La Habana a la espera de Obama… y La Bestia
Ya algunas personas dicen que por las calles de La Habana han visto
caminando tipos demasiados fornidos y serios, escrutándolo todo, y que
intentan pasar por turistas.
Iván García Quintero
marzo 08, 2016
No hace falta ser un experto del servicio secreto para determinar, por
la premura en las construcciones, los sitios por los cuales se prevé que
pase o se detenga Barack Obama en su estancia de dos días en La Habana.
Si el Air Force One aterriza en la Terminal 3 del Aeropuerto
Internacional José Martí, el Cadillac presidencial se desplazaría por la
autopista este-oeste para empalmar por la avenida 25 hacia la residencia
del encargado de negocios Jeffrey De Laurentis, en el reparto El
Laguito, donde se supone que el matrimonio Obama residiría durante su
estancia en Cuba.
La Terminal 2, lo más parecido a una estación de trenes, y donde se
reciben los vuelos de Estados Unidos, quedó descartada para recibir al
Presidente y su comitiva, según un funcionario de la instalación.
El otro punto de llegada pudiera ser la Terminal 1. De ser así, se
espera que el Gobierno de Raúl Castro le tenga preparado un recibimiento
popular al mandatario estadounidense.
Los hermanos Castro tienen un doctorado en agasajos multitudinarios para
recibir a personalidades de alto rango que arriban a La Habana. Desde
Leonid Brezhnev al Papa Francisco, la autocracia criolla suele armar
recepciones gigantescas. Cuando esto ocurre,
la capital se paraliza ese día.
El transporte urbano se interrumpe y miles de trabajadores y estudiantes
son trasladados a los diferentes puntos por donde pasará el cortejo. No
faltan las pancartas, los cartelones y las banderas de papel
confeccionadas en la imprenta Federico Engels, subordinada al
departamento ideológico del Partido Comunista. Tampoco faltan consignas
y congas de ocasión.
Aunque esta vez, un segmento considerable de habaneros y residentes en
provincias occidentales, irían de manera espontánea. Por curiosidad y
por simpatías a Obama. La tendencia a la fábula del cubano de pie,
tendría una oportunidad de oro para grabar con sus celulares el paso de
La Bestia por la avenida de Rancho Boyeros.
Todavía faltan dos semanas para que llegue Obama y ya se han desatado
los rumores.
"Dicen que por donde pasa La Bestia se desconecta en 100 metros a la
redonda la señal de Wi-Fi y la telefonía móvil", comenta un ingeniero en
telecomunicaciones.
Ni siquiera Fidel Castro, con su impresionante séquito de seguridad
personal, se acerca al despliegue de hombres y tecnologías que provoca
el desplazamiento de un presidente de Estados Unidos.
Ya algunas personas comentan que por las calles de La Habana han visto
caminando tipos demasiados fornidos y serios, escrutándolo todo, y que
intentan pasar por turistas.
"La pinta del policía es igual en Cuba o en la Conchinchina. El viernes
vi a dos grandotes que parecían jugadores de rugby por los alrededores
de la Universidad de La Habana. Con sus mandíbulas cuadradas y pelados
de corte militar no engañan a nadie. Eran del servicio secreto de
Obama", asegura Eugenio, taxista privado.
Precisamente en la Universidad se observa un ajetreo de obreros
renovando la vieja institución. "Se comenta que Obama dará una
conferencia en el Aula Magna", señala en voz baja un profesor. Cierto o
no, la calle San Lázaro, que confluye en la escalinata universitaria,
fue asfaltada y pintadas las señalizaciones con cal blanca.
En el viejo Estadio del Cerro un enjambre de operarios y funcionarios
laboran sin descanso. Al terreno se le sustituyó la hierba y se levantó
la arcilla. Se pintaron las graderías de azul intenso y se renovaron las
cabinas de transmisión televisiva.
"Es increíble las cosas que pasan en este país. Desde el 2009, el
estadio estaba en obras, a paso de tortuga, y según el cronograma se
esperaba concluirlas en 2020, pues las autoridades decían que no había
financiamiento. Pero nada más conocer que Obama venía a ver el juego de
Tampa Bay contra el equipo Cuba, apareció el dinero enseguida", expresa
un obrero.
Las ruinosas viviendas del barrio de Carraguao, aledañas al Latino, como
hoy es más conocido el Estadio del Cerro, recibieron una mano de pintura
y las calles interiores fueron reparadas. Toda la avenida 20 de Mayo
está siendo remozada.
"Al parecer 'el hombre' va entrar al Latino por esta avenida. Tiene su
lógica, es una calle ancha y en bastante buen estado que comunica
directamente con la calle Paseo y el Palacio de la Revolución. Y los
edificios y casas por esta zona están mejor conservados. Si entrara por
la Calzada del Cerro o por Infanta, Obama se espantaría con la suciedad
y el destrozo", afirma Orlando, vecino del lugar.
Nilda, empleada de ETECSA, cuenta que su empresa va a habilitar 300
pares telefónicos en el Latino. "Y también una zona Wi-Fi. Cosas que
pasan. Cualquier persona pide un traslado de teléfono y te dicen que no
hay pares. Pero para estas cosas, enseguida aparecen los recursos. Hace
dos meses se destinaron 50 pares a la zona del Laguito, donde vive el
vicepresidente Miguel Díaz-Canel".
Varias áreas de El Vedado, Miramar y la Habana Vieja se acicalan para la
visita de Barack Obama.
También una flota de "almendrones" o viejos autos americanos está lista,
por si el jefe de la Casa Blanca quisiera recorrer la ciudad en un
descapotable.
A los funcionarios estadounidenses que visitan La Habana, les gusta
montar en añejos coches vestidos con pulcras guayaberas blancas, hacerse
selfies delante de edificios novedosos y beber mojitos en el bar del
Floridita, el preferido de Hemingway. Veremos si Obama se salta el
protocolo.
Source: La Habana a la espera de Obama… y La Bestia -
http://www.martinoticias.com/content/habana-cuba-obama-bestia/116893.html
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