2007-03-04.
Osvaldo Alfonso Valdés, Ex Prisionero de Conciencia de la Causa de los
75 y Analista Político de Misceláneas de Cuba
La celebración en días recientes de la clausura del 1er Congreso de
Bibliotecas Independientes de la Asamblea para Promover la Sociedad
Civil en Cuba, ha sido un importante y muy apreciable paso de esa
sociedad civil que crece en Cuba y que esa agrupación, como su nombre lo
indica, trabaja por fomentar. Ciertamente muchos se preguntan, unos con
suspicacias, otros con asombro, y también algunos con evidente mala fe,
el porqué de la tolerancia del régimen con este tipo de evento. La
intolerante dictadura castrista sin dudas se encuentra ante un
movimiento opositor como no existió nunca en un país totalitario comunista.
Frente a este tipo de fenómenos, sería ingenuo pensar que ya se ha
alcanzado un espacio de modo irreversible. La naturaleza represiva de la
tiranía la vemos cada día con las noticias que llegan de la isla.
Aumentan los arrestos, los actos de repudios, las citaciones para
chantajear y amenazar, por lo que no hay motivos para considerar que, al
permitir que varias decenas de bibliotecarios y opositores celebren una
reunión, el Gobierno de los Castro ha cambiado en lo esencial su naturaleza.
Sin embargo, debido al prestigio alcanzado por la oposición cubana y en
este caso, la APSC, la Policía Política juega con diferentes factores a
la hora de sopesar la decisión de reprimir. Creen ellos que nada pierden
con dejarlos reunirse, al considerar que por otro lado, el precio
político de una ola represiva para detener el encuentro no sería
despreciable, teniendo en cuenta la atención que tiene puesta la
Comunidad Internacional sobre los acontecimientos en Cuba, a raíz de la
sucesión tras la enfermedad del dictador.
Indudablemente, los grupos políticos y cívicos agrupados en la APSC son
identificados como el sector más radical de la oposición cubana y a su
líder, la opositora Martha Beatriz Roque, como la principal figura de la
oposición que apoya el embargo norteamericano, valga decir contra el
régimen, que no contra el pueblo. Se utiliza incluso este argumento para
descalificar tanto a Beatriz Roque, como a quienes forman parte de esa
agrupación de organizaciones.
Si tenemos en cuenta, que la mayoría coincide dentro de las filas
opositoras, incluyendo a buena parte de los que se le oponen, en que el
embargo no es el problema fundamental del conflicto cubano, la lógica
conclusión debe ser que el trabajo que realizan estos grupos coordinados
en buena medida por el liderazgo de Martha Beatriz, está bien encaminado
al logro de lo que los verdaderos demócratas quieren para Cuba: la
transición democrática pacífica.
Por otra parte, no se debe dejar de tener en cuenta que si bien tanto la
Reunión General de la Asamblea el 20 de Mayo del 2005, como ahora el
Congreso de las Bibliotecas Independientes en ella agrupadas fueron
permitidos, eso no significa que sus integrantes estén libres de la
sucia represión de la Policía Política. Gran parte de los que en los
últimos meses han sufrido arrestos, actos de repudios, citaciones para
amenazarlos e incluso cárcel, son miembros de las organizaciones de la
Asamblea. La propia Martha Beatriz Roque fue víctima de un asalto a su
vivienda en la que fue golpeada fuertemente.
La oposición cubana, en sentido general, a pesar de todas las
dificultades por las que atraviesa, en buena medida resultado del
trabajo sucio de la llamada Seguridad del Estado, ha logrado ganar en
membresía y organización, así como en prestigio y apoyo internacional.
Cuando ocurren eventos como el pasado Congreso, sería realista ver en
ello un resultado de ese espacio que a fuerza de valentía los demócratas
cubanos han conquistado en el interior de la isla. La celebración de la
reunión de las Bibliotecas
Independientes de la APSC, es logro positivo y sus efectos se verán a
mediano o largo plazo, pero se ha dado, sin dudas, un paso de avance.
Dar las razones políticas, o de otro tipo, que el régimen no ha dado, no
contribuye en nada a la causa. La razón mayor para los que quieren lo
mejor para Cuba, es que, quienes organizaron y participaron en la cita,
con su valentía lograron sus objetivos; allí estaban, el día, a la hora
y en el lugar en que habían acordado reunirse. Como tantas veces, esos
compatriotas nuestros fueron dispuestos a enfrentar los riesgos. Para
ellos, el reconocimiento honesto y la palabra de estímulo.
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