Por si caen billetes del aire
Algunos esperan que la visita de Obama a Cuba traiga milagros
miércoles, marzo 9, 2016 | Frank Correa
LA HABANA, Cuba.- Los cubanos, con la ingeniosidad que poseen para
chotear y reírse de todo –incluso de sus desgracias–, han ideado chistes
sobre la visita del presidente estadounidense a la Isla, el próximo 21
de marzo.
Uno se repite en muchos lugares: "Obama viene, o vamos nosotros". Otro
rumora que el presidente irá tirando fajos de dólares por Quinta
avenida, aunque existe escepticismo de poder recogerlos, "por las
detenciones que habría", dice la gente.
Esta estampa del gracejo popular ha traído de regreso a los pobladores
de la comunidad de Jaimanitas, al oeste de La Habana, un suceso ocurrido
hace siete años en la misma avenida por donde transitará Obama: "un
carro lanzando fajos de billetes en la entrada de la escuela primaria
Manolito Aguiar y madres con sus niños recogiendo cuanto podían".
En la cola del agro encuentro a Catalina Siguayu, molesta por la fila
que no avanza. Famosa en el pueblo luego de aquel hecho, por ser una de
las suertudas, recuerda: "Recogí dos mil pesos, pero delante iba Cacha,
que recogió mucho más. Mi hijo Jorgito y otros niños, también
amontonaron billetes. Fue un acontecimiento que tal vez no se repita,
pero jamás olvidaremos".
Cacha (Caridad Benítez) está arreglando una silla de su casa en plena
calle cuando indago con ella. Recuerda el hecho con nostalgia. "Yo creía
estar soñando", dice. "Me tiré en el césped y comencé a moverme a gatas,
cubriendo todo el dinero que encontraba, pero fui lenta, tuve miedo de
ir presa por apropiarme de lo ajeno. Si se repite voy a actuar
diferente. Me convertiré en la 'aspiradora humana'".
A Papo el albañil no lo alumbró la estrella de estar en el momento de
los billetes lloviendo. Escuchó la noticia y corrió al lugar, pero todo
había desparecido. "Quinta estaba llena de curiosos, pero de dinero ya
nada. Nos quedamos un rato mirando los autos, esperando una segunda
vuelta. Cada vez que pasaba uno el corazón se me paraba, pero seguían de
largo sin tirar ni un peso. La costumbre de merodear el sitio no se me
quita, a ver si se repite, pero nada, nunca más".
Indagué en Jaimanitas lo ocurrido ese día y sus causas. Conocí por el
espiritista René Duquesne Santos, trabajador de la Empresa de Comunales,
que el individuo que lanzó el dinero aquel día estaba cumpliendo una
promesa religiosa.
En cambio Tomás, pescador de 56 años residente en el callejón de San
Felipe, defiende otra teoría: "Eran cuatro los que viajaban en el auto y
estaban borrachos. Tenían salida definitiva esa noche para Estados
Unidos. Decidieron deshacerse del dinero de la forma más noble:
tirárselo al pueblo".
"Uno que iba en el auto era el sordo, del Mariel. A los cuatro les
sobraba el dinero. Como se iban esa noche protagonizaron lo que
solamente se puede hacer estando loco, en borrachera, o por fanatismo
religioso. La verdad es que muchas madres de Jaimanitas aligeraron sus
existencias con aquella donación de billetes".
Esta visita a Cuba del presidente del país más rico de la tierra le ha
devuelto a los jaimanitenses la mística de aquella mañana, cuando los
afortunados del momento atraparon fajos de billetes, salvándose. Como
Cacha, dicen que estarán alertas, para que nos los cojan desprevenidos:
"Voy a moverme rápido, como una gata. Si no, tendré que dedicarme a
arreglar sillas a domicilio".
Source: Por si caen billetes del aire | Cubanet -
https://www.cubanet.org/opiniones/por-si-caen-billetes-del-aire/
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