2007-09-01.
Guillermo Morales Catá, Corresponsal en Barcelona de Misceláneas de Cuba
La Ley electoral de Cuba no permite a sus habitantes elegir Presidente
ni Primer Ministro, sin embargo, por trigésimo año consecutivo ha
comenzado ya lo que el oficialista Granma ha dado en llamar "un reto al
civismo": la postulación de candidatos (concejales) a delegados
municipales del Poder Popular de cara a las elecciones municipales del
próximo 21 de octubre.
Se estiman unas 50 mil 600 asambleas de postulación de candidatos donde
30 mil 400 personas podrían ser nominadas, pues cada circunscripción
(hay más de 15 mil 200) deberá concluir el proceso con no menos de dos
candidatos. Y aunque, no obstante, las autoridades de la Isla han
intentado hacer creer al mundo que los candidatos son propuestos por "el
pueblo" y no por el Partido Comunista, quienes conocemos de cerca la
realidad cubana sabemos que no existe garantía alguna para que cualquier
ciudadano tenga derecho a elegir o ser elegido. ¿Podría postularse un
miembro de la disidencia interna? La respuesta es No.
El ahora convaleciente Fidel Castro siempre se ha empeñado en criticar
el sistema electoral de las llamadas "democracias occidentales" para no
enredarse en el complicadísimo entresijo de las elecciones en Cuba donde
se lacera el derecho de los ciudadanos y la responsabilidad individual
de postular o votar por aquel que estime conveniente porque las propias
autoridades han dejado claro que "este es un proceso para los
revolucionarios"; en clara alusión a la disidencia interna. No obstante,
como se sabe, Castro no duda en llamar a "sus" elecciones como "las más
democráticas del mundo".
Coincidiendo con la postulación de candidatos, el presidente del
Movimiento Cristiano Liberación (MCL), Oswaldo Payá Sardiñas, ha vuelto
a solicitar esta misma semana a la Asamblea Nacional del Poder Popular
que derogue "inmediatamente" la Ley Electoral vigente y apruebe una que
"garantice" a todos los ciudadanos "los derechos a elegir y ser elegidos".
El también premio Sajarov 2002 acaba de presentar su petición a la
Asamblea Nacional del Poder Popular en un texto que pide al órgano
legislativo la aprobación de "una nueva ley electoral" que garantice
"realmente" y "sin exclusiones, los derechos a elegir y ser elegidos
consagrados en la Constitución", y la convocatoria, "en el plazo más
brevemente posible, a nuevas elecciones generales libres y democráticas".
"Cuba necesita de transparencia y de confianza y eso sólo puede lograrse
en el respeto a las ideas y los derechos de todos, y no imponiendo un
proceso electoral con la misma ley, las mismas reglas y en el mismo
ambiente que durante años ha impedido que el pueblo se exprese y decida
libremente", dice el documento al que tuvo acceso en Barcelona
Misceláneas de Cuba.
Y aunque teóricamente el Partido Comunista (PCC) no toma parte en las
elecciones, su voz oficial, el diario Granma, ha publicado en primera
plana que "Sin buenos candidatos —personas con sensibilidad humana,
espíritu solidario y emprendedor, vocación de servicio al prójimo,
fidelidad a los intereses revolucionarios del pueblo, preparación
cultural, valentía política, capacidad para analizar y buscar soluciones
con la participación de sus conciudadanos—, sería imposible contar con
asambleas del Poder Popular potencialmente eficaces para el ejercicio de
sus complejas funciones".
Este proceso electoral no deja indiferente ni a los de dentro ni a los
de fuera de la Isla. El portavoz del Departamento de Estado de los
Estados Unidos, Tom Casey, ha dicho que las elecciones convocadas en
Cuba tendrán el mismo tono que en el pasado aun cuando hayan sido hechas
bajo la presidencia interina de Raúl Castro. "El tipo de elecciones que
quisiéramos ver en Cuba es de unas elecciones libres y justas, en las
cuales todo el pueblo cubano tenga la oportunidad de participar", dijo.
La ley electoral cubana contempla que quienes ahora resulten nominados y
luego electos como delegados municipales, también podrán ocupar un
puesto en la asamblea de la provincia y en la Asamblea Nacional del
Poder Popular (Parlamento).
La Constitución cubana de 1976, reformada en 1992 y el 2002, establece
el derecho al voto de todos los ciudadanos cubanos mayores de 16 años,
curiosamente la edad con la que se adquieren los "derechos políticos",
dos años antes de la mayoría de edad y la pena capacidad de obrar, tal
como se establece en el Código Civil en Cuba. ¿Cómo concederle a quien
por el propio ordenamiento jurídico general se considera incapaz de
regir el destino de su persona y bienes, la posibilidad de decidir el
destino de otros?
Un nuevo proceso electoral, convocado por el Presidente interino Raúl
Castro. Una nueva cortina de humo. Un mecanismo más de un sistema
totalitario, teocrático y burocrático. Pero nada parece vislumbrar, ni
tan siquiera, con estas "elecciones" un cambio de sistema.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=11385
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