"Fieras" y Virus Atacan a Cuba
2006-08-28 	
Juan Mario Rodríguez, Periodista Independiente, Corresponsal en la isla 
de Misceláneas de Cuba
La Habana, 22 de agosto de 2003. La presencia del "mosquito tigre" 
(aedes albopictus) complica los esfuerzos que se realizan en Cuba para 
controlar y erradicar los vectores transmisores del dengue. El también 
nominado Tigre de Asia, es transmisor además de las encefalitis equinas, 
causadas por un virus perteneciente al género Alphavirus de la familia 
Togaviridae.
El diario estadounidense El Nuevo Herald publicó el pasado 15 de agosto 
una nota del periodista Pablo Alfonso en la que reporta que han ocurrido 
al menos 20 fallecimientos a consecuencia del dengue en Ciudad Habana, 
pero desconoce que en Santiago de Cuba hubo un brote y que fue hecho 
público por periodistas independientes y disidentes residentes en la 
región que se comunicaron con Radio Martí.
  El Gobierno cubano mantiene control absoluto de las informaciones que 
llegan al Puesto de Mando emplazado en la Dirección Provincial de Salud 
de Ciudad Habana. El Dr. Luis Carlos Ávila, vicedirector general de la 
institución, no accedió a hacer declaraciones a este reportero. En el 
lugar se advirtió la presencia de varios militares.
La gravedad de la situación estriba en la ocurrencia de temporarias 
lluvias y la virtual amenaza que representan los huracanes hasta el mes 
de noviembre. Para contrarrestarla, ha sido movilizado personal de 
diferentes organismos para apoyar en la campaña emergente de saneamiento 
que se está realizando en la capital.
El Aedes Albopictus se originó en la selva tropical del sudeste 
asiático. Se encuentra en China, en la península de Corea, Japón, 
Australia, Nueva Zelanda y Hawai. En Albania, Italia, Sudáfrica y 
Nigeria. En América se detectó en 1985 en depósitos de neumáticos del 
estado de Texas, Estados Unidos. En 1986 se detectó en Brasil. 
Posteriormente, en República Dominicana y Méjico. En 1995 se informó de 
la presencia del vector en Guatemala. Un año más tarde se confirmó en El 
Salvador.
Las larvas de Aedes Albopictus son más tolerantes a las aguas con gran 
contenido orgánico que las de Aedes Aegypti y más resistentes al 
hacinamiento. Se les ha encontrado en cavidades de árboles, cáscaras de 
cocos, plantas de plátano, charcas, llantas, latas, barriles, 
recipientes de barro, cisternas y baldes. Basureros y cementerios pueden 
ser criaderos potenciales.
Ciudad Habana se presenta idónea para que proliferen los "Tigres". Los 
problemas de la infraestructura y económicos les dieron la bienvenida. 
Derrumbes parciales de edificios y casas, calles destruidas, fugas en 
las conductoras de agua y tupiciones de alcantarillados son algunas de 
las dificultades que enfrenta el país. La capital está siendo auxiliada 
por personal y vehículos de otras provincias en las tareas de 
saneamiento que hasta la fecha no han eliminado totalmente basureros y 
escombreras.
Las hembras del Aedes Albopictus atacan al hombre guiadas por el dióxido 
de carbono, la humedad, sustancias químicas orgánicas y factores 
visuales  entre los que está el movimiento.
El Aedes Albopictus resulta mas difícil de controlar y erradicar que el 
Aedes Aegypti porque sobrevive alejado de las viviendas de los seres 
humanos y tiene una variedad de hábitat más amplia. Las campañas de 
control casa por casa son por ello ineficientes, precisándose coberturas 
económicamente superiores que incluyan bosques y praderas.
Las encefalitis equina del este (EEE), venezolana (EEV) y del oeste 
(EEO) son enfermedades virales zoonoticas (transmisibles a los seres 
humanos). El contagio se produce a través de mosquitos infectados por 
aves silvestres. A este grupo se sumó la encefalitis equina por virus 
del Nilo Occidental, que se supone llegó a América portado por miles de 
aves migratorias.
Las migraciones de aves de América del Norte hacia la América Central en 
el otoño han incidido también en la aparición de estas zoonosis en la 
región, las que pueden afectar a los humanos en sus constantes 
desplazamientos y concentraciones, en áreas vulnerables, rodeados de 
animales domésticos, cerca de aguas estancadas y en medio de precarias 
condiciones de higiene. El norte de Sudamérica sirve también de refugio 
a estas aves.
Las autoridades cubanas no han confirmado hasta el momento la existencia 
de brotes de encefalitis equinas ni la presencia del temible "Tigre de 
Asia", poniendo en peligro la salud de nacionales y visitantes foráneos.
Esas ocurrencias no se pueden descartar par el flujo masivo de cubanos 
que van y regresan de Venezuela, Honduras, República Dominicana, Panamá 
y demás países afectados del área, cumplimentando misiones de 
colaboraciones médicas, deportivas, educativas, entre otras, y por las 
tremendas secuelas  que originan en el hombre, tales como trastornos 
motores, epilepsia y trastornos en la cognición.
Para prevenir el dengue y las encefalitis equinas se necesitan 
establecer programas de divulgación y educación sanitarios, vacunación, 
el uso de ropas adecuadas y repelentes para protegerse de las picaduras 
de los mosquitos. Estas medidas elementales no se están realizando en Cuba.
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=6690
 
 
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