Carlos Ríos Otero
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - El III Periodo Ordinario de 
la 7ma. Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, a 
celebrarse el primero de agosto, anunciará cambios en la estructura del 
Estado. Se buscará un acomodo de carga en los ministerios. También se 
ajustará la división política administrativa con el objetivo de 
minimizar la burocracia. Son medidas para atenuar la pobreza. Y habrá 
otras sorpresas.
La Asamblea Nacional del Poder Popular es una institución ajunta al 
Comité Central del Partido Comunista, que invade las vice presidencias 
de los Consejos de Estado y Ministros. Su máxima es: "Cuando el poder de 
la revolución esté en juego, se imponen medidas ejemplarizantes".
La reciente promoción de funcionarios adscriptos a los cuerpos 
castrenses estuvo matizada en los medios por la frase: "Por sugerencia 
del Buró Político".
La Asamblea Nacional está invadida por funcionarios provinciales y 
nacionales del Partido Comunista, por los miembros del Comité Central y 
ejecutivos del Consejo de Estado.
La 7ma. Legislatura posee una carga castrense (MINFAR-MININT), que 
supera las anteriores. Estos órganos son presididos por Fidel y Raúl 
Castro, que son elegidos como diputados. El Buró Político tiene copado 
el Consejo de Estado.
La fusión de los ministerios del Azúcar y Agricultura en un sólo 
organismo, es uno de los objetivos propuestos. También la transformación 
del los ministerios de las Fuerzas Armadas y del Interior en un poderoso 
Ministerio de Defensa y Seguridad. Por la complejidad de ambos 
ministerios se estructuran comisiones para futuras decisiones.
Ocho generales ejecutivos de estos son miembros del Buró Político y, 
habitan  en los Consejo de Estado y Ministros: Ulises Rosales 
(Agricultura), Abelardo Colomé (MININT). Del MINFAR: Julio Casas, Álvaro 
López, Leopoldo Cintra, Ramón Espinosa y Quinta Solas. Los comandantes 
de la revolución Guillermo García, Juan Almeida y Ramiro Valdés.
En los 156 bateyes azucareros y planes agrícolas, como el de cítricos de 
Jagüey Grande, se reúne alrededor del 40 % de los 11 millones 300 mil 
habitantes que conforman la población de la Isla. El sector 
agro-pecuario-forestal-azucarero, en el decenio del esplendor de 1980, 
reunió un millón de trabajadores y generaba al menos el 25 % del PIB. 
Hoy es un desastre, más del 57 % de los suelos agrícolas están invadidos 
de marabú, y su aporte al PIB no supera el 7 % , aparte del éxodo 
permanente de la fuerza de trabajo.
El propuesto Ministerio de Defensa y Seguridad ingresa al país alrededor 
del 66 % de las divisas a través del turismo, minería, complejo 
industrial militar, aviación civil, especulación de la bolsa, comercio 
exterior (CIMEX).
El MINFAR-MININT cuenta con un cuerpo de auditores que fiscaliza los 
negocios que el Estado posee en el exterior. Negocios afincados en los 
antiguos países socialistas (principalmente Hungría), y en la zona de 
libre comercio del Canal de Panamá, así como en Ecuador, México, 
Venezuela y el Caribe. Sus tentáculos llegan al Lejano Oriente: Malasia, 
Birmania, Japón y China. También posee haciendas de ganado bovino y 
equino en Brasil, Panamá y Chile.
Según la revista Forbes, muchos generales poseen fortunas personales
(www.secretosdecuba.com). De acuerdo a la ley esto se tipifica como 
enriquecimiento ilícito.
Sin embargo, la iniciativa privada en la expansión de la economía, la 
verdadera reforma agraria, quedará relegada a un tercer plano. Las 
libertades fundamentales rubricadas en la Convención de los Derechos 
Civiles y Políticos y en el Grupo de Río, se aplazan.
La pandemia castrense es parte del Armagedón parlamentario del período 
ordinario del gobierno de Raúl Castro. La 7ma. Legislatura está dominada 
por los generales del Buró Político, que quisieran imponer el modelo 
chino que Raúl Castro recrea en sus noches de insomnio.
Cuba: La pandemia castrense (30 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/30_C_3.html
 
 
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