"La revolución cubana fue un sueño que se convirtió en una gran mentira"
"Existe, sin embargo, una fascinación por Castro, quien dio una
identidad a Cuba"
Vicente Botín estuvo en Vigo para hablar en Club FARO. R. Grobas
Su libro, "Los funerales de Castro" (Ariel), es el resultado de las
observaciones que fue anotando en cuatro años como corresponsal de la
TVE en Cuba y, desde luego, en nada favorecen al régimen que gobierna la
isla. No es un libro con pretensiones ideológicas a la contra del
castrismo, dice él, sino un compendio de consideraciones sacadas del
cuerpo a tierra cotidiano. Al menos, las suyas, las de un curtido
periodista que durante casi 40 años ha visto mucho mundo y especialmente
toda Sudamérica, como ha dejado claro en programas como "Informe semanal".
F. FRANCO - VIGO Dice él que ama a Cuba y le parece maravillosa su gente
pero, parafraseando al poeta Francisco Riverón, que el libro "nació de
mis ojos que han visto las cosas, de mis oídos que escucharon las
palabras y de mis manos que han recogido los acontecimientos". Y de esa
experiencia personal nacen afirmaciones muy críticas: "Yo he vivido
–afirma– en un país en que la gente tiene que robar un poco todos los
días para sobrevivir, donde la sanidad es una mentira, donde la
educación es pura ideología".
–No anda usted con medias tintas...
–¿Y porqué solapar la experiencia de alguien que un día se ilusionó con
aquel cambio en la isla? La gente vive francamente mal allí. Hacer una
revolución para que medio siglo después los nietos vivan peor que los
abuelos, ya me dirá.
–Sí, pero incluso así, decir que tienen que robar un poco todos los días...
–En Cuba hay libreta de racionamiento desde 1962. Tienen oficialmente
productos para todo el mes pero no les llega ni para una semana. El
salario mínimo es de 12 euros al mes y sólo un litro de leche cuesta
tres. Claro, tienen que hacer pequeñas trampas al mismo Estado pero
ellos no lo llaman robar sino resolver.
–¿Cómo definiría usted entones esa revolución cubana?
–Como algo que se convirtió en una mentira, un espacio carente de
democracia y libertad. Fidel tuvo un sueño que parecía fantástico pero
no se cumplió.
–¿Y coincidiría con usted todo el pueblo cubano?
–No. Existe una fascinación del personaje Castro, al que adora mucha
gente en Cuba. ¿Por qué? Porque dio políticamente al país una identidad
frente a Estados Unidos. Pero esa misma gente vive una situación de
emergencia cotidiana y les gustaría vivir mejor.
–O sea, que viven una situación íntimamente contradictoria...
–Existe una doble moral. No es el mundo feliz que reflejan sus medios de
comunicación ¿Dónde están las casas, las escuelas, las calles,
hospitales o mercados de los que hablan?
–Con la muerte de Fidel ¿prevé usted un cambio dulce o hay riesgos de
enfrentamientos imprevisibles?
–Creo que Raúl Castro querría introducir las reformas económicas que
anunció pero Fidel no le deja porque manda mucho. Muerto Fidel lo hará
en una primera etapa pero creo que tendrá una salida en que, con una
imagen más democrática, van a mangonear como en Rusia los herederos de
la antigua nomenclatura, relacionada con las Fuerzas Armadas.
–Todavía hay mucha gente progresista fuera de Cuba que ve con buenos
ojos a Castro...
–Claro que la hay pero deberían valorar que ellos viven en países en que
pueden votar, comprar uno u otro periódico, vivir donde quieran... pero
eso no pueden hacerlo los cubanos.
–La isla es o era la última esperanza para quienes critican las derivas
del neoliberalismo...
–El problema es que la experiencia cubana demuestra que el comunismo ha
fracasado, que la gente no trabaja por ideas sino por bienestar. "El
Estado hace como que me paga y yo hago como que trabajo". Ésa es una
frase que dicen en Cuba.
"La revolución cubana fue un sueño que se convirtió en una gran mentira"
- Sociedad y Cultura - Faro de Vigo (13 July 2009)
http://www.farodevigo.es/secciones/noticia.jsp?pRef=2009071300_8_347873__Sociedad-y-Cultura-revolucion-cubana-convirtio-gran-mentira
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