Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, enero (www.cubanet.org) - Visiblemente emocionado, el
General de Cuerpo de Ejército Ramón Espinosa, entregó el mando de sus
unidades del Ejercito Oriental, luego de 27 años al frente del cuerpo
armado. La mayoría de los generales cubanos estaban presentes en el
acto, junto al Presidente de los Consejos de Estado y Ministros, Raúl
Castro.
Los cambios públicos más importantes durante la presidencia del General
Castro tienen que ver con la cúpula militar. Primero, la sorpresiva
designación de Julio Casas, albacea de los bienes Castro-Espín, como
ministro de las Fuerzas Armadas (MINFAR), sorprendió a los entendidos,
debido a la capacidad política y de mando demostrada por el general
Álvaro López, Jefe del Estado Mayor General, a quien la mayoría de los
especialistas avizoraban como el nuevo ministro por su talante
pragmático y ejecutivo.
Entre los jefes, el primer relegado (23 de mayo de 2008), fue el General
Joaquín Quinta, del Ejercito Central. Como consuelo, se le nombró
viceministro de las FAR. Más tarde (3 de octubre de 2008), le siguió el
general Leopoldo Cintra (Polo), y también se le ascendió a primer
viceministro del MINFAR. Los cambios concluyeron el 3 de enero de 2009
con la sustitución del Espinosa Martin, una leyenda dentro de las
Fuerzas Armadas.
Los nuevos jefes son los generales de División Lucio Morales
(Occidente), Raúl Rodríguez (Centro) y Onelio Aguilera (Oriente).
Características comunes y contrapuestas entre los relevados y los
ascendidos son: Los reemplazados son generales de Cuerpo de Ejército,
miembros del Comité Central del Partido Comunista, diputados al
parlamento nacional, condecorados con la Medalla Héroe de la República
de Cuba, todos tenían más de dieciocho años dirigiendo sus grandes
unidades, pertenecieron al Ejército Rebelde, libraron combates en África
al frente de grandes contingentes armados o fueron jefes de misión.
Entre los ascendidos sólo uno es miembro de la Asamblea Nacional y no se
tiene información de que él o sus compañeros participen en las reuniones
del Comité Central. La mayoría fueron ascendidos a General de División
en los últimos cuatro años. Todos tienen experiencia combativa en
misiones en África y llevan más de cuarenta años sirviendo en el ejército.
Los suspicaces ven en estos movimientos la posibilidad de que el actual
ministro de las FAR apuntale su posición al dejar a sus posibles iguales
y contrincantes, sin el respaldo de tropas e inhabilitados en un buró de
viceministro, sin especificar sus responsabilidades. Confirman esta
interpretación las palabras del General Ramón Espinosa durante el
cambio de mando, al decir que siempre estaría "dispuesto a cumplir las
órdenes del Fidel y de Raúl Castro". Sin embargo, olvidó nombrar a su
jefe inmediato, el ministro Julio Casas.
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