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Tuesday, January 02, 2007

La salud de Castro empana efemerides en Cuba

Edición del 02 de enero de 2007

La salud de Castro empaña efemérides en Cuba

Preocupación en fiestas de fin de año y aniversario del triunfo
revolucionario

GERARDO ARREOLA /I CORRESPONSAL

La Habana, 1º de enero. Los cubanos reciben el año en familia, con carne
de puerco, arroz con frijoles, cervezas, música y ron. Muchos tiran un
cubo de agua desde sus balcones para ahuyentar a los malos espíritus.
Desde 1959, la fecha está marcada, también, por el triunfo del
levantamiento armado que encabezó Fidel Castro. Por eso hay vecinos que
estos días cuelgan en sus fachadas la bandera nacional o la rojinegra
del Movimiento 26 de Julio.

La radio y la televisión animan la noche con salsa y rumba, pero los
lemas políticos son constantes. Como la guerrilla de la Sierra Maestra
empezó y culminó entre diciembre y enero, esta es una temporada que
acumula efemérides. Cada día significa un nombre, un giro de la historia
reciente de Cuba, que ahora reviven en fotos borrosas, videos
accidentados en blanco y negro, documentales, entrevistas, homenajes,
frases que salpican las ceremonias públicas y los gigantescos carteles
callejeros.

Este 2007 llega cuando Fidel Castro tiene cinco meses fuera de sus
funciones, tras una enfermedad desconocida. Su imagen, sus citas y hasta
su voz, se repiten acentuadamente en los últimos días, ya por sus 80
años recién cumplidos, ya por sus andanzas de hace medio siglo.

Cinco meses: dos etapas

En este lapso hay claramente dos etapas. En la primera (agosto-octubre),
Fidel Castro habla de su salud en mensajes escritos, se muestra en
fotos, en videos, recibiendo gente. Se le ve que conversa, se levanta,
abraza o saluda a sus visitantes. Prevé ''semanas de reposo'', pero
luego alarga el horizonte y recuerda que aún está en riesgo. El 4 de
septiembre alza el ánimo: ''El momento más crítico quedó atrás''. Se
cuenta que ve televisión, habla por teléfono y aborda algunos asuntos
oficiales.

Entre el 29 de septiembre y el 25 de octubre no hay reporte oficial
alguno sobre el mandatario. En el vacío de 26 días se levanta el rumor.
El semanario Time dice que, según fuentes de inteligencia estadunidense,
Castro tiene cáncer y está en fase terminal. El líder cubano reacciona:
aparece en un video, lee titulares de prensa de ese día, aventura unos
pasos con gran dificultad.

Al quedar el comandante fuera de la vista pública puede irrumpir ­como
ha ocurrido en el pasado­ un remolino de conjeturas sin límite. Al
aparecer en su situación actual, la imagen del líder resulta auténtica,
pero contrasta con la del icono revolucionario. La decisión se inclina
por la segunda variante. En agosto, Fidel Castro aparece tendido en una
cama, muy adelgazado.

En otras tomas tiene mejor semblante y actitud. Pero la filmación de la
brevísima caminata del 28 de octubre causa consternación dentro y fuera
de Cuba. Durante los siguientes dos meses no hay más fotos ni videos.

Llega noviembre y las miradas apuntan al 2 de diciembre, cuando debe
celebrarse el desfile militar por el cincuentenario de la expedición del
Granma y el cumpleaños. El gobierno mantiene el bajo perfil sobre la
salud del mandatario. Sólo escuetas y esporádicas frases que hablan de
una recuperación progresiva, a tono con la definición oficial del tema:
secreto de Estado. Del 8 al 28 de noviembre hay otro silencio total. El
12 de noviembre la agencia Ap difunde una versión similar a la de Time.

A finales de mes decenas de invitados extranjeros asisten a un coloquio
sobre la vida y obra de Castro, para festejar su 80 aniversario. La
conversación en los pasillos del Palacio de las Convenciones es copiosa
y monotemática. Algunos creen hallar más silencio y más rostros
endurecidos de lo que esperaban en sus interlocutores cubanos. El
ecuánime Carlos Lage habla en la clausura y se le rompe la voz. Tiene
que gritar para sobreponerse cuando evoca el día en que ''no esté
Fidel''. La ausencia del líder se une a los recuerdos del Granma y a la
publicación acelerada de la virtual autobiografía Cien horas con Fidel,
en capítulos sueltos. Es inevitable albergar sospechas.

Tras su ausencia en el desfile renace el remolino. The Independent dice,
de ''fuentes occidentales'', que no llega a Navidad. El director de
Inteligencia estadunidense, John D. Negroponte, repite a The Washington
Post la versión del cáncer terminal, pero esta vez lo desmiente el
mandatario venezolano, Hugo Chávez. Congresistas estadunidenses que
vienen a la isla recogen la misma réplica.

Un tercer desmentido sube el tono, por el rango de su autor y las
novedades que aporta. El prestigiado cirujano español José Luis García
Sabrido, cercano a la dirigencia cubana, dice en Madrid que la operación
tuvo ''complicaciones'', que la enfermedad es ''benigna'' y Castro puede
retomar su actividad, pero la recuperación tiene ''límites'' por la edad.

Como nada de eso se reproduce en la isla, los cubanos comunes se enteran
más de su líder por las versiones que se filtran del exterior que por
sus propios dirigentes o servicios médicos.

Fin de año

Se acumulan las efemérides de la época, los 80 años y el cuadragésimo
octavo aniversario del triunfo de la revolución. En la prensa, la
televisión o las calles, las imágenes del líder cubano saltan de época y
circunstancias: de México a la Sierra; de Girón a Angola. Ya aparece
bien afeitado, de traje y corbata; ya como joven guerrillero de barba
negra, estadista de uniforme de gala u orador de imagen reciente. Se le
invoca con un número ''80'' o en un rostro alargado de aire bizantino,
trazado por Osvaldo Guayasamín.

El año nuevo en Cuba es distinto esta vez, con esa mezcla de imágenes de
Fidel Castro en muchos tiempos, a la que falta la del presidente en
persona. Sin embargo, ahora no hay rostros endurecidos y, en cambio, él
mismo habla de su recuperación como una ''batalla'' que puede ganar.
Esta primera noche del año es festiva por el levantamiento final de
1959, la salsa y la rumba, que resuenan en los parques públicos del
país. En el corazón de la capital la multitud espera un cierre de lujo
con Los Van Van.

http://www.jornada.unam.mx/2007/01/02/index.php?section=mundo&article=032n1mun

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