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Tuesday, November 03, 2009

Cuba: alimentos caros y escasos

Cuba: alimentos caros y escasos

La decisión del gobierno cubano de congelar a partir del próximo año los
precios en los mercados agropecuarios liberados (una especie de mercado
privado) está provocando una crisis de abasto de víveres y el aumento en
los precios de productos de la canasta básica.

Las autoridades de la isla fundamentan su decisión de congelar los
precios en el mercado de libre oferta y demanda porque éstos, aseguran,
han mantenido un aumento constante en los últimos cuatro años.

Ya en octubre de 2008 el gobierno de la isla impuso una serie de medidas
restrictivas, como los llamados "precios topados", para frenar el alza
desmedida de precios y evitar la especulación y el acaparamiento.

Ante los rumores del congelamiento de los precios, los agromercados
libres o liberados, que se rigen por la ley de la oferta y la demanda,
han reaccionado con tarimas vacías y puestos desabastecidos. Además, se
ha desatado la incertidumbre entre la población.

Los mercados de oferta y demanda representan apenas 5.4% de todos los
que existen en el país, según información del Ministerio de Comercio
Interior.

Las mayores concentraciones de productos, según la misma fuente, siempre
han estado en los mercados agropecuarios estatales (MAE), con unos 15
mil puntos de ventas en toda la geografía del país.

En cambio, señala la dependencia, sólo existen 164 mercados
agropecuarios liberados (privados). Algunas provincias sólo poseen uno,
como Guantánamo, o tres como Granma. El municipio especial de Isla de la
Juventud no tiene ninguno. La ciudad de La Habana tiene la mayor
cantidad de ese tipo de mercados: 40.

Altos precios poca oferta

Cinco calles separan a un mercado agropecuario liberado de uno
controlado por el Estado. El primero se encuentra entre 17 y G, el
segundo entre 17 y K, los dos en la zona comercial de Vedado, ubicado en
Ciudad de La Habana.

Son tan sólo cinco cuadras pero la diferencia de precios es extrema. El
incremento de los precios en los mercados de libre oferta y demanda son
20 o 30% más altos que los productos ofertados en el "agro" estatal.

La diferencia no sólo es de precios. En el mercado agropecuario atendido
por particulares –mismos que le compran a las cooperativas del Estado--
la variedad de productos es infinitamente mayor que lo ofrecido en el
"agro" controlado por el Estado.

El corresponsal realizó entre el 28 y 29 de octubre un recorrido por los
dos mercados. El mercado que se ubica entre 17 y G exhibía por lo menos
40 productos agropecuarios: desde pequeños tomates (imposibles de
conseguir en Cuba porque no es temporada) hasta los preciados limones,
desaparecidos hace varios meses.

En cambio en el mercado agropecuario de 17 y K, su oferta de productos
no llegaba a diez. Fundamentalmente había ajo, yuca, boniato y plátano.
Una triste realidad en los mercados controlados por las cooperativas
estatales, pues se asocia la disminución de la producción con el
descenso en la oferta, en detrimento del consumidor.

El nuevo control de precios que pondrá en vigencia el gobierno cubano a
partir del 2 de enero próximo ha generado una gran polémica entre los
consumidores.

Lesbia Guzmán es una mujer de unos 70 años. Es la responsable en su casa
de hacer las compras. Su pensión de unos 200 pesos cubanos mensuales
(150 pesos mexicanos) no le alcanzaría para comprar en el agro de 17 y G.

"Yo sí estoy de acuerdo que congelen los precios. Los mercados liberados
se aprovechan de nuestras necesidades. Los (mercados) liberados fomentan
el mercado negro y muchos se están enriqueciendo", dice mientras compra
plátanos en el agro de 17 y K.

La opinión de Francisco Broceta y Yanet Sánchez es radicalmente diferente:

"No estoy de acuerdo que el Estado siga con más control sobre los
mercados. Lo más importante es que deje a la gente

trabajar para que tengamos más producción. Los precios deben ser de
acuerdo a la oferta y la demanda", asegura Francisco Broceta, dueño de
los nuevos taxis particulares aprobados por el gobierno, mientras compra
ajo en el mercado de 17 y K.

"El gobierno debe estimular a los que venden en los mercados liberados,
es muy importante para tener que comer. Si es necesario que ponga
impuestos, eso no importa siempre y cuando deje que los particulares
puedan trabajar sin tanto control del gobierno", responde Yanet Sánchez,
una trabajadora del sector turístico, cuando compraba fruta bomba
(papaya) en 17 y G.

El control de los precios de los productos agropecuario es una prioridad
en la agenda del próximo año del gobierno cubano. Su implementación
acabaría con una de las pocas iniciativas privadas en el país.

Producir o comprar

La producción de alimentos es considerada en Cuba como un problema de
seguridad nacional. Para dar de comer a los 11 millones de cubanos el
gobierno de la isla tiene que invertir grandes sumas de dinero.

Tan sólo el año pasado desembolsó más de 2 mil millones de pesos en este
rubro. De ellos, 800 millones los destinó a comprar alimentos en Estados
Unidos.

José Puente, viceministro de la Agricultura, reconoció la semana pasada
la difícil situación que vive el campo cubano, el cual no produce los
alimentos necesarios para su población. Aseguró que los esfuerzos se
intensifican en Cuba por aumentar la producción de víveres.

Pero el panorama se presenta difícil, según los datos proporcionados por
el propio viceministro de Agricultura. Actualmente, informó, trabajan en
labores agrícolas un millón 346 mil 245 cubanos, con una disponibilidad
de tierra de cerca de los 7 millones de hectáreas, de las cuales poco
más de la mitad están ociosas.

"El Estado cubano trabaja muy seriamente para revertir esta situación y
ofrece amplias posibilidades a los interesados para el aumento de la
superficie sembrada y de las cosechas actuales y perspectivas", afirmó
durante una reunión con la Organización de las Naciones Unidas para la
Agricultura y la Alimentación (FAO), con la que firmó tres acuerdos de
cooperación internacional que buscan fortalecer la seguridad
alimentaria, con especial beneficio para sectores y regiones de mayor
vulnerabilidad en el país.

La FAO anunció que apoyará en la isla nuevas iniciativas de
descentralización y estímulo productivo en Cuba. Canalizará 7 millones
dólares para potenciar la participación de agricultores privados como
agentes dinamizadores del desarrollo local, y tendrá como beneficiarios
a productores individuales y de cooperativas.

Otro de los programas convenidos entre la FAO y el gobierno cubano está
dirigido a promover la diversificación agrícola, aspirando a fortalecer
las capacidades locales de producción de alimentos, así como mejorar la
gestión agrícola y la disponibilidad de productos de la tierra.

La falta de producción de alimentos se ha convertido en uno de los
mayores dolores de cabeza del gobierno que preside Raúl Castro. Por
ello, María del Carmen Concepción, ministra de la Industria Alimentaria,
exhortó a la población, el pasado 29 de octubre, a mirar hacia el campo
porque los productos destinados a la canasta básica, dijo, "todavía son
insuficientes para cubrir la demanda".

Juan Balboa/ Apro

Compañia Periodistica Sudcaliforniana, Los Cabos, BCS. Mexico (3
November 2009)
http://www.tribunadeloscabos.com.mx/newpage/index.cfm?op=por&recordID=84935&seccion=Opinion

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