2007-09-28.
Aurora M. García del Busto Álvarez, Exiliada Política Cubana
En Cuba existe una Ley. Una Ley atroz, malévola, que ha sumido a cientos 
de hombres en las cárceles. Esa es la Ley 88 de 1998, a la que el pueblo 
denominó como la Ley Mordaza. Promotora cruel de la "Primavera Negra".
  Ese instrumento legal, se legisló para callar bocas, cerrar 
entendimientos, amarrar voluntades, en definitiva, para propiciar que 
los cubanos perdieran el poco derecho que les quedaba de "ser, pensar y 
expresarse".
Se enferma Fidel Castro y deja a su hermano menor, Raúl, como el llamado 
Presidente Interino. Nacen las expectativas libertarias, unos tienen 
esperanzas, otros ninguna, tanto dentro como en el exterior de la Isla.
En estos días, los medios de difusión pregonan las palabras dirigidas al 
pueblo por Raúl, algo así como que: "valentía y honestidad". El Partido, 
(por supuesto), orienta se organicen reuniones en todas partes del 
territorio nacional, desde el Cabo de San Antonio hasta la Punta de 
Maisí. Oímos y vemos en los canales televisivos opiniones de cubanos 
simples, humildes, sobre la libertad conque han expresado su criterio 
sobre lo que consideran "anda mal" en el país. También lo leemos en la 
prensa y lo reitera la radio. Hasta discusiones serias se han producido 
por discrepancias de criterios en algunas de esos cónclaves.
Ahora bien, ¿qué va a hacer Raúl con los presos políticos que están 
encerrados en las jaulas custodiadas? Esos hombres lo que hicieron fue 
decir lo malo que veían en el medio en que se desenvolvían, así como, 
las injusticias que acarreaban actitudes erradas. Ya fuera hablándolas o 
escribiéndolas dentro de Cuba o para el exterior. ¿Qué diferencia hay? 
Lo malo es malo, dentro o fuera y sus consecuencias son las mismas. 
Igual lo hacían pensando en el bien para su Patria.
Por lo tanto, y a lo que voy, el Sr. Raúl Castro, sin derogar la Ley 88 
o Ley Mordaza, conmina a todo un pueblo, a ser honesto, a ser valiente, 
en fin, a recuperar lo que de mambí llevamos los cubanos dentro. Me 
pregunto, ¿cómo se las va a arreglar para encarcelar a todo ese pueblo 
al que él mismo conminó al delito de Propalación Verbal?
No podrá hacerlo, por lo que, solamente le queda un camino: Derogar la 
Ley 88 y eliminar del Código Penal y la Constitución vigentes, todo lo 
que obstruya la libertad absoluta de expresión que como Derecho Natural 
trae el hombre consigo al nacer. De lo contrario, menuda Confusión Legal 
ha creado.
Estoy en el grupo de los esperanzados para un futuro mejor en lo 
sucesivo, y, es tan simple, de un solo plumazo, desfacer esta Confusión 
como lo fue para Raúl Castro y los demás prisioneros por el asalto al 
cuartel Moncada, -cuando los indultaron por tan gravísimo delito-, hace 
ya unos cuantos años de ello, pero perdurable en la memoria histórica de 
nuestro pueblo.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11866
 
 
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