no podían tener más de 12 mesas y sólo podían contratar a familiares), que fueron "absorbidos" por el gobierno.
Otro signo de la recentralización es la progresiva disminución de la cantidad de empresas mixtas, por la cancelación de contratos de parte del gobierno. Mientras en 2002 eran 403, actualmente rondan las 280, según cifras del Ministerio de Inversión Extranjera y Cooperación (Minvec). El gobierno también eliminó la circulación del dólar, al obligar a las empresas a hacer todas sus operaciones en pesos convertibles.
Por otro lado, desde marzo de 2004 el Ministerio de Comercio Exterior (Mincex) retomó el control de las exportaciones e importaciones, por lo cual las compañías requieren ahora su autorización para cada una de sus operaciones. El Mincex canceló el permiso de 61 empresas para importar computadoras y componentes. El Ministerio de Economía, en tanto, controla desde el año pasado la compra de autos en divisas, a los que sólo pueden acceder los funcionarios del gobierno, profesores universitarios, artistas o atletas.
Incluso en el sector turístico, que estaba operando con relativa autonomía, se impusieron estrictas regulaciones en enero, por las cuales, por ejemplo, los 100.000 empleados del área deben informar al gobierno de cualquier regalo que reciban de extranjeros.
"Contra la corrupción"
La pregunta es por qué el régimen comunista dio marcha atrás en las reformas y comenzó a concentrar la economía. El argumento del gobierno, expresado por Castro y sus ministros, es que la recentralización es buena para la economía, ya que la anterior situación había generado descontrol y falta de disciplina, lo que supuestamente había dado pie a casos de corrupción. El gobierno, de hecho, destituyó a varios funcionarios en los últimos meses alegando este motivo.
Del otro lado, los críticos del régimen tienen otros argumentos. "Yo iría al sector más duro del gobierno, al más reaccionario, que es el que tiene el poder y que nunca quiso la flexibilización de la economía -explica Espinosa Chepe-. Ahora ha surgido una especie de nueva URSS, Venezuela, que le da un respiro económico y convierte a nuestro país en lo que era antes: un Estado parasitario que sueña con recentralizar la economía y hacer a todos los cubanos dependientes de él, para poder presionarlos más."
Mesa-Lago coincide con él. "Fidel es un hombre con mucha suerte; primero tuvo a la URSS y ahora tiene a Venezuela, que se ha convertido en el gran subsidiador de la economía cubana y eso le ha dado fuerza para recentralizar la economía. El petróleo que antes subsidiaba la URSS ahora lo subsidia Caracas."
Cuba firmó en 2000 un acuerdo altamente beneficioso con la empresa estatal Petróleos de Venezuela (Pdvsa) para la entrega de 53.000 barriles diarios, que en 2004 pasaron a ser 78.000. Caracas vende el crudo a La Habana a un máximo de 27 dólares el barril, menos de la mitad del precio internacional.
Según Mesa-Lago, otra razón posible tiene que ver con que Castro, de 79 años, quiere asegurar una transición tranquila a su hermano Raúl. "Un sistema económico en el que hay descentralización es peligroso en un momento de cambio político, porque el poder económico está diluido. La delegación económica significa delegación política. Además, Raúl no tiene ni el carisma ni el poder de Fidel para mantener el control."
El proceso de reconcentración de la economía es percibido de una forma más que negativa por quienes impulsan un cambio político en la isla. "Este es un signo muy preocupante porque indica que no hay un proyecto de futuro sino de pasado, de regresión, donde se reedita el concepto de que lo único importante es mantener el poder en manos de una persona y un grupo de privilegiados", dijo a LA NACION Oswaldo Payá, impulsor del proyecto Varela para la apertura democrática de la isla.
Payá señaló que en los últimos meses el régimen ha desplegado una represión masiva en toda Cuba. En ese sentido, Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, denunció hace unas semanas que el gobierno había detenido a 30 disidentes entre julio y agosto, que se suman a los cerca de 300 que llenan las cárceles de la isla.
"La ola represiva se debe a que tienen conciencia del disgusto popular, lo que hace que el régimen se cierre más sobre sí mismo", resumió Payá.
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