Publicado el 09-28-2007
El PEN Club de Escritores Cubanos y la Causa de Cuba
Por Angel Cuadra
(Ponencia presentada en el acto por los diez años de existencia del PEN 
Club, en el Koubek Memorial Center, el 15 de septiembre 2007)
En agosto de 1997 se celebró en Edimburgo, Escocia, el 64 Congreso del 
PEN Internacional. Un grupo pequeño de escritores cubanos exiliados en 
Miami –hoy nuestro PEN, que ahora celebra sus diez años de existencia- 
había solicitado su ingreso en el PEN Internacional, la más grande y 
longeva fraternidad de escritores a nivel mundial, y tal solicitud debía 
presentarse para su aprobación ante la Asamblea General de Delegados del 
PEN Internacional que, con unos doscientos representantes de alrededor 
de 90 países, sesionaban en el majestuoso salón del Parlamento de Edimburgo.
Por encargo y en representación de aquel grupo de iniciadores del hoy 
nuestro PEN Club, acudí a Edimburgo, y me vi ante aquella magna Asamblea 
planteando nuestra admisión oficial en el PEN Club Internacional. 
Cuando, tras aplausos y palabras de respaldo, se aprobó por unanimidad 
nuestra inclusión en tan prestigiosa institución, sentí que la causa de 
Cuba había abierto un espacio nuevo para manifestarse en un foro 
internacional, y que una parcela de la otra cara de la cultura cubana, 
exiliada pero en libertad, se había asomado ante aquellos respetables 
intelectuales de tantos países, que quizás la mayoría ignoraba hasta 
entonces nuestra existencia y, con ésta también, la otra realidad de la 
problemática cubana.
Nuestro PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio creció en el número 
de sus miembros y en prestigio internacional.
Cada año Delegados de nuestro PEN acuden a los Congresos del PEN 
Internacional, que se realiza en cada ocasión en un país distinto. Cada 
año, ante la Asamblea General de Delegados presentamos una resolución, 
que es discutida y aprobada siempre por dicha Asamblea. Cada año en 
dicha resolución y tras la exposición oral de nuestros Delegados, 
denunciamos allí la falta de libertad de expresión que padece el pueblo 
de Cuba en las personas de sus escritores y periodistas independientes. 
Cada año reclamamos –y somos respaldados en dicho reclamo- la liberación 
de escritores, periodistas y bibliotecarios independientes encarcelados 
por la dictadura castrocomunista; y explicamos el acoso que esos cubanos 
disidentes u opositores padecen en la Isla.
Reclamamos insistentemente la derogación de la Ley 88 de 2999, conocida 
como Ley Mordaza, impuesta por el gobierno cubano, y explicamos la 
monstruosidad jurídica en la que dicha medida legislativa consiste, y 
por la que, a su amparo y excusa, han sido condenados en marzo del 2003, 
por ejemplo, periodistas, bibliotecarios y escritores cubanos a 
sanciones hasta de 27 años de privación de libertad, por el intento de 
ejercer la libertad de expresión, la independencia del periodismo, la 
autonomía de la cultura.
Como secuela de lo anterior, otros centros de PEN, como el de México, 
por ejemplo, emitió una carta pública a la opinión internacional firmada 
por su Directiva, censurando al gobierno castrocomunista por la 
promulgación de esa Ley y demandando su derogación.
Señalamos con sus nombres y circunstancias a numerosos cubanos que viven 
bajo la represión policial, judicial y social, y hemos motivado a varios 
centros de PEN de distintos países para que acojan y nominen como 
miembro de honor a varios de esos cubanos, cuyos nombres así se difunden 
en los medios culturales e intelectuales de los más de 90 países en los 
que el PEN circula sus acuerdos y actividades.
Sin espacio aquí para relatar las ocasiones y los actos todos que 
nuestro PEN ha realizado en obsequio de la causa de Cuba, señalemos 
éstas que siguen:
En el Congreso del PEN Internacional que se celebró en ciudad México en 
el año 2004 se incluyó en la programación general la exposición de un 
video titulado "Represión" (en inglés) que trata de los cubanos 
condenados a prisión en la llamada Primavera Negra de marzo del 2003, 
exhibición a la que asistieron delegados de varios países, que incluso 
nos pidieron copias para realizar en sus países programas de divulgación 
del drama cubano por ese medio.
En mayo del 2005, cuando la oposición cívica convocó en Cuba la Asamblea 
para Promover la Sociedad Civil, nuestro PEN emitió una carta abierta a 
la opinión internacional en apoyo a dicha Asamblea y, más aún, 
conseguimos el apoyo de los PEN que integran la Fundación Iberoamericana 
del PEN Internacional, cuya Presidencia hizo la siguiente exhortación: 
"Firmes al espíritu y la letra de nuestra Constitución creo oportuno 
solicitarles a cada uno de los Centro PEN de Iberoamérica que apoye, de 
manera individual y enérgica, la posición asumida por nuestros colegas 
cubanos en exilio".
Numerosos hechos, jornadas y propósitos que ha venido haciendo en los 
diez años de existencia nuestro PEN, harían larga la lista. Pero es 
necesario agregar la labor que por la causa de Cuba hacen nuestros 
Delegados en cada Congreso, en su trato y relaciones personales con 
representantes de centros de PEN en otros países, con los que ya unidos 
en afecto de colegas intelectuales, nos brindan su simpatía y 
solidaridad con la causa de Cuba, a la que, por nuestro intermedio, 
llegan a tenerla como cuestión propia.
Finalmente, debe agregar como labor por la causa de Cuba, la misión de 
rescate y continuación de la tradición cultural cubana que nuestro 
centro de PEN hace y representa. En la década de los 40 en Cuba existió 
un centro de PEN cuyo principal promotor fue el insigne intelectual 
Jorge Mañach. Dicho centro se clausuró, motu propio, durante el gobierno 
de Fulgencio Batista, tras el conocido golpe de Estado que lo llevó al 
poder. No se ha reinstaurado dicho centro bajo la dictadura 
castrocomunista porque el PEN internacional, como principio básico, 
espera que en el país donde una filial sea reconocida exista libertad de 
expresión.
El PEN Club de Escritores Cubanos en el Exilio, que tuvo entre sus 
iniciadores, como Presidente de Honor, al Dr. Octavio Costa 
(recientemente fallecido), y que precisamente fue el último presidente 
de aquel PEN que existió en la Cuba democrática, resulta que nuestro PEN 
es la reedición cultural tradicional de aquel PEN que fundó el ilustre 
Jorge Mañach y los que lo siguieron en aquel organismo, por lo que el 
actual PEN de Escritores Cubanos en el Exilio, al recoger y continuar 
aquella tradición, contribuye también con este aporte a la causa de Cuba.
 
 
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