Las exportaciones de Alemania a Cuba se disparan en sólo dos años al
margen de distancias ideológicas
JOSÉ COMAS - Berlín - 05/08/2007
Entre dos de los Gobiernos más longevos del mundo, el del alemán Estado 
Libre de Baviera y el de la dictadura de Cuba, se han incrementado en 
los últimos años las relaciones comerciales.
No parece que los fuertes antagonismos ideológicos sean un obstáculo 
para los negocios entre los derechistas de la Unión Socialcristiana 
(CSU), que gobiernan desde hace 50 años en Baviera, y el régimen 
castrista, que dura ya 48. Así lo formuló recientemente en Múnich, y de 
forma tajante, el viceministro de Comercio Exterior cubano, Eduardo 
Escandell, en unas jornadas dedicadas a Cuba por la Cámara de Industria 
y Comercio.
Sostuvo Escandell que no hay ningún trasfondo político en las relaciones 
económicas con Baviera: "Es un asunto de negocios, y los negocios son 
los negocios". Un portavoz del Ministerio de Economía de Baviera 
interrogado por este periódico respondió a la pregunta de si las 
diferencias ideológicas suponían un obstáculo para el comercio: "Las 
diferentes opiniones sobre el tema de los derechos humanos, por ejemplo, 
siempre se tratan. Sobre el respeto a los derechos humanos para nosotros 
tiene validez el mismo principio que aplicábamos a los países del Este: 
cambio a través de la aproximación. Después de Fidel Castro tiene que 
haber en Cuba una transición libre de tensiones. También en esto pueden 
servir los estrechos contactos económicos con Baviera".
Las cifras del volumen de comercio son insignificantes para Baviera, 
pero tienen importancia para Cuba. Según el Ministerio de Economía 
bávaro, la suma de exportaciones (37,5 millones de euros) y la de las 
importaciones (9 millones) supuso un total de 46,5 millones de euros en 
2006. Sobre un volumen de 257.000 millones de euros, esto representa 
para Baviera sólo un 0,02% del total. Las cifras de toda Alemania, que 
facilita la Oficina Federal de Estadística, resultan más significativas. 
Las exportaciones alemanas a Cuba crecieron desde 101 millones de euros 
en 2003 a 113 en 2004, a 259 (un incremento del 259%) en 2005, y a 412 
el año pasado. Por el contrario, las exportaciones de Cuba a Alemania 
apenas aumentan e incluso disminuyen en el mismo periodo: 28 millones en 
2003, 36 en 2004, 37 en 2005 y 34 el año pasado.
Lo que llama la atención en los últimos tiempos del comercio con Baviera 
es la importación de algunos de los productos emblemáticos de la 
industria alemana. La prensa alemana informó de la compra de 183 
automóviles de la marca BMW para los embajadores de Cuba. En la Embajada 
en Berlín declararon a este periódico: "Son coches para las embajadas". 
BMW espera venderles este año otros 60 automóviles. No quisieron 
confirmar en la Embajada berlinesa la información aparecida en Alemania 
de que Raúl Castro ya utiliza un BMW muy moderno, comparado con el 
modelo antiguo de Mercedes que usaba su hermano Fidel. Otros ejemplos: 
las compras a Man, no de camiones, sino de generadores de electricidad y 
a IHK de antenas.
Consultados por este periódico los portavoces de las empresas bávaras 
que comercian con los cubanos, todos huyen como el demonio del agua 
bendita a la pregunta de si no temen sanciones de Estados Unidos como 
consecuencia de la Ley Helms-Burton, que prohíbe el comercio con la 
dictadura castrista. El Ministerio de Economía de Baviera tiene una 
interpretación particular: "Las empresas no norteamericanas tienen que 
estar atentas en Cuba para no realizar inversiones sobre terrenos 
expropiados. El comercio normal no se ve afectado por la ley". Alemania 
tiene un diplomático destinado en México que se encarga del comercio con 
la isla.
En lo que sí coinciden los empresarios bávaros exportadores, el 
Ministerio de Economía y la Cámara de Industria y Comercio, es en 
atestiguar que Cuba es un socio comercial fiable que paga con puntualidad.
http://www.elpais.com/articulo/internacional/negocios/negocios/elpepuint/20070805elpepiint_8/Tes
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