Gran feria de oportunidades
Aunque no suele ser relacionada entre las 'conquistas de la Revolución', 
la Ley de Ajuste ha reportado enormes beneficios al régimen.
José Hugo Fernández, La Habana
jueves 28 de junio de 2007 6:00:00
El movimiento de lanchas rápidas entre Cuba y los cayos de la Florida, 
trasegando carne fresca (para la libertad, el chasco o la panza de los 
tiburones, según venga la suerte), continúa en alza creciente, aunque no 
aparezca entre las últimas noticias del día, quizá porque la costumbre 
convierte en monotonía la tragedia, o simplemente porque en silencio 
tiene que ser.
De alternativa para grupos de intrépidos, esta puerta de escape parece 
haber derivado en obsesión masiva, en centro y fin, únicos por lo 
general, de una multitud de jóvenes, hombres sobre todo, que arriban a 
la adultez concentrando sus expectativas de vida en el albur de los pies 
secos-pies mojados.
Esto reafirma la llamada Ley de Ajuste Cubano no sólo como la más 
controvertible de las disposiciones decretadas en Estados Unidos a 
propósito de la Isla, sino también como la más curiosa: paradójica por 
partida triple.
Aunque no suele ser relacionada entre las "conquistas de la Revolución", 
dicha medida le ha reportado al régimen enormes beneficios. De algún 
modo le resulta tan utilitaria como sus dos caballos de lucha política: 
la educación y la salud pública.
Y no es broma. Algún día los cubanólogos tendrán que sacar cuentas. 
Entonces va a quedar en limpio, con datos y cifras, hasta qué punto el 
cacareado enemigo de allá actuó como escudo del de acá, mediante la 
habilitación y defensa de un sistema que le sirve de achique contra 
hundimientos, toda vez que le permite "botar lastre" en forma 
sistemática, barata, eficaz y muy oportuna para la garantía del statu quo.
Calculemos los miles, cientos de miles de personas jóvenes, resueltas, 
arrojadas, dispuestas a jugársela por cambiar de vida y, claro, 
contrarias al régimen, de las que éste se libra cada año por la vía de 
marras. Luego calculemos la bocanada de oxígeno que insuflan con sus 
remesas los cientos o miles que entre esas personas consiguen finalmente 
llevarse el gato al agua.
La única actitud compasiva
Para no ser ingratos, habría que reconocer que también la disposición ha 
beneficiado al pueblo cubano. De hecho, si se descuenta el proverbial 
"Bombo" (con funcionamiento casi siempre muy irregular), ella es 
portadora de la única actitud compasiva que en los últimos años 
manifestaron por nuestra gente los gobiernos estadounidenses y sus 
acólitos de la rancia politiquería cubanoamericana.
Por ello mismo, es la más paradójica de las medidas que encrespan la ola 
de las "hostilidades" entre el Norte y la Isla. No solamente consigue 
favorecer, a un mismo tiempo, al régimen y al pueblo, en forma insólita 
pero cierta y demostrable, sino además ha hecho coincidir, por lo menos 
alguna que otra vez, los intereses de ambos (pueblo y régimen) con los 
de aquellos politiqueros ricachones egoístas e indolentes que se 
autodenominan los duros del exilio.
La diferencia está en que mientras el pueblo hace uso, lo más callada y 
frenéticamente que le sea posible, de la modalidad pies secos-pies 
mojados, a los politiqueros de allá les sirve como campaña para 
continuar engordando sus barrigas, y al régimen de aquí como cortada 
para su papel de víctima del imperio.
No en balde la tildan de "ley asesina", una acusación que repiten los 
recaderos de la izquierda mundial, sin darse cuenta que el mundo puede 
darse cuenta de que el verdadero asesinato no radica tanto en la ley que 
propicia desde allá el tráfico de personas, como en la situación y las 
leyes que desde acá impulsan a los desesperados a pagar un dinero que no 
tienen por una aventura que muchas veces desemboca en fracaso, y otras 
en suicidio.
Así las cosas, continúa abierta esta gran feria de oportunidades. Con 
ganancias que cuentan y suenan (10.000 dólares por cabeza) para los 
lancheros, que en muchos casos no son sino deleznables bandidos, dicha 
sea toda la verdad. También continúa activado y en su pleno apogeo un 
conducto de ilusión (tétrico, pero conducto al fin) para los 
desesperados. Y a la vez un medio adicional de subsistencia para la 
fauna hambrienta de nuestros mares.
http://www.cubaencuentro.com/es/encuentro-en-la-red/cuba/articulos/gran-feria-de-oportunidades/(gnews)/1183003200
 
 
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