SOCIEDAD
Mascarada
Rafael Ferro Salas, Abdala Press
PINAR DEL RIO, Cuba - Junio (www.cubanet.org) - La señora Novo dice que 
es revolucionaria. Es la esposa de un coronel de las fuerzas armadas. El 
coronel Cámara (así se apellida el esposo de la señora Novo) es jefe de 
la Asociación de Combatientes en esta provincia. Es una organización de 
agrupa a veteranos del ejército que comandado por el señor Castro 
derrocó al gobierno anterior en 1959.
A la señora Novo le proporciona algunas ventajas hacerse pasar por 
"revolucionaria", también se las proporciona el ser la esposa de un 
coronel. Pero… no se confunda, mi amigo lector; lo de la señora Novo es 
un juego que aquí en Cuba muchos llaman doble moral, aunque de moral no 
hay nada, es un simple eufemismo. La Novo -como le dicen algunos- es una 
dama gorda y de buen vestir, está de más decir que de buen comer también.
El socialismo es un sistema que genera miserias a gran escala, y esas 
miserias se reparten equitativamente entre las personas. Es una fórmula 
diabólica: la miseria repartida toca a más miseria.
La señora Novo se adapta al socialismo cubano pasando como socialista de 
las buenas, y escapa de las miserias. Ella tiene a casi todos sus 
hermanos en la Florida, pero no lo proclama. Su debilidad por las cosas 
buenas y el dinero se desborda cuando esos hermanos visitan la isla. 
Entonces la señora Novo se vuelve una verdadera leona defendiendo los 
bultos que traen sus hermanos. La señora Novo es bien inteligente, como 
se dice en buen cubano: sabe nadar y esconder la ropa.
Desde su condición de mujer de un oficial de las fuerzas armadas con un 
"importante cargo" como el que tiene su esposo, la señora Novo visita 
los mejores centros turísticos de la provincia, reservados solamente 
para funcionarios del gobierno y altos oficiales del ejército. Es obvio 
señalar que en esos sitios de preferencia para los "revolucionarios", la 
señora Novo tampoco habla de sus hermanos exiliados en la Florida.
Hace apenas unos días a un sobrino de la señora Novo le hicieron un 
registro policial en su casa y le ocuparon todo tipo de efectos 
eléctricos, dinero y hasta le confiscaron la vivienda. Allí el sobrino 
hospedaba a extranjeros y lo hacía de manera ilegal. Al parecer alguien 
lo delató y la suerte le cambió de la noche a la mañana al muchacho.
La "revolucionaria" señora Novo se enteró de lo sucedido a su querido 
sobrino y montó en cólera. Consideró que era injusto todo lo que le 
habían hecho. Vale decir que como revolucionaria hizo hasta lo imposible 
por salvarlo, pero… por gusto, entonces se le fue cayendo la máscara del 
rostro a la doña. Le pisaron el callo -otro decir popular- y le dolió 
bastante.
El oficio de periodista lo lleva a uno a enterarse de todo -o casi todo, 
para no pecar de absoluto- y este periodista supo que la señora Novo 
está preparando algo. Cuentan que está a punto de jubilarse y cuando lo 
haga, irá a solicitar el permiso de visita a la sección de intereses de 
los Estados Unidos para visitar a sus hermanos como buena 
"revolucionaria" que es.
No se sorprenda, amigo lector; al compás del son de la señora Novo 
bailan muchos "revolucionarios de hoy". Son el privilegiado elenco de un 
baile de máscaras, y… no hay caretas para todos en este carnaval de 
cuarenta y siete años, el más largo del mundo.
http://www.cubanet.org/CNews/y06/jun06/01a9.htm
 
 
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