Suicidios por camancola
Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, Cuba, septiembre (www.cubanet.org) - La palabra camancola
pudiera aspirar, en un futuro, a engrosar el diccionario de la Real
Academia Española de la Lengua. Aquel que la escucha por primera vez,
quizás la asocie con una cama pegada con cola o una cola en el mercado
para comprar camas.
Camancola, en la real jerga cubana, es sinónimo de encerrona, trampa,
emboscada confabulación (quítate tú pa´ ponerme yo).
Todavía se cuestiona el suicidio de Pupo en una pequeña comunidad de
oficiales del ejército, perteneciente al reparto Parcelación Moderna, en
el municipio capitalino Arroyo Naranjo. El difunto ostentaba el grado de
Mayor en las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR). Era un tipo
apacible, laborioso y excelente padre de familia. Se rumoraba que a los
46 años descubrió su inclinación por la pederastia.
Supuestamente, lejos de satisfacer sus nuevas tendencias sexuales, su
primera y única morbosidad lo condujo a un callejón sin salida. El
triste y aún cuestionado conflicto terminó con su vida y sepultó sus
honores y condecoraciones cuando se lanzó de un puente a más de
veinticinco metros de altura.
Pupo falleció al instante. No acudió al tribunal donde se le celebraría
el juicio por tentativa de violación a una de sus vecinas, una menor de
tres años. El parte oficial post mortem de la fiscalía determinó la
culpabilidad del occiso.
En cuanto a la menor, a petición de su progenitor (teniente coronel de
apellido Capetillo), se sometió a tratamiento por una especialista en
psicología. Los resultados arrojaron pruebas convincentes que
demostraban las pretensiones sexuales del oficial.
Quizás en este momento, algún ciudadano cubano esté atravesando por una
fase depresiva. Los motivos sobran. Puede achacársele al alcoholismo, la
impotencia, ruptura matrimonial o una simple encerrona para ser
destituido de un puesto laboral "bien remunerado".
Tal vez no conozca el cubano de a pie que la tierra que pisa es la
primera en suicidios en América Latina desde hace veinte años y la
tercera a nivel mundial.
La curva ascendente de suicidios comenzó a erigir su escala en la
primera década revolucionaria. Si la victima era una personalidad del
gobierno, la dirigencia se encargaba de elaborar el parte oficial.
Con un proyectil, disparado en la sien, terminó con su vida Miguel Ángel
Quevedo, el ex director de la revista Bohemia, cuando se encontraba
exiliado en Venezuela. Dejó una carta editorial que decía: "me mato
porque Fidel me engañó". Realmente hacía referencia a un amigo que hasta
el momento creyó incondicional: "el rey de las camancolas".
El capitán Alberto Mora terminó trabajando en una granja. A raíz del
caso Padilla resolvió darse un tiro en la boca. El periódico Granma
publicó una breve reseña omitiendo el suicidio.
En las tiranías siempre hay camancolas entre manos. Digo, entre las
manos diestras de una simple pandilla o las de una jerarquía absoluta
que surgió de la trampa y se regocijó con ella.
¿Estaría de moda suicidarse llevándose el cañón de un revólver a la sien
o saltar al vacío?
La pregunta bien pudiera habérsele formulado al ex presidente Osvaldo
Dorticós o a la revolucionaria Haydée Santamaría antes de enrolarse en
un apretón de gatillo.
¿Por qué Beatriz Allende, hija predilecta del ex presidente chileno
Salvador Allende, casada con un oficial de la seguridad cubana, se dio
un tiro en la sien? Como para que no existiera duda alguna, el parte
oficial del gobierno cubano alegó una crisis depresiva.
Laura Allende, hermana del ex mandatario chileno, saltó de un piso 16 a
la calle. Granma explicó que padecía de un mal incurable.
Nilsa Espín, hermana de la recién desaparecida revolucionaria Vilma
Espín, corrió igual suerte. Cegó su vida al situarse la diana al borde
de la mejilla. Horas antes, su esposo lo había hecho también.
Han transcurrido tres años desde que se suicidó Pupo. El oficial, a
diferencia de los anteriores suicidas, no estuvo involucrado dentro de
los intrigantes episodios de la cúpula gobernante.
Su esposa, ante su inconformidad por el caso, apeló a la justicia sin
obtener resultados. Dentro del espectro de rumores comunitarios, hay
quien cree que lo del pederasta fue un suicidio por camancola.
odelinalfonso@yahoo.com
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