2007-09-10.
Dr. Darsi Ferrer, Director del Centro de Salud y Derechos Humanos
Maira Pérez Villalonga. Foto: Dr. Darsi Ferrer.
La Habana, 5 de agosto de 2007. Después de confirmarse por ultrasonido
el diagnóstico de embarazo de 4 meses, los médicos del área de salud le
aconsejaron a Maira Pérez Villalonga la interrupción, motivados -según
le explicaron- por sus problemas de salud y carencias económicas, pero
sin mencionarle en ningún momento que la dejarían estéril.
La Sra. Pérez Villalonga, de 46 años, es divorciada y no tiene hijos.
Padece de esquizofrenia y convive junto a otros familiares en
condiciones precarias, sin domicilio propio, en la barriada de Párraga,
municipio Arroyo Naranjo, en Ciudad de la Habana.
En el año 2004 presentó decaimiento marcado, acompañado de naúseas,
vómitos y dolor del bajo vientre. Los médicos que la examinaron le
diagnosticaron un embarazo y la convencieron de someterla a una
interrupción al llegar a los 5 meses, por el método de Rivanol (parto
inducido con la administración de Oxitoxina) y ella accedió.
En el Hospital "Enríquez Cabrera" -antiguo Nacional- la ingresaron y
realizaron la interrupción tardía del embarazo por microcesárea. Al día
siguiente de la cirugía, en el pase de visita, los doctores informaron a
la paciente que tanto la interrupción como la ligadura y exéresis de las
trompas de Falopio había sido un éxito.
Hasta la fecha, Maira Pérez reclama en las entidades de la Salud Pública
y en las oficinas del Gobierno y del Partido Comunista que analicen su
caso, que la indemnicen por los daños sufridos y exijan responsabilidad
penal a los médicos que, sin su consentimiento ni previa consulta a su
familia, optaron deliberadamente por dejarla estéril.
Como respuesta, el Dr. Gambino, jefe del Departamento Materno Infantil
del mencionado hospital, le comunicó a la afectada que: "ese
procedimiento (ligar y cortar las trompas) se le realiza en el país a
todas las mujeres que requieren interrupción tardía del embarazo por
diversos riesgos, como en su caso, por ser mayor de 35 años y presentar
trastornos psiquiátricos y serios problemas económicos".
La práctica del aborto es legal en Cuba y se realiza de modo
indiscriminado. Se calcula una cifra de abortos en los últimos 50 años
alrededor de los 4 millones. A los médicos se les obliga a optar por la
interrupción de los embarazos ante las sospechas de que los fetos
presenten alteraciones o riesgos genéticos y cuando existen determinados
riesgos maternos, incluso de orden socioeconómico (casos sociales).
En la actualidad los nacimientos de niños con malformaciones o
trastornos genéticos son infrecuentes, resulta una rareza ver infantes
con polidactilia, labio leporino, síndrome de Down. Hecho que confirma
la política oficializada de maltusianismo como método de control
poblacional, el desprecio por el derecho a la vida y la prevalencia de
un inescrupuloso interés político respecto a las bajas cifras de la
tasa de mortalidad infantil.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11530
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