José Daniel Ferrer García*
28 de abril de 2007
Kilo 8, Camagüey - bitacoracubana - Ya está próximo el Primero de Mayo,
Día Internacional de los Trabajadores, y una vez más, la clase obrera
cubana tendrá que marchar a favor del causante de sus males: el régimen
totalitario de los hermanos Castro.
Muchos en el mundo libre no pueden entender que miles de trabajadores
desfilen en contra de su voluntad en actos políticos, cuyo principal
objetivo es rendir culto al patrón opresor. Y es obvio, ellos no saben
lo que es vivir bajo un sistema totalitario, único empleador, único amo
y señor.
Pero los trabajadores cubanos, al igual que ocurría con los del extinto
bloque soviético, anhelan conquistar su libertad. Desean sacudirse el
pesado yugo que los oprime y en medio de la fuerte represión imperante,
muchos dan su aporte a la lucha por la democratización de nuestra
patria, aun a riesgo de perder sus empleos, e incluso, de terminar en
prisión.
Este 1ro. de Mayo el proletariado cubano celebrará una vez más el Día
Internacional de los Trabajadores bajo la dirección de una central
sindical que sólo sirve a los intereses de la tiranía. Los trabajadores
cubanos son los únicos en el hemisferio occidental a quienes se les
priva del derecho a formar sindicatos libres, así como el derecho a la
huelga.
Allí están los sindicalistas independientes que cumplen largas condenas
de prisión, ahí están los que sufren el constante acoso de los órganos
represivos, en flagrante violación de lo establecido en convenios de la
Organización Internacional del Trabajo, firmados y ratificados por el
gobierno cubano.
Este 1ro de mayo, como dije el año anterior, ninguna voz se alzará en
las tribunas para denunciar la precaria situación en que vive la clase
obrera cubana. Ninguno de los oradores criticará las medidas impopulares
del gobierno que hacen tan difícil la vida de la población. Nadie
hablará en esos actos por aquellos que no expresan lo que sienten por
temor a perder el empleo con que malamente sustentan a sus familias; por
los que ven con dolor a sus hijos acostarse con hambre, o que no le
pueden comprar el par de zapatos que necesitan.
Muchos vivas darán al tirano y al heredero al trono. Muchos vivas al
régimen despótico. Pedirán se juzgue a un terrorista, mientras
aplaudirán a otros, pero nada se dirá que represente verdadera mejoría
para el trabajador. Nada esperanzador, nada de derechos, nada de
libertad, sólo retórica y más retórica, que junto a miseria y represión
es lo único que podemos esperar de la dictadura actual.
* José Daniel Ferrer García, preso político en la cárcel Kilo 8, Camagüey
http://www.bitacoracubana.com/desdecuba/portada2.php?id=4623
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