Lucas Garve. Fundación por la Libertad de Expresión
LA HABANA, Cuba, mayo, (www.cubanet.org) -Un evento único ya en el mundo
constituye el desfile del 1ro de Mayo en Cuba. Algo como son la Semana
Santa en el Vaticano, la llegada de la primavera en Kioto, el Festival
Mozartiano de Salzburgo, los carnavales de Río.
El 1ro de mayo en La Habana es también hoy un evento turístico. Varios
cientos de turistas proletarios adictos a la izquierda nostálgica
acuden a la capital antillana para vivir un carnaval de errores. Todo
se prepara con antelación. Coros, comparsas, bandas de música, tambores
para la rumba calientan sus cueros desde semanas antes. Lo significativo
es que todos aplauden los errores del gobierno.
Proletarios del mundo unidos al turismo posmoderno acuden a La Habana a
respirar el último aire de estalinismo en el poder. Aplauden, vitorean y
hasta mojan sus ojos con lágrimas ante la vista del sagrado panteón
formado levantado con retratos de Marx, Engels y Lenin. Las consignas de
aprobación y respaldo son paseadas en hombros por los cubanos que sin
más remedio llenan la amplia avenida que atraviesa la Plaza de la
Revolución.
A diferencia que aquí, la ausencia de consignas con reivindicaciones
laborales no quita el sueño a los de la tribuna presidencial, donde
hasta el presidente de la Asamblea General de la ONU sonríe y saluda
satisfecho. Nada de importancia ya, si revisamos la lista de presidentes
que pasan por La Habana desde enero del 09. La Habana vuelve a ser el
París de las Antillas. Sin los dorados del barroco francés de Versalles.
Los trabajadores que desfilan pasan raudos y gozosos delante de la
tribuna y saludan. Quizás, por que saben que ya cumplieron su parte del
espectáculo y se retiran a descansar. Al fin y al cabo, el evento no
tiene que ver con ellos, ni con un salario que no alcanza para cubrir el
mes, comprarse un par zapatos decentes, arreglar el techo de la vivienda
sostenido por una columnata de palos, ni con la doble moneda que los
empuja a volverse mejores magos que el genio de la lámpara para comprar
la leche en polvo a 50 ó 60 pesos para el desayuno de sus hijos antes ir
a la escuela. Gratuita, eso sí, pero sin maestros con calidad suficiente.
Los trabajadores portan consignas alusivas a los lemas propagandísticos
del gobierno. Unidos, productivos, eficientes. Cumpliremos con la
emulación, Viva el 1ro de mayo. Abajo el imperialismo. ¿? Obama, quítate
la sal de encima… o mejor… quítame.
Eso no dice nada. Son frases huecas. Enuncian algo que todos sabemos que
se dice por y para la ocasión. Todos los cubanos saben que no hay
eficiencia, ni productividad, ni unión, ni se cumple con ninguna
emulación en un país donde no se puede comprar un periódico a falta de
moneda fraccionaria. Asimismo me sucedió en días atrás cuando desee
comprar un Granma, el órgano oficial del Partido en un estanquillo y el
señor que los vendía me contestó que no podía vendérmelo porque no tenía
menudo (moneda fraccionaria) para darme el vuelto. Subes a un ómnibus y
tienes que dejar 60 centavos de más porque no hay conductor que te de el
cambio.
Pero, los turistas turcos de Ankara alojados en el antiguo Havana Hilton
que disfrutan del carnaval comunista del 1ro de mayo no saben nada de
esto. No les interesa. Ellos creen aún en el comunismo y La Habana es la
Meca actual. Porque que en Moscú vale más andar en un Rolls Royce que
con el Manifiesto Comunista bajo el brazo como pequeños konsomoles.
El único carnaval genuino que disfrutan los cubanos ahora mismo es el
del 1ro de mayo. Y se lo venden al turismo. Espero que en años
venideros los desfiles de masas sean compuestos por hileras de ómnibus
de turismo de dos pisos. Los Havana Bus que por 5 pesos CUC (moneda
cubana convertible en divisas) te dan la vuelta a la capital cubana.
Cuba: El carnaval de los trabajadores (4 May 2009)
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