Olga Connor
ESPIA ERA `LA REINA DE CUBA'
En abril de 1996, uno de los datos significativos sobre la
puertorriqueña Ana Belén Montes, que presentó Reg Brown, analista de la
Agencia de Inteligencia del Departamento de Defensa (DIA), a Scott W.
Carmichael, investigador de contrainteligencia de la DIA, fue el hecho
de que ella desapareciera de una reunión en el Pentágono exactamente a
las 8 p.m., después de recibir una llamada personal en su oficina. La
reunión se llevó a cabo inmediatamente después de que Cuba hubiera
derribado las avionetas de Hermanos al Rescate, donde cuatro pilotos
fallecieron en alta mar el 24 de febrero de 1996. Allí se discutía la
posible reacción del gobierno norteamericano. Montes era la experta
número uno sobre inteligencia militar y política cubanas en la DIA --y,
de hecho, en toda la nación.
No se concebía, cuenta Carmichael en su libro True Believer: Inside the
Investigation and Capture of Ana Montes, Cuba's Master Spy (Naval
Institute Press, Annapolis, Maryland), que la persona de mayor rango
sobre la situación militar en Cuba no estuviera presente hasta el final
de aquella reunión. Esto hizo sospechar a Brown, quien ya venía
recogiendo información sobre ella. Pensó que la llamada personal era su
contacto cubano ansioso por saber cómo respondería Estados Unidos al
ataque. Carmichael cuenta que fue Montes quien arregló la reunión del
jubilado almirante de la Marina Eugene Carroll con altos oficiales del
gobierno americano el 23 de febrero, un día antes del derribo de las
avionetas, para trasmitirles el mensaje que él había recibido en una
visita oficial a La Habana anteriormente. El mensaje era que iban a
derribarlas. Carroll confesó luego por televisión que él les había
advertido de esa posibilidad a los funcionarios americanos el día antes,
lo que tuvo como resultado hacer creer que era el gobierno
norteamericano culpable de estas muertes, y no Cuba. La espía participó
en el desarrollo de esta acción criminal premeditada, que no sólo truncó
las vidas de tres ciudadanos norteamericanos y un residente permanente,
sino que hizo detener los vuelos de Hermanos al Rescate y atraer a la
opinión mundial a favor del gobierno de Cuba.
Sin embargo, Montes no fue detenida hasta el 2001. Carmichael cuenta el
porqué en su libro, del que dio avances en Books & Books el sábado,
adonde acudió una gran representación de la comunidad exiliada cubana y
también los congresistas Mario y Lincoln Díaz Balart e Ileana Ros
Lehtinen. ¿Cuál era uno de los problemas que tenían en dudar de esta
espía? Era una mujer muy inteligente, muy calificada que comenzó a
trabajar en 1985 y había subido rápidamente en la estructura. 'Estábamos
muy felices de haberla conseguido, tenía una ética de trabajo impecable,
era autodisciplinada, producía una gran cantidad de información. La
llamábamos `la Reina de Cuba' '', dijo Carmichael. ''Lo que Ana decía se
hacía. Era una empleada modelo. Uno no está entrenado para investigar a
gente modelo y creer que puedan ser espías''. Ella subió rápidamente en
el escalafón y pasó muy bien los exámenes poligráficos, contó el autor,
quien después de entrevistarla en 1996 prácticamente se olvidó de ella
hasta el año 2000. En ese entonces, el FBI (Federal Bureau of
Investigations) estaba buscando a una agente cubana en Washington. ''Me
di cuenta de que podría ser Ana Montes, pero el FBI me rechazó como unas
cinco veces en un mes'', confesó Carmichael, quien alabó el trabajo
profesional de los investigadores del Buró Federal. El resto es historia
que se cuenta en el libro con lujo de detalles.
Carmichael se sorprendió de que le permitieran publicar su historia, que
sólo le tomó dos semanas escribir. Aseguró que ésta no es el único espía
de los cubanos en Washington. Estos no sólo informan a Cuba de las
decisiones a los más altos niveles, sino que desinforman a los
dirigentes del gobierno de Estados Unidos. Montes era consultada en todo
lo que se hacía con respecto a Cuba, ella aprobaba todos los discursos
escritos acerca de las relaciones con Cuba, nada se hacía sin ella.
''Castro les teme'', dijo Carmichael hablándole al público cubano
exiliado. ''Se siente compelido a colocar agentes entre ustedes''. La
otra cara de la moneda es que cualquier información secreta de los altos
comandos de Estados Unidos que recibe el gobierno cubano la comparte con
Irán, Venezuela y otros países enemigos, explicó Carmichael. Las
consecuencias pueden ser funestas para soldados americanos en combate.
Por ejemplo, el caso de Gregory A. Fronius, quien murió a consecuencia
de los informes dados por Montes al gobierno cubano que asesoraba a las
guerrillas en El Salvador.
Lo más terrible es que esta historia de tal magnitud en los anales del
espionaje jamás obtuvo la cobertura de prensa que merecía, porque la
espía fue apresada 10 días después de los sucesos del 9/11 y un día
antes del desarrollo de los planes de la guerra contra Afganistán (de
los que ella hubiera informado a Cuba si no la hubieran apresado). La
congresista Ros Lehtinen dijo que otra razón podría ser que Montes se
confesó culpable y no hubo jurado, sólo la decisión del juez, que la
condenó a 25 años de cárcel. Mi opinión es que la prensa nacional no
tiende a colaborar con la libertad de Cuba, sino con sus enemigos. Por
otra parte, el gobierno norteamericano y el Pentágono no tendrían a su
favor ninguna propaganda del hecho de que por tanto tiempo siguieron las
recomendaciones de una agente del gobierno cubano.
`REZANDO CON EL ENEMIGO'
Del tema de Cuba, y con un título muy apropiado también, surge la
historia de Rezando con el enemigo, la obra de Luis Santeiro que se
desarrolla en el ambiente de 1998, durante la histórica visita del papa
Juan Pablo II a la isla. El Instituto Cultural René Ariza, en su serie
de Martes es teatro, presentó con éxito la lectura del primer acto de
esa obra el martes de la semana pasada, con los actores Miriam Bermúdez,
Roberto Antínoo, Yesler de la Cruz, Viviam Morales, Isaniel Rojas y
Anniamary Martínez, y a Pablo Becerra como narrador, en el teatro
Havanafama que dirige Juan Roca. Santeiro es uno de los más interesantes
dramaturgos cubanos, famoso por la serie de televisión ¿Qué pasa USA?
Otras obras de Santeiro: Nuestra señora de la tortilla, The Lady from
Havana, Mixed Blessings, El huevo del gallo, A Royal Affair, Land O'Fire
y el musical Barrio Babies.•
olconnor@bellsouth.net
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