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LA HABANA, 8 (AFP) - Fidel Castro afirmó que los boxeadores Guillermo
Rigondeaux y Erislandy Lara no volverán a representar a Cuba, tras haber
desertado en los Juegos Panamericanos de Rio de Janeiro y sin mostrar
real arrepentimiento, según un artículo publicado este miércoles.
"Llegaron a un punto sin retorno como parte de una delegación cubana en
ese deporte", dijo el líder cubano, en el comentario en el que se
muestra decepcionado del comportamiento de Rigondeaux, bicampeón
olímpico en 54 kg, y Lara, monarca mundial en 69 kg.
Castro, que acusó de traición a los boxeadores luego de que el 22 de
julio no asistieron al pesaje, reprodujo despachos que narran "detalles
desagradables pero esenciales" sobre la parranda de los boxeadores con
prostitutas y un empresario alemán y otro cubano emigrado.
"El atleta que abandona su delegación es como el soldado que abandona a
sus compañeros en medio del combate", añadió Castro, en su reflexión "La
constancia escrita", en la que promete que será publicada una entrevista
de los púgiles sobre su "insólita aventura".
El gobernante precisó que "la mayor responsabilidad" corresponde a Lara,
"quien era el capitán del equipo de Boxeo, y aun así incumple normas y
va a parar directamente a las manos de los mercenarios".
Castro aseveró que "la Revolución ha cumplido su palabra", pues
"prometió darles un trato humano a los dos atletas, reunirlos de
inmediato con sus familiares, brindarles acceso a la prensa si lo
deseaban, y asignarles un trabajo decoroso de acuerdo con sus
conocimientos".
Añadió que "los dos atletas se mostraron reacios a conversar con la
prensa" y "ya ellos desean marcharse con sus familiares" de la casa del
gobierno adonde fueron llevados tras llegar el domingo deportados desde
Brasil.
Castro, quien convalece hace un año de una crisis de salud, señaló que,
tras el caso de Rigondeaux y Lara, Cuba estudia la posibilidad de
ausentarse del mundial de boxeo de Chicago, uno de los tres
clasificatorios para los Juegos Olímpicos de Pekín, para evitar
deserciones de púgiles atraídos por el deporte rentado.
Apuntó que en Estados Unidos, a cuyo gobierno acusa de "robar" a los
deportistas cubanos para golpear a la revolución, habrá "tiburones de la
mafia demandando carne fresca".
"Algo debemos advertirles: no estamos ansiosos de suministrarla a
domicilio. Cuba no sacrificará un ápice de su honor y sus ideas por
medallas de oro olímpicas; prevalecerán por encima de todo la moral y el
patriotismo de sus atletas", dijo.
"Sabemos que en el boxeo el tamaño del ring y los guantes se han
modificado para afectar a nuestro país que tantas medallas obtiene en
ese deporte, hasta lograr que el boxeo profesional se incluya también en
las Olimpiadas", aseveró.
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