Hospitalizan a un escritor detenido
BLOOMBERG
NUEVA YORK
En las horas tempranas del 14 de septiembre, las autoridades cubanas
trasladaron al encarcelado periodista Normando Hernández González de una
prisión en la ciudad de Camagüey, en el centro de la mayor de las
Antillas, al hospital militar Carlos J. Finlay de La Habana, en el oeste.
El traslado del escritor gravemente enfermo tuvo lugar al cabo de varios
meses de crecientes protestas internacionales a su favor. La medida fue
confirmada ayer por la madre de Hernández González, Blanca González, y
su esposa, Yarai Reyes, en conversación con representantes del capítulo
estadounidense de PEN, el organismo internacionales de los escritores,
que ha venido siguiendo el caso.
''Yarai dice que lo están tratando muy bien y que al fin está recibiendo
medicamentos, aunque no sabemos qué medicamentos'', dijo ayer Larry
Siems, director de los programas internacionales de PEN, en una entrevista.
Se espera que la esposa del periodista pueda visitarlo en el hospital
hoy por la tarde.
La noticia del traslado se regó rápidamente por las páginas web de
exiliados y expatriados cubanos durante el fin de semana, entre ellas
Payolibre, un portal de noticias con sede en Miami.
Varios grupos defensores de los derechos humanos manifestaron ayer la
cautelosa esperanza de que el traslado sea un indicio de que a Hernández
González lo pondrán en libertad. En junio, las autoridades cubanas
soltaron a otro periodista, Armando Betancourt, al cabo de 15 meses de
presidio.
Varias llamadas hechas ayer a la Sección de Intereses Cubanos en
Washington, que representa al Gobierno de Cuba en Estados Unidos, no
tuvieron respuesta.
Hernández González es uno de los 59 escritores aún presos tras una ola
de represión de disidentes en el 2003. En aquel entonces, las
autoridades arrestaron a 75 escritores, que fueron juzgados y declarados
culpables de ``poner en peligro la independencia o la integridad
territorial del Estado''.
El más joven de los arrestados entonces, Hernández González, que ahora
tiene 39 años, padece de tuberculosis y varias otras enfermedades
graves. El escritor contrajo todas estas dolencias en la cárcel.
''Hace más de un año que estamos preocupados por la salud de Normando'',
dijo Siems. Añadió que otros grupos también se habían sumado a la causa
del periodista preso. ``Es un gran alivio y exhortamos a los cubanos a
seguir dándole tratamientos. Reiteramos nuestro llamamiento a que lo
suelten''.
El súbito traslado de Hernández González tuvo lugar al día siguiente de
que el legislador costarricense José Manuel Echandi Meza entabló una
petición ante la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas
para los Derechos Humanos en la ciudad suiza de Ginebra. La petición es
el esfuerzo más reciente de los legisladores de Costa Rica para
conseguir que Hernández González reciba tratamiento médico y que salga
de prisión.
http://www.elnuevoherald.com/noticias/america_latina/cuba/story/92962.html
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