Educados por el neocastrismo
Odelín Alfonso Torna
LA HABANA, junio (www.cubanet.org) - Son permanentes en las páginas del
diario Granma fotos y caricaturas de las guerras de Irak, Afganistán o
del conflicto Israel-Palestina. Si en las imágenes posan los soldados
norteamericanos apertrechados hasta los dientes, el cuadro completaría
su pincelada de xenofobia. Las ilustraciones también portan el mensaje
bélico, y al imperio como parte del compendio noticioso.
Los dos jóvenes reclutas cubanos, desertores, capturados la mañana del
jueves 3 de mayo, Yoan Torres Martínez y Leandro Cerezo Sirut, quienes
intentaban secuestrar un avión, tenían el hábito de coleccionar fotos de
los diarios oficiales. Los recortes belicistas se vinculaban al ejército
norteamericano y sus guerras preventivas en el Medio Oriente.
¿Pudiera verse afectada la psiquis de dos jóvenes debido a tanta
exposición mediática y su asfixiante mensaje de odio?
Esto da al traste con un artículo del periodista Arsenio Rodríguez,
publicado el 16 de de mayo en Granma, Neomacartismo. El articulista
refleja, en una página, la débil incisión del neofascismo actual
asociada al descrédito del marxismo, principalmente en países ex
comunistas de Europa del Este.
¿Qué sentido tiene exaltar un artículo que mostraba las fotos de los
neonazis en las calles de Berlín? ¿O el peligro humanista del comunismo
traducido como el intento de algunos por rediseñar la historia, ambas
prácticas sentenciadas a la horca por la Europa de hoy?
En todo caso, deberíamos rediseñar un diario, o la totalidad de los
medios al servicio de una dictadura que enmascara su ostracismo en las
páginas internacionales de un panfleto.
¿Por qué revivir los símbolos de un pasado, tan detestable como el
presente que vivimos los cubanos?
Más del 60 por ciento de los adolescentes cubanos, pertenecientes a los
niveles secundarios, preuniversitario y educación superior, conviven
bajo pequeños regímenes de internamiento. La reclusión de jóvenes es
controlada en escuelas con doble propósito, estudio-trabajo o estudio-fusil.
La vida interna del estudiantado está marcada por el liderato de los más
capaces, entiéndase los más violentos y respetados estudiantes. Esta
autoridad, previamente seleccionada por el claustro de profesores (u
oficiales en el caso de las escuelas militares), no está basada en los
índices académicos, si no en su capacidad autoritaria, o lo que llaman
"su combatividad".
Para quienes vivieron los desmanes y la violencia sin armas de fuego en
una secundaria o un preuniversitario en el campo, seguramente pudieran
asociarlos a un fascismo de nuevo tipo.
En la década de los 80, los Skin Heads o cabezas rapadas influenciaron a
parte de la adolescencia cubana. El símbolo nazi era dibujado en
paredes, mesas de estudio, baños, albergues, etc.
El gobierno cubano ha tratado, y trata por todo los medios, de mantener
a la adolescencia dentro del marco socio político que germinó en los
primeros años de la revolución. Necesita de fórmulas para apaciguar el
descalabro juvenil, apoyándose en una doctrina que intenta ser de todos
y para todos.
El objetivo es sembrar en los educandos la apología que describe el
bloqueo, el terrorismo y los amagos imperiales como el cruel mensaje
sobre el cual sobrevive la entelequia revolucionaria.
Estoy casi seguro que la mayoría de los cubanos apoyamos el control del
armamento a manos del ejército, el mismo que hizo la revolución con
simpatía, pólvora, plomo y fusilamientos. De no ser así, y si las armas
estuvieran disponibles, sin duda alguna los índices de violencia juvenil
estuvieran entre los primeros de América Latina.
El caso de los reclutas no está cerrado, se ocultan algunas
implicaciones y actitudes que pudieron ser evitadas dentro del
"infalible cuerpo militar".
En Cuba, pudiéramos estar en presencia de una especie de neocastrismo,
una influencia que se nutre de varias tendencias xenófobas, internas o
externas. Es propio de un sistema agobiante, que se escuda en
terroristas y ocupaciones imperiales, o en la sintaxis de una prensa que
proclama, con elocuencia, el mensaje del terror.
odelinalfonso@yahoo.com
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