Una solución política
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba - Abril (www.cubanet.org) - El régimen cubano comenzó a
solucionar al problema del transporte. Como de costumbre, no se trata de
la solución, es una humilde "solucioncita", parcial y limitada, nada más.
La solución, por supuesto, gira contra el confort y el bienestar del
pueblo. No se puede razonablemente pedir más al gobierno. El parque de
ómnibus para el transporte público ha sido incrementado. Nuevos ómnibus
articulados aumentan las rutas de los incómodos y familiares camellos.
Los flamantes ómnibus articulados proceden de Europa Occidental.
Modernos y bellos, los nuevos medios de transporte masivo vienen con
ventanillas de cristal herméticamente cerradas. Son hornos rodantes que
martirizarán a la población cuando el verano arrecie.
Cualquiera con probabilidades de ser un pasajero potencial de los nuevos
ómnibus articulados, exigiría que los mismos fueran dotados de una
ventilación adecuada al clima. Pero los dirigentes a cargo de la
decisión final no repararon en este detalle. Ellos no viajarán en los
nuevos ómnibus, no les importa.
Dicen que el Sr. Carlos Lage, el mismo que añora los tiempos del
subsidio soviético y afirma que era feliz, ofrece aventones en su
automóvil. No sé si será cierto o no; pero sería mucho mejor que viajara
al menos una vez, sólo para probar, en los nuevos ómnibus.
Quizás entonces los ómnibus se adaptarían al clima del país. Pero como
dijimos anteriormente, los nuevos ómnibus están destinados al pueblo.
Este sector, levantisco y "mal agradecido", no les importa. Ellos
aspiran a la beatitud de la solución política, adecuada y cosmética.
¿Para qué arreglar las ventanillas?
jgonzafeb@yahoo.com
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