Lunes 14 de Noviembre del 2005
Endurecen plan contra "nuevos ricos" en Cuba
El Universal ( 2005-11-14 07:20:27 )
LA HABANA .- Cuba está apretando las tuercas de los emprendedores
privados, abriendo un nuevo frente en la cruzada del presidente Fidel
Castro contra los "nuevos ricos" de la isla.
Policías irrumpieron la semana pasada en mercados de frutas y verduras
de La Habana en busca de los intermediarios a quienes las autoridades
comunistas acusan de enriquecimiento ilícito.
La presión fue también sentida por los dueños de restaurantes caseros o
paladares , que hablan de inspecciones sorpresa y de la aplicación a
rajatabla del reglamento que les permite tener sólo 12 sillas. "Estamos
pasando un mal momento. Hubo retiro de licencias. Tomamos medidas
extremas, rigiéndonos estrictamente al reglamento", dijo el dueño de un
paladar de La Habana.
Se trata de una nueva fase de la campaña anticorrupción lanzada por
Castro en octubre, cuando los empleados de las gasolineras fueron
enviados a casa sin explicación y reemplazados por jóvenes voluntarios
en un intento por frenar los robos de combustible.
"Que controlen el despilfarro de gasolina me parece bien, pero no que
repriman al que trata de ganarse la vida vendiendo", dijo un cubano a
quien le fueron requisados alrededor de 500 discos compactos.
Las medidas contra los emprendedores una clase emergente favorecida por
la libre circulación del dólar entre 1993 y el 2004 lleva a la calle la
campaña de austeridad que intentó acabar el año pasado con los
privilegios de los empleados de las corporaciones estatales.
En La Habana se rumora que la ofensiva anticorrupción podría extenderse
también a las farmacias para acabar con la reventa de medicinas
subsidiadas por el Estado.
Ideología inaceptable
El gobierno intenta recuperar el control de algunos sectores de la
economía tímidamente liberalizados en la década del 90 tras el derrumbe
de la Unión Soviética y corregir las diferencias de ingresos en una
sociedad que aspira al igualitarismo.
"Para ellos es ideológicamente difícil de aceptar que alguien gane
dinero comprándole a una persona y vendiéndole a otra", dijo Phil Peter,
un experto en Cuba del Lexington Institute de Washington.
Ahora que la isla cuenta con poderosos aliados como Venezuela, de donde
importa 98 mil barriles de petróleo diarios a precios preferenciales, la
apertura económica ya no es vista como un mal necesario.
"A medida que la economía mejora, vuelven la espalda a las iniciativas
de mercado y regresan a estrategias económicas centralizadas y dirigidas
por el Estado", dice Peters.
Castro habla insistentemente de los nuevos ricos, una casta de cubanos
con moneda fuerte en los bolsillos que, asegura, estimulan la corrupción
y prometió un paquete de medidas para mantenerlos a raya.
Las autoridades han atribuido por ejemplo la caída de la Unión Soviética
a la corrupción del sistema y el Partido Comunista de Cuba habló del
potencial desestabilizador del precio de las verduras.
"Los precios de los mercados no tienen nada que ver con el socialismo,
contribuyen a irritar a la población y a hacer el juego a los planes
anexionistas de (el presidente George W.) Bush y la fauna
contrarrevolucionaria de Miami", dijo el semanario estatal El Habanero .
El presidente cubano tiene además en la mira a los "almendrones",
destartalados coches particulares de antes de la Revolución de 1959
usados como taxis en La Habana, donde el transporte público es
crónicamente insuficiente.
El gobierno militarizó entre septiembre y octubre el puerto de La Habana
y puso a un general al frente de la terminal, con el fin de frenar el
robo de mercadería importada.
http://www.pesquisasenlinea.org/elmexicano/muestra.php?id=48798
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