Tras la huella', un policíaco sin jueces ni abogados
Los espacios televisivos, y especialmente los policíacos, están llenos
de claves para entender el funcionamiento de las sociedades en las que
se desarrollan
ELIÉCER ÁVILA, La Habana | Septiembre 03, 2014
Los espacios televisivos, y especialmente los policíacos, están llenos
de claves para entender el funcionamiento de las sociedades en las que
se desarrollan. En Cuba se transmiten habitualmente programas de este
perfil, casi todos norteamericanos. Pero también contamos con un
producto de factura nacional que tuvo sus orígenes en el legendario Día
y Noche, serie que muchos recuerdan por los papeles protagónicos de
Jorge Villasón –fallecido en un trágico accidente de auto–, César Évora
–devenido galán de la televisión mexicana– y Albertico Pujol
interpretando a Tabo. El actual, Tras la Huella, se distingue fácilmente
de cualquier otro policíaco en el mundo.
La primera particularidad que salta a la vista es que los únicos actores
de la trama son los policías, las víctimas de los crímenes y los
delincuentes. No existen los abogados ni los jueces. En todas las demás
series extranjeras es visible el conflicto constante entre los
investigadores y fiscales. Unos tratan de convencer a la justicia de la
culpabilidad del acusado mientras los representantes legales no están
dispuestos, de ningún modo, a entregar fácilmente a su defendido. En
Tras la huella, se ahorran ese dilema.
Otro detalle curioso es que el papel fundamental en el esclarecimiento
de los casos no lo juega la astucia de agentes brillantes, ni los
avances de la ciencia dedicada a las disciplinas forenses o peritales.
El rol protagónico lo juegan siempre los "informantes", que ponen de
forma voluntaria a disposición de la policía hasta los detalles más
íntimos de cualquier ciudadano que viva en el barrio.
Los policías, por otro lado, son intachables e incorruptibles. Personas
atractivas, profesionales, con buenos sentimientos, sencillas y
laboriosas. No recuerdo un solo capítulo de Tras la huella donde un
policía haya cometido la mínima falta. No aceptan un soborno, no
extorsionan a ninguna prostituta, no paran un carro turístico para
asustar al chofer y que este les dé algo. Todos hablan correctamente, no
molestan pidiendo el carnet por gusto y nunca hay excesos de fuerza.
¿Los habrán traído de Chipre?
El tipo de delito que normalmente se muestra también es muy original.
Desviar unos muslos de pollo, robar materiales para la construcción o
transportar carne de res en el maletero son crímenes que jamás he visto
en otro policíaco.
No obstante, gracias al carisma de varios de sus actores y a un guión
simple y directo, Tras la huella se ha convertido en uno de los espacios
más populares del momento.
Source: 'Tras la huella', un policíaco sin jueces ni abogados -
http://www.14ymedio.com/opinion/huella-policiaco-jueces-abogados_0_1627037285.html
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