¿Estamos sugestionados?
VERÓNICA VEGA | La Habana | 20 Sep 2014 - 12:42 am.
Las prácticas religiosas que incluyen el sacrificio de animales no son
cuestionadas como un riesgo para la higiene general.
A veces me llega la idea escalofriante de que la inmensa mayoría de los
cubanos está bajo el efecto de una sugestión.
No tengo una explicación menos truculenta para tanta incoherencia.
En los medios se subraya la necesidad de la higiene, se ven avionetas
sobre la ciudad fumigando las áreas al aire libre, se hostiga a la
población con fumigaciones directas que invaden nuestra tranquilidad,
privacidad, en un aparatoso performance de desinfección. Mientras,
montículos de basura se propagan en el espacio físico… y en el tiempo.
La gente coopera con la extensión de los montículos añadiéndole todo lo
que le sobra: desde muebles desvencijados hasta almohadillas sanitarias
usadas.
En la última asamblea de rendición de cuentas de mi circunscripción, la
doctora de la familia enfatizaba la necesidad de fumigar y de que se
chapeara porque "hay mucha hierba".
Yo miraba los raudales de objetos anegando las áreas verdes (muchos
capaces de almacenar agua) y me preguntaba si era yo la única que los
veía. Al mismo sitio donde se improvisó la reunión, llegaban los
asfixiantes miasmas del basurero.
Caminar por La Habana (en cualquier municipio), equivale a que el olfato
sea golpeado con las emanaciones de aguas albañales, orines y heces.
(Hace un tiempo vi un excremento depositado en el umbral de una puerta
lateral de la Universidad de la Habana. Permaneció ahí hasta que se secó.)
Ahora se expande la noticia acerca de un caracol (Achatina fulica)
traído de África por un nigeriano para una ceremonia de la religión
yoruba. La especie se ha propagado y es portadora de parásitos que
pueden causar una enfermedad con frecuencia letal: la
meningoencefalitis. Y una vez más se arremete contra la población con
fumigaciones y alertas sanitarias. Pero en toda la campaña de alarma, en
ningún operativo oficial, he visto que se toque el tema de los
perjuicios que están creando estas prácticas traídas por nuestros
ancestros africanos.
Contra el sacrificio de animales
Hace unos años, entrevisté a un babalawo para el sitio Havana Times: él
mismo se mostraba decepcionado del rumbo que había tomado la práctica
generalizada de su religión, y su visible degradación.
Me sorprende que en todos estos circos oficiales de higiene no se
mencionen tampoco las ofrendas que minan esquinas, parques, costas y
playas (que no son de interés turístico). Ofrendas que invaden la arena
y permean el aire de emanaciones pútridas, de cuerpos en descomposición.
He visto animales sacrificados en los lugares más céntricos; la gente
acepta este otro indicio de decadencia como los tantos otros: con total
indiferencia. No se piensa en que resulta repulsivo e innecesario, que
afecta la estética y la higiene pública, que es un ejemplo de violencia
y crueldad para los niños.
Cada vez es más común ver personas que se han "hecho santo", actuar con
ostensible prepotencia, y el color blanco de su vestidura (símbolo de
pureza), no les impide mostrar su grosería. Muchos creen que
objetivamente, sus dioses los mantienen a salvo del fruto de su
arbitrariedad. No es tampoco un secreto que el ritual ha devenido en
símbolo de jerarquía social.
El dato del caracol importado es la gota que colma el vaso, pero nadie
se pronuncia.
Existe el criterio popular de que si alguien está enfermo y la ciencia
no ofrece una solución, los mismos médicos le recomiendan al paciente, o
acompañante, que recurra a un "brujero"; muchos de los ateos más férreos
han cedido al intento llevados por la desesperación. Otros tantos que no
practican estos cultos temen activar la animadversión de sus
practicantes y ser blanco de hechizos destructivos.
Me pregunto si es esta la causa del hipnotismo. Quiero decir, que la
superstición sostenga este silencio de no hablar de tomar medidas contra
los practicantes sin conciencia cuya fe está afectando a ojos vistas la
salud pública. O si los dividendos que aporta esta cultura como
atracción turística serán suficientes para compensar las víctimas,
costear atención médica, medicamentos, y verdaderas campañas de salubridad.
Conozco de cerca el recelo con que han sido recibidos por el Gobierno
algunos cultos y especialmente los grupos que siguen prácticas de yoga
(no el Hatha Yoga que fue despenalizado por su funcionalidad
terapéutica). Filosofías que no practican ninguna matanza y cuyos
principios son elevar la ética, practicar la compasión, la tolerancia,
el respeto incluso al orden social establecido, y priorizar el progreso
espiritual individual.
Y no hablo de los tiempos en que hasta la religión yoruba era penalizada
con discriminaciones y acosos. Hablo de la época de la visita del papa
Juan Pablo II, cuando se realizó la primera misa católica en la Plaza de
la Revolución. Cuando se despenalizó de los medios la palabra "Dios".
Vertientes del protestantismo cristiano que practicaban el ecumenismo
apoyando a algunos de estos grupos de yoga, fueron advertidas de que
eran "grupúsculos de desafectos al sistema". Ninguno (a excepción de la
Kriya Yoga, que fue fundada por Paramahansa Yogananda antes de 1959),
tuvo o tiene un "templo" oficial; y su desarrollo enfrenta desde
dificultades logísticas hasta infiltraciones de la Seguridad del Estado
que generan conflictos internos y a veces hace colapsar los proyectos.
En la Edad Media las cacerías de brujas fueron performances de horror
que mantenían a las multitudes hipnotizadas, incapaces de expresar la
verdad, o incluso de discernirla.
La sugestión pasó y se hizo visible (aunque siempre lo fue), que eran
manipulaciones de las enseñanzas de Jesús, con el propósito de mantener
el control político, como cualquier gobierno. Las enseñanzas reales
siempre estuvieron disponibles, a través de textos que se salvaron de la
destrucción, y de la "corrección".
Lamentablemente, todavía la "sugestión", impide que se procese con todo
el peso de la ley crímenes de pedofilia en sacerdotes cristianos. O
permite que el poder de la Iglesia obstruya la puesta en vigor de una
ley a favor del matrimonio homosexual.
La parte del hechizo que pesa sobre Cuba en forma de la extendida
religión yoruba (su degeneración, aclaro, y prácticas similares que
involucran matanzas de animales), nos está haciendo pagar bien cara
nuestra apatía.
Quién sabe, cuando la gente despierte al fin, cuál será el saldo total.
Source: ¿Estamos sugestionados? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/cuba/1411166538_10484.html
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