2007-01-18
Aini Martín Valero Cuba-Verdad
En Cuba la democracia se topa con dos poderosos muros: la dictadura y la
conformidad del cubano. Esto manifestándose en la imposibilidad de
expresar su verdadera orientación política o deseo modal de vida,
temiendo represión, marginación o prisión.
El gobierno cubano, durante 47 años ha manipulado, con refinado arte del
convencimiento, la mente de cada ciudadano, saturándola de agresiones
contra nuestro país. Verborrea que proviene de la obsesión de perturbar
el desarrollo de la sociedad, temor a perder el absoluto poder, que
desde el 1959 hizo perpetuo.
El cubano es por naturaleza jaranero, bromista y muy valiente; pero la
forma de vida que nos ha impuesto esta dictadura nos ha convertido en
hombres inseguros y sobre todo temerosos.
Me atrevo a asegurar que la pasividad con la que vivimos hoy, es la
culpable de que todavía permanezca invicto el Gobierno más represivo en
la historia de las dictaduras.
Tenemos que aprender a luchar con las mismas armas que nos han
adoctrinado en busca de una paz plena y una democracia digna del hombre
de nuestros días.
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