Elides J. Rojas L.
Para la cúpula militar lo mejor del socialismo. Para el pueblo, si acaso 
las calles rotas
El empeño del líder intergaláctico de colocar al país en la esfera de 
los países comunistas no se detiene. No importa el ruidoso fracaso de 
ese sistema de dominio corporativo en la historia, incluyendo a la 
querida Cuba del hermanazo Castro ¿Jau ar yu Fidel? Un saludo al 
criminal agónico que seguro nos está viendo, leyendo, viviendo o 
chuleando. Es lo mismo.
Y menos mal que tenemos la tutela colonizadora del carcamán del Caribe, 
la cual resulta muy útil para los militares de la elite gobernante y, 
muy especialmente, para todos los ciudadanos. A los golpistas del 92 los 
orienta con su sabia palabra y diabólica experiencia a mantenerse en el 
poder eternamente, con represión, presos políticos, amenazas, cierre de 
medios y todos los recursos de la escuelita roja de Fidel.
A los ciudadanos, por su parte, les ayuda a prepararse para disfrutar de 
los grandes beneficios del socialismo en su etapa juvenil y, más 
adelante, del comunismo en su etapa de cáncer terminal, también al 
estilo cubano.
Para la cúpula militar y sus socios ricos, basta mantener blindada su 
condición de amos y señores de Pdvsa que es la caja negra de donde salen 
los reales. Con una gerencia cómplice y unos trabajadores dominados, el 
mandado está hecho. Habrá plata para los propios gendarmes del futuro 
venezolano, para los vivianes de Fidel, para los recogiditos del ALBA, 
para todos los presidentes legítimos del tipo arrastradito y, claro, 
también para dictadores legitimados por las chequeras y el tiempo, 
siempre que estén dispuestos a jalar mecate a cambio de algún regalo 
socialista llevado a dólares. De estas categorías de mandatarios 
matapueblo, tipo Mugabe, o jefes de Estado excesivamente amables, tipo 
doctora maletinazo, sobran en el mundo. De allí el innegable éxito del 
líder intergaláctico en los ámbitos internacionales.
Pero, de la fórmula Fidel, es al pueblo al que le toca la mejor parte. 
Las calles rotas que impiden a Giordani cumplir su sueño de tener tres 
Ferrari, los Mercal pelados, las cárceles asesinas, sin luz, sin agua. 
El triunfante esquema Fidel en la sección dedicada al pueblo, incluye, 
entre otras bondades, el abandono de los hospitales, la ruina de 
escuelas y liceos, la quiebra de cuanta empresa caiga en manos del 
Estado, el desempleo, la buhonería, la basura en todas partes, las 
invasiones, la aniquilación de los medios de comunicación, la miseria en 
cada rincón, los batallones de mendigos, las patrullas de atracadores, 
las brigadas de secuestradores, los cuarteles de hampones, las 
divisiones de corruptos, los comandos de asesinos. El comunismo al que 
vamos, bajo la guía del tembloroso dedo de la bestia de La Habana, no 
perdona empresas productivas o fincas en actividad; divide, genera 
odios, miente y manipula, derrocha y empobrece. Hay que mirar a Cuba 
para precisar la meta final del socialismo del charlatán original y del 
feliz heredero.
La escuelita roja de Fidel - Opinión - EL UNIVERSAL (4 November 2009)
http://deportes.eluniversal.com/2009/11/04/opi_art_la-escuelita-roja-de_1636022.shtml
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