El béisbol cubano trata de frenar las deserciones
ANNE-MARIE GARCÍA Y MICHAEL WEISSENSTEIN ASSOCIATED PRESS
09/22/2014 10:48 AM 09/23/2014 5:14 AM
LA HABANA
A un año de los cambios de la política deportiva de Cuba que abrieron
las puertas de ligas extranjeras a peloteros de la isla, el éxito de esa
medida está en entredicho, ya que las deserciones no dan tregua.
El campeonato local de la lista puso en marcha el domingo su edición
número 54 sin varias de sus principales estrellas.
Las deserciones persisten, pese a que el gobierno aflojó la prohibición
al deporte profesional en la isla, en pie durante más de medio siglo, al
permitir que algunos peloteros pudieran jugar en el exterior tras el
término de la temporada local. También aprobaron aumentos en los pagos
que reciben los deportistas de la isla, incluyendo bonos por desempeño y
colectivo.
El estelar infielder Yulieski Gourriel es uno de los cuatro peloteros
autorizados por la isla a jugar en la liga profesional de Japón. Los
otros son los jardineros Alfredo Despaigne y Frederich Cepeda y el
lanzador Héctor Mendoza.
Los cambios buscan frenar la fuga de talento, pero el embargo impuesto
por Estados Unidos prohíbe que los deportistas tributen al fisco cubano
lo que devengan en las Grandes Ligas de Norteamérica, así que para
recibir los enormes contratos deben salir de la isla.
Ese es el camino que han seguido peloteros como el toletero Yasmani
Tomás y los lanzadores Diosdany Castillo y Yasmani Hernández al desertar
de la isla en meses recientes en busca de probar suerte en las Grandes
Ligas, donde ha habido una avalancha de contrataciones de peloteros
cubanos en los últimos años, encabezada por Yasiel Puig, José Abreu,
Yoenis Céspedes y Rusney Castillo.
Trece cubanos firmaron un contrato con clubes de Grandes Ligas o menores
este año, tres más con respecto a 2013, en tanto que 25 jugadores
nacidos en Cuba disputaron al menos un partido en las mayores durante
esta temporada.
Transcurrido un año, la calidad del campeonato local sufre por las
deserciones. Varios observadores han notado que casi una cuarta parte de
los peloteros que van a intervenir en la presente temporada son novatos,
casi en su totalidad sustituyendo a jugadores que salieron de la isla.
"No hay manera que económicamente Cuba pueda retener en el país a sus
mejores jugadores de manera que la liga cubana tenga el nivel que era el
suyo hace cinco o diez años", afirmó Peter C. Bjarkman, autor del texto
"A History of Cuban Baseball, 1864-2006".
Gourriel firmó en mayo con el Yokohama Bay Stars un contrato por esta
temporada de alrededor de un millón de dólares, una suma muy inferior a
los 72,5 millones que Castillo recibió en agosto al fichar con los
Medias Rojas de Boston.
Cuando se le pidió que comparase los dos contratos, Gourriel se echó a
reír y contestó que "a simple vista se ve que es un contrato muy
superior". Tras una pausa, agregó, "pero son circunstancias muy
diferentes, es la primera vez que Cuba se abre a jugar en ligas
extranjeras, no habíamos tenido oportunidad de jugar aquí y ellos (los
japoneses) no sabían si íbamos a adaptarnos a este béisbol".
"El contrato de Rusney es impresionante, es un excelente jugador, y esa
gran cifra que se le está pagando demuestra que el béisbol cubano es muy
fuerte, que tiene mucha calidad", agregó Gourriel en entrevista con The
Associated Press en Tokio.
No es una opinión que comparte el jardinero Carlos Tabares, capitán de
Industriales de La Habana, para quien Castillo "está sobrevalorado".
Tabares, campeón olímpico en 2004 junto con Gourriel, consideró que los
equipos de Grandes Ligas otorgan a los cubanos esos enormes contratos
"para seguir incitando a las deserciones y contrarrestar los cambios que
está haciendo el estado cubano".
Castillo es sólo el más reciente pelotero cubano que firma un
astronómico contrato en Estados Unidos. El acumulado de los desembolsos
en los últimos cinco años por Abreu, Puig, Castillo, Céspedes, Aroldis
Chapman y Jorge Soler roza los 278 millones de dólares.
Odrisamer Despaigne fue as de la rotación de Industriales y unos meses
después de su deserción firmó un contrato de ligas menores por 1 millón
de dólares con los Padres de San Diego. El derecho de 27 años fue
llamado a Grandes Ligas en julio y el 20 de julio acarició la gloria en
la victoria 2-1 de San Diego contra los Mets, al quedar a cuatro outs de
convertirse en el primer lanzador de los Padres en lograr un juego sin
hits en la historia de la franquicia y el primer cubano en conseguirlo
en las mayores.
"He ganado títulos con Industriales. He jugado un Clásico Mundial con
Cuba. Y ahora necesitaba nuevas metas, así que dejé mi país para
realizar el sueño de jugar contra los mejores en las Grandes Ligas",
dijo Despaigne en una entrevista con AP poco después de salir de Cuba.
El dominicano Juan Francisco Puello, presidente de la Confederación de
béisbol profesional del Caribe, calificó de "saludable" el hecho que
Cuba "quiera abrirse a otros escenarios". Mientras consideró el tema de
las deserciones como "un asunto económico" y agregó "eso es una decisión
individual de cada uno...tiene que ver con lo que económicamente estos
jugadores creen que pueden lograr fuera de su país".
Mientras los peloteros cubanos brillan en Grandes Ligas, en la isla el
béisbol no atraviesa por su mejor momento.
Cuba lleva 10 años sin ganar un título a nivel de selección, y tocó
fondo en la última Serie del Caribe, a la que la isla regresó tras 54
años de ausencia. Villa Clara, el campeón nacional, cayó eliminado en la
primera ronda con tres derrotas en cuatro partidos.
Fue la peor actuación en la Serie del Caribe de un equipo de Cuba, uno
de los miembros fundadores del torneo en 1949, y que ganó siete de los
12 primeros títulos hasta 1960, año en que dejó de participar después
que el gobierno de Fidel Castro prohibió el deporte profesional en la
isla. Un año antes, en el Clásico Mundial de 2013, Cuba quedó eliminada
en la segunda ronda, un resultado muy distante del que obtuvo en el
primer Clásico (2005) cuando jugó la final que ganó Japón.
Para Lázaro Vargas, manager de Industriales, le urge al béisbol cubano
"borrar la imagen negativa" dejada en la Serie del Caribe. El ex
antesalista cree que para lograrlo, es importante que los peloteros de
la isla puedan "salir y jugar a otro nivel. Vamos a elevar el techo de
nuestra pelota y estaremos mejor preparados para torneos como la Serie
del Caribe o el Clásico".
"Nosotros jugamos años entre nosotros y no crecimos, mientras los países
de la región sí se desarrollaron y ahora juegan una pelota superior a la
nuestra. Ahora apenas empezamos, son pocos los jugadores que salieron,
hay que darle tiempo para cosechar los frutos", agregó el campeón
olímpico de 1992.
A pesar de la nueva política del gobierno cubano, los peloteros de la
isla no pueden jugar en ninguna de las ligas que pertenecen a la
Confederación Caribeña de Béisbol, afiliada a Grandes Ligas y obligada a
cumplir con el embargo de Estados Unidos contra la isla. Despaigne tuvo
un paso por los Piratas de Campeche de la liga mexicana, pero tuvo que
irse por haber sido contratado con un pasaporte falso. Los cubanos
tampoco pueden jugar en Estados Unidos, a menos que deserten.
En Japón, Gourriel mostró la calidad de su bate, con promedio de .328 en
sus primeros 47 partidos, mientras que Despaigne conectó .293 en sus
primeros 36.
"Si algún equipo muestra interés estaría dispuesto a regresar (a
Japón)", comentó Gourriel, "pero tengo que venir mejor preparado, es una
gran experiencia porque es otro béisbol, muy profesional, la manera de
pensar es muy diferente, a la hora de batear se hace difícil, pero para
mí fue de gran beneficio".
En la isla donde el béisbol es el deporte rey, muchos jóvenes sueñan con
"un día ser grande" como Ernesto Medina, de 15 años, quien con una
decena de amigos juega pelota a diario en un parque de la capital.
"Sueño con jugar con Industriales, el equipo más grande del béisbol
cubano, después claro que me gustaría jugar en Grandes Ligas, ¿qué
apasionado de béisbol no sueña con eso?", dijo Medina.
Source: El beisbol cubano trata de frenar las deserciones | El Nuevo
Herald - http://www.elnuevoherald.com/deportes/article2201635.html
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