Nuclear de Juraguá deviene nido de ratas y murciélagos
El olor a excrementos y animales putrefactos es apenas mitigado por el 
olor del mar que rompe en la costa cercana.
Armando de Armas / martinoticias.com
octubre 20, 2014
La Central Electronuclear de Juraguá en Cienfuegos no es otra cosa que 
una ruina que permanece en pie como reliquia fantasmagórica de la Guerra 
Fría. Las instalaciones de lo que debió ser una planta nuclear en la 
costa sur de Cuba, nunca fueron terminadas. El inicio de su construcción 
se remonta a una época en que la isla de régimen comunista estaba 
cerrada en un punto muerto de tensas relaciones con Estados Unidos.
Pero así como las relaciones con Estados Unidos han cambiado, también lo 
ha hecho el edificio, aunque por desgracia para peor.
La construcción de la planta de energía nuclear, que comenzó en 1983, 
fue diseñada para atender al 15% de las necesidades energéticas de 
Cuba, pero la caída de la Cortina de Hierro significó también la caída 
del dinero de la Unión Soviética que entraba a Cuba para apuntalar al 
sistema no sólo más represivo sino más inviable de la historia: el 
comunismo.
En el año 2000, el presidente ruso Vladimir Putin y el dictador cubano 
Fidel Castro acordaron abandonar la construcción del faraónico proyecto, 
para alivio de Estados Unidos y, sobre todo, de la población de la zona 
que sospechaba que dormía sobre un polvorín.
El explorador urbano británico Darmon Richter, de 33 años, residente de 
Oxford, estuvo fotografiando y merodeando el decrépito edificio durante 
sus vacaciones.
Tras años de abandono de la antigua joya de la corona del comunismo en 
la isla, él y un grupo de amigos lograron aventurarse en el interior, 
para descubrir asombrados que la naturaleza ha recuperado el edificio. 
Ratas, murciélagos, cangrejos, mosquitos y plantas parásitas han 
convertido las antiguas instalaciones de la Central Nuclear en su hogar. 
El herrumbre y el graffiti cubren las paredes y los antiguos equipos 
soviéticos. El olor a excrementos y animales putrefactos es apenas 
mitigado por el olor del mar que rompe en la costa cercana, informa el 
diario británico Mirror.
El ambiente de ruina tras la hecatombe que prima en el sitio, recuerda a 
muchos la ruina en la que pudo haberse convertido no sólo la bella 
ciudad de Cienfuegos sino la isla entera, en caso de que la planta 
hubiese funcionado, dados los enormes errores de diseño del tipo de 
reactor VVER-440, que no es otro que el de Chernobyl, y la deficiente 
construcción civil del edificio de la planta.
Al paralizarse las obras, la construcción de la primera unidad estaba 
terminada en un 97% en su estructura, mientras que un 40% de los equipos 
del reactor estaban ya instalados y, acorde con los analistas, las 
posibilidades de un accidente en Juraguá, una vez en estado operacional, 
se estimaba que eran 15 veces mayores que los de una planta nuclear en 
Estados Unidos.
Según el especialista Manuel Cereijo, los principales problemas de 
seguridad que confrontaba el diseño y construcción de Juraguá estaban 
determinados por la capacidad limitada del sistema de enfriamiento, la 
tecnología obsoleta del sistema de control, la capacidad muy pequeña del 
domo del reactor para soportar presión, la carencia de diferenciación 
entre los sistemas de control y los de prevención de incendio, las 
radiaciones de neutrones del tanque del reactor podían causar el 
resquebrajamiento del acero y los posibles salideros en caso de ruptura 
de las tuberías en el sistema primario de enfriamiento.
Visto lo anterior, lo mejor que pudo pasar es que Juraguá quedara para 
la historia como un monumento a la ineficiencia comunista y como uno más 
de los fallidos proyectos megalomaníacos del dictador Fidel Castro.
Source: Nuclear de Juraguá deviene nido de ratas y murciélagos - 
http://www.martinoticias.com/content/central-nuclear-de-cuba-ruinas/77515.html
 
 
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