Tres caras tiene Granma
Juan González Febles
LA HABANA, Cuba, abril (www.cubanet.org) - Un caso único en los anales
periodísticos es el de Granma. El rotativo dispone de una versión
tabloide en papel, para distribución nacional. Cuenta además con dos
versiones digitales, una internacional y otra que reproduce lo
'principal' de la versión impresa. La unión de las tres versiones,
quizás conforme, si se las mira con muy buenas intenciones, un periódico.
De las tres versiones, la impresa resulta ser la más anodina. Las
versiones digitales están dirigidas a auditorios foráneos y proyectan la
cara que al régimen le interesa promover para el extranjero. Sobre cuál
de las tres es más válida o más creíble, eso sólo lo sabrá Dios. Son
tres versiones que responden a un solo propósito: engañar.
La duplicidad en el discurso o en las políticas, parece ser rasgo
distintivo del gobierno cubano. Doble moneda y en otros aspectos, doble
discurso, doblemente mendaz.
Las tres caras de Granma alcanzaron relieve con la puesta en escena de
las anunciadas nuevas medidas 'liberalizadoras'. Mientras la versión
impresa y en moneda nacional omite toda referencia a las recién
autorizadas permisibilidades de hospedaje a nacionales, en hoteles
consagrados al turismo, venta de computadoras y teléfonos celulares,
etc., las versiones digitales abundan sobre el particular, para que se
sepa en el extranjero.
Esta ambigüedad acompaña al régimen a lo largo de todo su devenir hasta
el presente. Nunca dice la verdad. Se miente al pueblo como método y
sistema de una precaria gobernabilidad.
Este discurso fragmentado se impone a partir del control absoluto sobre
los medios de comunicación. Constituye la clave para mantener un
equilibrio de poder inestable e injusto.
Las más absurdas prohibiciones están basadas en la necesidad enfermiza
del régimen de que el pueblo ignore que existe un mundo mejor, o
simplemente que tiene derechos inalienables.
Aquel escándalo orquestado en fecha reciente, alrededor de las
alegaciones dirigidas al presidente del parlamento cubano Ricardo
Alarcón, por parte de jóvenes estudiantes de la Universidad de Ciencias
Informáticas (UCI), tuvo resonancia en las versiones digitales de Granma.
Estas publicaron la entrevista realizada por la periodista de línea dura
Rosa Miriam Elizalde a uno de los estudiantes más comprometidos en aquel
incidente. La entrevista de marras nunca se publicó en la versión
impresa en moneda nacional. Se quedó a nivel digital, sólo para extranjeros.
Los ejemplos de la duplicidad que practica el régimen de La Habana,
sobran. Desde siempre se ha mantenido un doble y en ocasiones hasta un
triple discurso. Todo depende de la necesidad política circunstancial.
Un excelente ejercicio para cubanólogos y académicos, sería ponderar
cada día lo que falta a cada una de las versiones de Granma.
Sería una excelente forma de conocer de primera mano, que es lo que el
gobierno desea ocultarle al pueblo de Cuba. En eso que se oculta, está
lo esencial sobre las direcciones principales en la política
internacional y doméstica de la dictadura cubana.
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