Nefasto y Las zapaticas de Rosa

Agosto 25, 2006
Nefasto y "Las zapaticas de Rosa"

Víctor Manuel Domínguez, Lux Info Press

LA HABANA, Cuba - Agosto (www.cubanet.org) - No hay sol bueno,
poliespuma, ni arena fina y Pilar Ávila Turro no puede reestrenar su
casa en medio de los festejos por el aniversario 495 de la fundación de
la ciudad primada, Baracoa, el pasado 15 de agosto.

Y no es que Alberto el inversor haya echado un bote a la mar con los
materiales asignados al arreglo de fachadas y techos por la efemérides
baracoense, para ayudar a los "desviviendados" americanos, sino por el
afán de perfección y la estrategia discursiva que traen consigo estas
conmemoraciones.

Mucho menos porque Magdalena, la delegada del Poder Popular, con tantos
besos y abrazos, se haya llevado en un saco toda la arena.

Recordemos si no los camiones de sueños y los barcos de optimismo que
quedaron varados frente a las viviendas semiderruidas de miles de
santiagueros en el aniversario de la fundación de su ciudad, y que por
iguales razones estratégicas se esfumaron, desaparecieron convertidos en
polvo de estrellas, billetes CUC, puercos y bicicletas.

O también la similar acción desplegada en la tierra de los palmeros,
quienes aún buscan ladrillos en el aire, cemento bajo las alcantarillas,
arena en la copa de los árboles, y el hormigón que brotaría frente a
cada vivienda como un manantial -según el programa La Política de
Encoframiento de Propiedades Aviesas (LAPEPA)- para darnos cuenta de que
los cubanos sí soñamos, comemos catibía y nos conformamos en grande.

Pero volviendo al caso de Pilar, analicemos las causas que impidieron la
reconstrucción de su hogar pese a la entrega de materiales constructivos
frente a su cascarón-inmueble, al lado de un cartel enorme que anunciaba
desde una temblequeante pared: "Esta vivienda será reparada en el
aniversario 495 de la ciudad".

Según Ñoño Cabilla, un alto ejecutor de obras inconclusas, es verdad que
Pilar lleva once años aguardando por la reparación de lo que queda de su
casa, pero factores ajenos a la voluntad de la revolución han impedido
que se cumpla la sentencia.

De acuerdo con su veraz y actual información, una invasión de insectos y
roedores kamikaze en la ciudad primada hizo desviar con urgencia todos
los materiales de construcción asignados para las viviendas de sus
pobladores, y combatir in situ ese flagelo.

Ante la falta de petróleo para poner a disparar humo a las bazucas de
los fumigadores, se decidió pertrechar con ladrillos y cabillas a una
tropa especial de bicheros por el socialismo, que por si fuera poco,
pidieron ser abanderados sobre las tongas de arena que esperaban ser
utilizadas en la reparación de las viviendas.

Pero los combates fueron tan cruentos, y el cabilleo y los ladrillazos
contra las insurrectas tropas de alimañas tan abundantes, que se
requirió hasta de los materiales de construcción guardados como reserva
en los almacenes, a fin de contener la ola de atentados a las puertas,
ventanas, muebles y cuanto trozo de madera fue tomado por ese ejército,
no por insecterial y roedónico menos peligroso.

Sin embargo, y a pesar de la importancia que revestía el hecho para la
continuidad de la revolución, se permitió a la comisión de "promesistas"
repartir algunos versos antológicos del poemario "Quien vive de promesas
constructivas muere de desengaños bajo los escombros", escrito por el
insigne constructor Federico Tapia de Arena.

Al parecer, este deseo de cumplir aunque sea en teoría un reclamo de la
población, pasó por alto otros frentes que requerían con mayor urgencia
de estos materiales.

¿Por qué los funcionarios del gobierno municipal enviaron a Pilar a
Conservación de la Vivienda, éstos a la Unidad Municipal Inversionista
de la Vivienda, y aquéllos a la Asamblea de Rendición de Cuentas, una y
otra vez de arriba abajo, de abajo arriba, en vez de comunicarle la verdad?

De seguro, y en vez de protestar, ella hubiera entendido la necesidad de
desviar los materiales constructivos que le fueron asignados para la
creación de gallineros-calabozos donde encerrar a los pollos que,
propensos a contraer la gripe aviar, aún sueñan con patios extranjeros.

Jamás se hubiera quejado a la sección Acuse de Recibo si las distintas
instancias promesistas, en lugar de reponerle una y otra vez la melodía
más escuchada en la Isla, "No hay material" -según encuesta pública
realizada a lo largo de 47 años a ocho millones de ciudadanos-, le
hubieran indicado que fueron desviados para los kioscos y tarimas de un
carnaval, otra escuela de promesas socialistas o un club de dominó de
doce pisos para pacientes latinoamericanos.

La cuestión es que no se le informó debidamente a Pilar que la fachada y
el techo de su casa deben aguardar a que Baracoa cumpla 495 años más
para emprender con inmediatez la reparación del inmueble, sito en Martí
311, en esa ciudad primada de la historia.

Pero lo más importante, lo que resarcirá este breve tiempo de espera, es
que su vivienda será levantada sobre una zapatica de rosas, con paredes
de cristal y techo al viento, para que vea pasar, como un sueño a todo
color, las promesas y órdenes de: ¡manos a la obra!

No dude, tenga fe, tápese con un cartón, y de seguro dentro de sólo 495
años será restaurada su casa, porque se lo jura otra vez, y se lo vuelve
a jurar, Nefasto "El Promesista" Boza.

LUX INFO-PRESS
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