Fidel no habla mañana
Poco duró el júbilo de la visionaria izquierda desde su programación pagada
Norberto Fuentes, Miami | 30/12/2011
Pobres infelices míos. Oh, aturdidos hermanos. Cuánto chasco (a la vez 
que idiotez) sintetizada de un brochazo en un solo titular del Herald: 
"Decepcionante discurso de Raúl Castro ante la Asamblea Nacional". ¿Pero 
qué rayos creían que iba a anunciar Raúl? Me recuerda a uno de los 
amigos de mis andanzas habaneras, Rine Leal, el crítico de teatro y 
ocurrente a matarse, cada vez que veía la primera plana de Granma —o en 
épocas previas, de Revolución u Hoy— en las vísperas de un aniversario 
del 26 de Julio, o del Primero de Mayo, o del 2 de Enero, cuando 
anunciaban a toda plana y en gruesos caracteres rojos: FIDEL HABLA 
MAÑANA. El comentario de Rine resultaba implacable. "La noticia", decía, 
"es que no hable." La tirada del absurdo rotativo —hablo ahora del 
Herald, no de Granma— no lo salva ni el titular que colgaron a 
continuación, como refuerzo: "Exiliados en sur de la Florida critican el 
discurso de Raúl Castro." El problema es que la tontería no se compensa 
con indignación. Siguiendo la lógica de Rine, la novedad (o al menos un 
motivo de desusado interés), hubiese sido algo del talante de: 
"Entusiasmo desbordante en el Sur de la Florida con discurso del 
Presidente Castro." Seamos ponderados, sin embargo, con una derecha que, 
claramente, vive en un estado de permanente confusión. Porque, por otro 
lado, no debe soslayarse el estado de excitación que en el mismo pueblo 
consumía a la izquierda —para llamarle de alguna a los Franciscos Arucas 
y comparsa— en sus programas radiales de Miami, una especie de extensión 
"en territorio enemigo" del Departamento de Orientación Revolucionaria. 
Aruca no cabía en sí —que alborozo, Dios—, en lo que ya se vislumbraba 
como la restauración capitalista de Cuba. Por supuesto que ellos están 
por lo mismo, solo que los cálculos son acceder al pastel desde una 
posición de ventaja, de adelantados. Asumieron que tenían la jugada 
cantada (algún bromista de La Habana, probablemente por instrucciones 
del mismo Raúl, se los dejó caer al oído: "el viernes se acaban las 
restricciones") y ya tú sabes: a hacer circular entre todos los 
millonarios del otro lado, que para negociar con la Isla, primero había 
que verlos a ellos. Pero lo peor es que este despertar del sentido 
crítico hacia las acciones de La Habana, por parte de la derecha de 
Miami y su órgano oficial, o el júbilo de la visionaria izquierda desde 
su programación pagada, les impide entender lo que de verdad es 
importante, además de contundente, contundente como un yunque. Que Raúl 
Castro no va a ceder un ápice y que además lo asiste toda la lógica. Por 
que, donde lo haga, donde esa rajadura del sistema sea perceptible, 
pierde. Y por ahí también hay algo que pocos distinguen: que Raúl Castro 
está cabalgando sobre el lomo de un tigre. Por supuesto, es lo que Fidel 
sabe y su motivo de más íntima satisfacción: Así que tú querías 
reformas, ¿no? Pues mira a ver cómo te apeas de ese animal.
http://www.cubaencuentro.com/opinion/articulos/fidel-no-habla-manana-272363
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