A un turista llamado Barack Obama
VICENTE MORÍN AGUADO | La Habana | 11 Mar 2016 - 6:57 pm.
Sr. Barack H. Obama, presidente de los Estados Unidos de América,
sinceramente le deseo éxito en sus objetivos políticos al visitar mi
país. Siendo costumbre de nuestros gobernantes entretener a sus
huéspedes de alto nivel con una cargada dosis de turismo, le sugiero
algunas localidades fuera del protocolo oficial, considerando los 20
años de experiencia que me avalan como guía profesional de turismo.
En la capital puede caminar por la Quinta Avenida y evocar a las Damas
de Blanco, mujeres que, flor en mano, son atacadas cada domingo por
turbas y policías bajo las órdenes del Gobierno que lo invita.
No estaría mal evocar los comienzos del proceso revolucionario en el
muelle de la bahía habanera de donde zarpara el buque español Covadonga,
con más de un centenar de sacerdotes expulsados por el naciente gobierno
de Fidel Castro. Ya ni el papa se acuerda de eso.
"Viñales en Pinar del Río le ofrece un paisaje pintoresco de valles
intramontanos, cercados por mogotes calcáreos, tierras rojas donde se
cultiva el mejor tabaco del mundo", así le dirán los guías oficiales.
Sin embargo, en la misma provincia encontrará los poblados López Peña y
Briones Montoto, a los que miles de campesinos del Escambray fueron
trasladados bajo coacción en los años 60, considerados desafectos al
nuevo gobierno.
Ah, y no olvide exigir un paseo hasta los emplazamientos de los famosos
SR-12 y 14, equipados con cabezas nucleares 100 veces más destructivas
que la tristemente célebre Fat Man, detonada en Hiroshima. Los tenientes
matemáticos soviéticos de turno, calculaban parábolas cuyo punto final
eran populosas ciudades de su país.
Cuba es una isla larga y estrecha, podría viajar sobrados mil kilómetros
recibiendo el calor de nuestro pueblo, que le aplaude en calidad de
esperanza ante el desastre sin visible solución que es la vida diaria de
los cubanos.
Por ejemplo, saltándose el monumento al paradigma de las aventuras
guerrilleras —Che Guevara, en Santa Clara— Camagüey le reserva una
prisión donde inició su huelga de hambre el declarado como prisionero
de conciencia por Amnistía Internacional Orlando Zapata Tamayo, quien,
firme en sus convicciones, terminó inmolándose ante la insensibilidad de
las autoridades.
Tenga especial cuidado en la carretera de solo dos carriles rumbo al
oriente, no olvidar que en el tramo Las Tunas-Bayamo ocurrió un no
esclarecido accidente de tránsito que privó de la vida a dos opositores,
cristianos católicos, uno de ellos Oswaldo Payá Sardiñas, premio Sajárov
de los Derechos Humanos.
De regreso a la capital, si le sugieren el muy atractivo tour de pesca
por las cálidas aguas que frecuentaba Hemingway, sería bueno arrojar
flores en el sitio donde murieron 41 personas, 10 niños incluidos, al
ser hundido por fuerzas militares el remolcador 13 de marzo, cuando los
cubanos a bordo pretendían alcanzar las costas de su país.
De paso estaría rindiendo honores al desaparecido comandante Camilo
Cienfuegos Gorriarán, el más popular de los barbudos bajados de la
Sierra Maestra. Su muerte es otro misterio por esclarecer en los últimos
57 años de nuestra atribulada historia.
Lástima de solo dos días entre nosotros, considerando el tiempo que
usted gastará en el Estadio Latinoamericano, la plaza deportiva más
importante del país, casi en ruinas, ahora remozada parcialmente
gracias a su anunciada presencia en el partido de exhibición que jugarán
los chicos del Tampa Bay con nuestra selección nacional.
Al menos quedaremos agradecidos por este, último e inesperado regalo
involuntario de su parte. Gracias.
Source: A un turista llamado Barack Obama | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1457719064_20859.html
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