Sin novedad en el frente
"La dictadura cubana pretende que Estados Unidos resuelva los graves
problemas económicos que enfrenta, sin hacer reformas estructurales que
pongan en peligro el poder que detenta".
Pedro Corzo
marzo 29, 2016
Así pudiera escribir un cronista sobre el inmovilismo de la dictadura
cubana ante los esfuerzos del presidente Barack Obama de flexibilizar
las sanciones vigentes en contra del régimen insular, en la confianza de
que el Gobierno de los hermanos Castro dispondrá medidas que promuevan
el establecimiento de una sociedad democrática y el respeto a los
derechos ciudadanos.
Una apretada síntesis de las disposiciones del Gobierno de Estados
Unidos que benefician a la dictadura insular va desde la excarcelación
de tres espías convictos, uno de ellos por conspiración de asesinato; la
eliminación de Cuba de la lista de países terroristas; la supresión de
medidas que restringían el comercio y la ampliación de las relaciones
económicas; el restablecimiento de relaciones diplomáticas y un viaje
presidencial que el Gobierno cubano interpreta, así lo informó el diario
Granma a la población, como una victoria de la "revolución en el poder,
encabezada por su liderazgo histórico".
La dictadura cubana pretende que Estados Unidos resuelva los graves
problemas económicos que enfrenta sin hacer reformas estructurales que
pongan en peligro el poder que detenta y, menos aún, aperturas políticas
que quebrarían un régimen agotado, que sólo sobrevive por la represión y
la desesperanza de la población.
La prioridad de la clase dirigente cubana es conservar el poder, que el
proceso de sucesión iniciado en el 2006 culmine con una transición en la
que los barones de la revolución y sus descendientes, no enfrenten
problemas legales y puedan continuar disfrutando a perpetuidad las
riquezas expoliadas por décadas al pueblo, un proyecto contrario a los
valores y principios sobre los cuales se ha construido Estados Unidos.
El cambio de política de Washington hacia Cuba ha sido un factor
determinante para que altos funcionarios, incluidos Jefes de Estado,
hayan visitado la isla y firmado convenios de ayuda. En particular, para
que en La Habana se hubiera suscrito un acuerdo con la Unión Europea que
pone punto final a la Posición Común europea hacia Cuba, una política
que exigía al Gobierno de los Castro sobre los derechos de los cubanos.
Este acuerdo redunda directamente en beneficio del régimen al generar
posibilidades de inversión, a las que sólo tienen acceso la clase
dirigente y los sectores privilegiados allegados a la misma, porque la
estructura jurídica cubana impide a la población ser propietario de los
medios de producción, por lo que sólo se aprecia que las gestiones de
muchos de los Gobiernos más democráticos del mundo, han beneficiado
exclusivamente a la dictadura cubana.
Por décadas, independiente al embargo y la ayuda que la Casa Blanca
prestó a la oposición cubana, Estados Unidos abanderó en las instancias
internacionales la defensa de los Derechos Humanos y propició con
denuncias, críticas y medidas coercitivas, para que los crímenes del
castrismo no disfrutaran de absoluta impunidad.
Washington ha sido muy solidario con los cubanos en aspectos sociales,
incluido el migratorio. La mayoría de las veces apoyó a la oposición al
castrismo, aunque hay que admitir que, en muchas ocasiones, también es
natural, sus intereses primaron sobre los de sus aliados; aunque muchos
de ellos perdieron la vida o la arriesgaron, peleando en sus guerras
como si fueran propias.
A fin de cuentas, siempre habrá personas que más allá de intereses y
conveniencias, actuarán inspirados en sus convicciones y otros que
motivados por consideraciones opuestas asumirán diferentes conductas,
como las que comentaba Angelito de Fana en relación al ex secretario de
Comercio del Gobierno de George W. Bush, Carlos Gutiérrez, quien
respaldó la política restrictiva hacia Cuba del presidente 43, y en el
presente aprueba y promueve las decisiones del mandatario 44, Barack
Obama, totalmente opuestas a las de su predecesor.
En recientes declaraciones, Gutiérrez destacó la importancia de los
derechos económicos para los residentes de la isla y dijo que en Cuba se
habían producido cambios al respecto, como si la dictadura permitiera a
sus siervos acceder a una economía libre e independiente.
Sin duda alguna, el debate seguirá siendo intenso, los valores que cada
quien defienda siempre serán trascendentes, pero hay otros aspectos muy
importantes, que inciden directamente en si las disposiciones del
presidente Obama van a influenciar para que en la isla se establezca un
Estado de derecho, una sociedad plural y tolerante en la que prime la
libertad de expresión e información, o si simplemente un cronista del
futuro tendrá que escribir:
"Después de la visita siguieron los arrestos, hay presos políticos, los
Derechos Humanos siguen conculcados, la economía controlada por el
Estado, la miseria se ha incrementado".
Y, parafraseando a Erich María Remarque, escribirá:
"Es un día tan tranquilo y calmado, que el informe de la policía
política se limitó a la expresión: 'Sin novedad en el frente'".
Source: Sin novedad en el frente -
http://www.martinoticias.com/content/sin-novedad-en-el-frente-opinion-pedro-corzo-cuba-/118416.html
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