Enfrentamiento Iglesia – Estado en Cuba. ¿Cabe la posibilidad?
2006-7-24
Por Germán Diaz Guerra.
Responsable de relaciones internacionales y fotoreportero de Cuba Nuestra
Cum enim fides infallibili veritati innitatur,
impossibile autem sit de vero demonstrari contrarium.
Santo Tomás de Aquino
La Iglesia Católica en Cuba es la institución independiente del Estado
que más es cuestionada por su posición referente a la política. Muchos
esperan que la misma tome una actitud más militante, radical, hacía el
régimen cubano. Expectativas que se alimentan de la idea de ver al
Cardenal Ortega juntos al Obispo de Santiago de Cuba, Mons Pedro Maurice
convertidos en la versión cubana de los sacerdotes de la teología de la
liberación que escogieron el camino radical. Quizá verlos en las
montañas de Oriente, convertidos en la versión cubana de Camilo Torres,
un sacerdote que al ver la incapacidad de lograr cambios auténticos y
profundos por medios pacíficos y legales, lo llevó a plantearse la
necesidad de la lucha armada como medio para el cambio socio-político en
su país.
El camino que toman los pastores de la Iglesia en Cuba dista mucho del
modelo que Camilo Torres marcara. Lo que hace que muchos sientan que a
la Iglesia le falta cierta actitud firme contra el régimen cubano, o se
interprete como una cierta actitud sumisa o de colaboración con el
gobierno.
Ya que la postura de la Iglesia Católica en Cuba en lo que se refiere a
la política puede ser entendido de diferentes formas, sería importante
poder definir que entendemos por posición de la Iglesia y que es
política. Y de esa forma poder intentar llegar a una visión más clara de
esta cuestión.
Ya que el termino política abarca mucho mas espacios que Iglesia, aun la
Iglesia misma, es lo mas conveniente que empecemos a esclarecernos por
esta vía. Pero no sin antes preguntarnos: ¿qué es política?
Política, ¿quién es usted, señora?
Haciendo un poco de historia podemos ver, que el termino política
designó originalmente todo lo referente a la polis y a su vida como ente
colectivo, unitario en su devenir histórico. La política, se refiere
siempre a la unidad de organización humana considerada en un momento
histórico determinado. En el pensamiento de Platón, la polis se
considera como un compuesto de tres partes: el pueblo(comerciantes,
industriales y agricultores), los vigilantes (guerreros) y los
filósofos. A cada uno de estas partes o estamentos sociales corresponde,
respectivamente una virtud: la templanza, la fortaleza y la sabiduría.
En Aristóteles, se consideró la política como una ciencia practica y la
sociedad como naturaleza, no como convención; la sociedad, para él es
inherente al hombre, pues toda comunidad tiende a un bien; así
interpreta el ser de la polis. El origen de la sociedad es la casa o la
familia(oikía) y la agrupación de varias familias es la aldea(kóme); la
unión de varias aldeas forma la ciudad(polis), que es la forma suprema
de comunidad, autárquica y cuyo vinculo unitario es la unidad de sangre
o genealogía. Mientras el fin de la familia es simplemente vivir, el de
la aldea es el bienestar, y el de la polis es la perfección de la
comunidad. El hombre es un animal político y quien no puede vivir en
sociedad es una bestia; quien es autosuficiente y no la necesita es un
dios. (Martinez Echeverri Leonor, Martinez Echeverri Hugo. Página 448.
Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana. Santa Fe de Bogotá
1997)
Aristóteles diría también sobre la naturaleza, que la misma arrastra,
pues, instintivamente a todos los hombres a la asociación política. El
primero que la instituyó hizo un inmenso servicio, porque el hombre, que
cuando ha alcanzado toda la perfección posible es el primero de los
animales, es el último cuando vive sin leyes y sin justicia. En efecto,
nada hay más monstruoso que la injusticia armada. El hombre ha recibido
de la naturaleza las armas de la sabiduría y de la virtud, que debe
emplear sobre todo para combatir las malas pasiones. Sin la virtud es el
ser más perverso y más feroz, porque sólo tiene los arrebatos brutales
del amor y del hambre. La justicia es una necesidad social, porque el
derecho es la regla de vida para la asociación política, y la decisión
de lo justo es lo que constituye el derecho. (Aristóteles Política,
Libro Primero, De la sociedad civil. De la Esclavitud. De la propiedad.
Del poder doméstico. Capitulo 1)
Otro aspecto que Aristóteles consideraba importante es el lenguaje, o
logos, que es la forma en que se manifiesta la naturaleza social del
hombre. Pues es que la justicia es el orden mismo de la polis y el
logos está destinado a expresar lo justo y lo injusto. El hombre es un
animal que habla y hablar es una función social: como necesita una
comunidad en qué vivir, su ser político se funda en su ser locuente.
(Martinez Echeverri Leonor, Martinez Echeverri Hugo. Páginas 448, 449.
Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana. Santa Fe de Bogotá 1997)
Aristóteles pensaba también que la comunidad política debe
necesariamente abrazarlo todo, o no abrazar nada, o comprender ciertos
objetos con exclusión de otros. Que la comunidad política no se proponga
algún objeto, es una cosa evidentemente imposible, puesto que el Estado
es una asociación, y, por de pronto, el suelo por lo menos ha de ser
necesariamente común, pues que la unidad del lugar lleva consigo la
unidad de ciudad, y la ciudad pertenece en común a todos los ciudadanos.
(Libro Segundo, Examen crítico de las teorías anteriores y de las
principales constituciones, Cápitulo 1, Examen de la "República" de Platón)
Aunque para San Agustín, la filosofía del estado depende enteramente de
Dios; el Estado tiene su origen en principios muy profundos de a
naturaleza humana y tiene como función velar por lo temporal; la
justicia la paz y el bienestar; pero como todo proviene de Dios, el
estado tiene una significación divina, carácter que lo obliga a apoyar
con su poder a la Iglesia para que esta cumpla su función.
Pero no es hasta el surgimiento del empirismo inglés cuando se empieza a
desarrollar una verdadera teoría del Estado, que alcanza su mayor
importancia en el posterior movimiento denominado ilustración, el cual
culmina con la Revolución francesa. Posteriormente la política se
convierte en economía política, la cual defiende las diferentes
tendencias políticas, de las cuales las principales son: el liberalismo
(A. Smith, Ricardo J. S. Mill), el socialismo (Saint-Simo, Fourier,
Proudhon) y el socialismo científico (Marx, Engels). En la actualidad,
la filosofía política se ocupa de los métodos y conceptos usados en la
ciencia política, y estudia también las relaciones que hay entre la
actividad política y otras actividades. Así mismo, puede estudiar los
fines propuestos en la actividad política, ofreciendo razones para
aceptar o rechazar ciertas actitudes y propósitos políticos. Se sirve de
esto en otras disciplinas filosóficas, especialmente la ética. (
Martínez Echeverri Leonor, Martínez Echeverri Hugo. Página 449.
Diccionario de Filosofía Ilustrado. Panamericana. Santa Fe de Bogotá 1997)
Religión: Actualización
Otro aspecto que se debe de tener en cuenta a la hora de hacer una
mirada crítica a la Iglesia Católica en Cuba es el significado del
término Religión. Termino que abarca todo lo referente a Iglesia
Católica en Cuba. En su sentido más antiguo, este término designa el
hecho de estar vinculado o religado a la divinidad. Para Cicerón,
religens es lo contrario a negligente, lo cual requiere el cumplimiento
estricto de los deberes a los dioses de la pólis. También puede
entenderse como la reunión de varios individuos con el fin de celebrar
juntos los ritos del culto.
A su vez este termino se puede ensanchar, para precisar mejor el caso
que nos ocupa con el de Religión Positiva. Que es un conjunto de
creencias y prácticas religiosas basadas en dogmas y manifestadas en
cultos consignados dentro de una normatividad expresa contenida en
libros que se atribuyen a escritores a quienes las verdades
sobrenaturales les han sido reveladas por fuerzas sobrenaturales. Son
religiones positivas, por ejemplo, el judaísmo, el cristianismo, el
islamismo y el budismo. Además estas se pueden interpretar como lo hace
Herbert de Cherbury, que las religiones positivas tienen un origen
histórico, proceden de la fantasía poética, de las ideologías filosófica
o de los intereses de las clases sacerdotales .(Martínez Echeverri
Leonor, Martínez Echeverri Hugo. Página 489. Diccionario de Filosofía
Ilustrado. Panamericana. Santa Fe de Bogotá 1997)
La posición de los pastores de la Iglesia Católica en Cuba.
Si se quiere saber la posición oficial de la Católica en Cuba, basta con
adentrarse en las cartas pastorales y documentos que la misma ha dado a
conocer. Para empezar quizá por la carta pastoral que tiene mucha
actualidad en estos momentos, “No hay Patria sin Virtud” de la autoría
del Cardenal Ortega . Que saldría a la luz en el aniversario 150 de la
muerte del padre Félix Varela y en la que expresa el legado del mismo
Varela: Dios ante todo.
La carta señala que la Iglesia hoy día en Cuba es un oasis de esperanza.
Recordando la visita del Papa, que en momento de escribir esta carta se
cumplían 5 años de la misma, expresa: “La esperanza es una virtud, es
una especial fortaleza de espíritu ante el futuro, que nace de la
confianza en Dios. Debemos pedirla a Dios en la oración y cultivarla
cada día. Si no, retorna la desesperanza, el cansancio, la monotonía.
Con mirada cansada y sin aliento de vida no se puede contemplar el
mundo, un mundo lleno de retos, vacío a menudo de valores. El Papa se
dirigió en Cuba a los jóvenes y a las familias y nos habló a todos del
bien de la Patria. Con desesperanza no puede la juventud forjar su
futuro, ni se puede pensar cómo hacer que reine en la familia cubana
armonía y estabilidad. Tampoco podemos con desesperanza mirar a Cuba, la
Cuba de hoy y la de mañana, que todos, pero especialmente las nuevas
generaciones, tienen que construir. Empezar a pensar. Para llegar a esta
edificación de la Patria, en la cual todos debemos participar, es
necesario seguir el consejo de Varela: primero empezar a pensar.. Este
no es únicamente quehacer de pensadores, de intelectuales, de políticos,
sino de todos los que hemos nacido en esta tierra y la llevamos en el
corazón.”
Ortega como importante la misión profética de la Iglesia, sobre esto
dice: “Esta es también tarea de la Iglesia. Aún cuando nos parece que no
somos escuchados, cuando la realidad parece ser ignorada, no sólo hay
que evidenciar lo que aparentemente se olvida o desconoce, sino preparar
además caminos de futuro en las mentes y los corazones de nuestros
hermanos, también si, como el Bautista, tenemos la impresión de clamar
en el desierto. Eso es lo que intentó el Padre Varela. Esa es siempre,
en palabras del santo sacerdote, la misión de la Iglesia: El bien de los
pueblos ha sido siempre el objeto de la Iglesia, no sólo en lo
espiritual sino también en lo temporal en cuanto dice relación a la paz
y mutua caridad, en una palabra, a la vida eterna que es la única felicidad”
Sobre el respeto del individuo y la familia señala en una parte Ortega:
“La familia cubana se halla duramente afectada por una emigración de
contornos dramáticos que incluye el riesgo de lanzarse al mar de
cualquier modo para llegar a los Estados Unidos. Es necesario que el
cubano viva en un clima de confianza que le permita pensar en un
proyecto posible de vida personal y familiar y no pierda la esperanza de
poder alcanzar con serenidad un futuro mejor en su propia Patria. La
desesperanza es hoy la primera causa de emigración. La familia cubana
está gravemente dañada por el fraccionamiento que ella produce y la
emigración es también causa de sufrimientos para quienes la eligen o se
ven forzados a ella.
Comprendo y comparto esta Cruz de tantos cubanos de aquí y de otras
partes del mundo.”
Ideología marxista versus Iglesia.
La situación estridente que se creo entre la Iglesia Católica en Cuba y
el régimen de Fidel Castro, estuvo sustentada en los postulados
marxistas-leninistas sobre como se debería tratar a la religión. Más
allá de afirmar que la religión es el opio de los pueblo, afirmación que
se puede discutir y en la que quizás haya un cierto grado de razón, el
régimen que vendría de los eventos de 1959 en Cuba, combatiría la
religión basándose en postulados aún más radicales.
Una de estas bases ideológicas que sirvieron para combatir la religión
en Cuba se encuentra formulada en el escrito de V.I.Lenin titulado
“Actitud del partido obrero hacia la religión”. En este documento se
expresa lo siguiente. La raíz más profunda de la religión en nuestros
tiempos es la opresión social de las masas trabajadoras, su aparente
impotencia total frente a as fuerzas ciegas del capitalismo, que cada
día, cada hora causa a los trabajadores sufrimientos y martirios mil
veces más horrorosos y salvajes que cualquier acontecimiento
extraordinario, como las guerras, los terremotos, etc. "El miedo creó a
los dioses". El miedo a la fuerza ciega del capital -- ciega porque no
puede ser prevista por las masas del pueblo, que a cada paso amenaza con
aportar y aporta al proletario o al pequeño propietario la perdición, la
ruina "inesperada", "repentina", "casual", convirtiéndolo en mendigo, en
indigente, arrojándole a la prostitución, acarreándole la muerte por
hambre: he ahí la raíz de la religión
contemporánea que el materialista debe tener en cuenta antes que
nada, y más que nada, si no quiere quedarse en aprendiz de materialista.
Ningún folleto educativo será capaz de desarraigar la religión entre las
masas aplastadas por los trabajos forzados del régimen capitalista y que
dependen de las fuerzas ciegas y destructivas del capitalismo, mientras
dichas masas no aprendan a luchar unidas y organizadas, de modo
sistemático y consciente, contra esa raíz de la religión, contra el
dominio del capital en todas sus formas.
La religión entonces fue un tabú de lo que no se podía hablar . Al mismo
tiempo muchos creyeron que el la futura sociedad comunista, que estaba
en camino de lograrse ya nadie se acordaría de la religión. Pero hasta
los años 80 que los postulados leninistas comienzan a debilitarse y
entre el pueblo muchos comienzan a replantear sus convicciones
religiosas. Hoy día estás premisas leninistas están obsoletas y carecen
de legitimidad.
La Iglesia, ¿militante anticomunista?
Muchos piensan que la creación del Sindicato Solidaridad y los hechos
que éste protagonizó aparecieron espontáneamente en 1980. Este
movimiento obrero varios se sitúa a veces como el clímax de una serie de
eventos a lo largo de décadas en Polonia. La semilla está en las huelgas
que protagonizaran los mineros de los alrededores de Cracovia décadas
atrás, y que se extendería sucesivamente hasta los astilleros Lenin de
Gdans. El principio de este movimiento y del sindicato solidaridad no
fue por convocatoria de la Iglesia Católica.
El hombre fuerte de Solidaridad, dotado de innatas cualidades de
dirigente, como presidente del Comité de Huelga de los astilleros Lenin
tomó parte activa en los disturbios obreros de diciembre de 1970,
provocados por el súbito encarecimiento de los productos de primera
necesidad y que fueron brutalmente sofocados por las autoridades
comunistas. Walesa dio un margen de confianza al nuevo primer secretario
de la fuerza que detentaba el monopolio del poder, el Partido Unificado
Obrero Polaco (PZPR), Edward Gierek, sustituto del veterano Wladyslaw
Gomulka, pero pronto se desencantó al comprobar que sus fracasos
económicos (desabastecimiento de productos de consumo, descenso de la
producción) eran invariablemente cargados sobre las espaldas del trabajador.
En 1978 trabó contacto con el Comité de Autodefensa de los Trabajadores
(KOR), una organización opositora fundada el 23 de septiembre de 1976
por un grupo de intelectuales independientes entre los que destacaban
Józef Lipski, Jacek Kuron y Adam Michnik, y con los Sindicatos Libres,
cuya sección en la costa báltica ayudó a poner en marcha en abril. Por
tales actividades perdió su puesto de trabajo en el ZREMB en noviembre
de 1978. En 1979 fue uno de los firmantes de la Carta de los derechos de
los trabajadores en Gdansk y consiguió ser contratado por la compañía de
ingeniería Elektromontaz, pero el despido no tardo en llegar por hablar
en una ceremonia en memoria de los obreros muertos en 1970.
En el verano de 1980 las huelgas y el descontento por el deterioro de
las condiciones de vida se extendieron por todo el país. Walesa, que se
hallaba en el paro y atravesaba por graves dificultades económicas, era
además hostigado por las autoridades, que le arrestaron en varias
ocasiones. Su popularidad y su liderazgo habían crecido en paralelo, y
cuando el 14 de agosto se declaró una huelga general en los astilleros
Lenin, la dirección le readmitió en su antiguo puesto entre los vítores
de la plantilla.
Desde ese momento, Walesa se erigió en el líder indiscutible del
movimiento de huelga, que pronto añadió a las reivindicaciones
salariales el derecho a la libre sindicación. El 16 de agosto los
trabajadores crearon el Comité Interempresarial de Huelga (MKS) y
Walesa, que fue elegido su presidente, encabezó la delegación que
negoció con las autoridades un Protocolo de 21 puntos, entre los que
figuraban las libertades de sindicación y de expresión, y el derecho a
la huelga. El Gobierno firmó el Protocolo el 31 de agosto y Walesa
anunció que, satisfechas las demandas, la huelga quedaba desconvocada a
partir del 1 de septiembre.
Walesa y sus compañeros habían conseguido por primera vez que un régimen
comunista cediera al empuje obrero y aceptara reivindicaciones de
contenido no estrictamente socioeconómico. Elevado a las categorías de
héroe nacional por sus seguidores y de celebridad mundial por los medios
de comunicación, Walesa fue elegido el 22 de septiembre presidente del
Sindicato Autónomo e Independiente "Solidaridad" (Niezalezny Samorzadny
Zwiazek Zawodowy "Solidarnosc", a veces citado por su sigla NSZZ), que
había sido establecido cinco días atrás por sindicalistas de una
treintena de comités regionales. Registrado oficialmente el 10 de
noviembre, Solidaridad se desarrolló a una velocidad espectacular: a
comienzos de 1981 tenía inscritos ya a 10 de los 12 millones de
asalariados de Polonia .
La relación de la Iglesia Católica con el movimiento obrero creado en
Polonia quizá tenga su base en el catolicismo de Walesa. El líder de
Solidaridad empezaba a ser conocido también por su acendrado
catolicismo, pues oía misa y comulgaba todos los días. Hay que destacar
también que se vincula este movimiento a la Iglesia no solo por el Papa
Juan Pablo segundo, sino por muchos de los sacerdotes polacos que
pertenecieron a este movimiento. Al mismo tiempo que era un movimiento
de renovación social era un movimiento de renovación espiritual.
Un ejemplo de la actuación de la Iglesia en los sucesos de Solidaridad
fue el caso de su capellán, un joven sacerdote que solo contaba con 37
años, el padre Jerzy Popieluszko. Eran los años oscuros de la ley
marcial del general Wojciech Jaruzelski. El sacerdote celebraba misas
por la patria. A su iglesia de San Estanislao de Kostka, en
Varsovia-Zoliborz, acudía cada vez más gente. Para el régimen era un
fanático, un ejemplo de clericalismo militante; para la gente, en
cambio, era un pastor sabio y valiente, convencido de que debía vencer
al mal con el bien. Así hasta que el cuerpo sin vida apareció en el lago
artificial formado por la presa de Wloclawek, a unos cien kilómetros al
norte de Varsovia. El impacto fue impresionante pero el pueblo polaco lo
afrontó sin ceder a la ira o a la violencia, recordando las palabras que
el padre Jerzy solía repetir: “Tenemos que vencer al mal con el bien”.
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