José Hugo Fernández
LA HABANA, Cuba, julio (www.cubanet.org) - Cada vez que leo los análisis 
que ciertos cocorotas escriben desde el exterior sobre las 
transformaciones que ha experimentado Cuba bajo la presidencia de Raúl 
Castro, me entran ganas de soplar la trompetilla. Y más si quien analiza 
es uno de esos especialistas cuyos criterios suelen ser tragados 
devotamente, como hostias.
Entre rodeos y derrapes, Phillip Peters, vicepresidente de Lexington 
Institute, ha engrosado el contingente con un informe -especie de 
cachumbambé conceptuoso-, donde también se va con la de trapo, pero lo 
hace mezclando tópicos y tónica de un modo tal que cualquier desavisado 
tomaría por sabias sus consideraciones.
Según Peters, luego de lo que él considera el cambio de gobierno, la 
situación ha empeorado en la Isla.
Podría tener razón si empezara por dilucidar que lo peor que tiene 
nuestra situación es precisamente que no hubo cambio alguno en la 
dirección del gobierno, como no fuese nominal. Y para que lo malo pase a 
ser peor, nada es tan efectivo como darle largo.
Con esa tónica de descubridor del agua fría, Phillip Peters entreteje su 
informe, breve, por suerte, destrenzando conclusiones que al final no 
son sino los tópicos de rutina (reconocimiento de la actitud 
"reformista" del "nuevo" gobierno, o lamentación ante lo mucho que 
perjudicaron sus planes los huracanes del pasado año), al punto que no 
valdría la pena dedicarle estas líneas si no fuera porque entre col y 
col termina pasándose de la raya con una afirmación que deja de ser 
tópico de despistados para ser insustancialidad a mansalva.
Resulta que, según el informe de marras, uno de los más notables avances 
derivados del "cambio de gobierno", se aprecia en el hecho de que la 
prensa oficial dejó de ser complaciente con la tiranía. Así que ahora, 
en vez de ocultar los problemas, sus artículos y reportajes exponen las 
verdaderas dificultades del país.
Cuesta trabajo creer que semejante afirmación sea expresada en serio. Y 
aún mucho más cuesta evitar la conclusión de que quien la expresa está 
situado a una distancia galáctica de nuestra realidad, dentro de la cual 
hasta el gato sabe que la prensa oficial es amanuense absoluta del 
régimen, y que los contenidos de artículos y reportajes presuntamente 
críticos que hoy publica no sólo responden a directivas bajadas desde el 
Comité Central del PCC, sino que tienen toda la traza de estrategia 
política destinada a la manipulación de los ingenuos.
Por un lado, esos reportes persiguen marear la perdiz, dando la 
impresión de que es la denuncia periodística la que (a veces) provoca 
soluciones, cuando realmente el proceso tiene lugar al revés, o sea, 
sólo aquellos problemas para los que es posible hallar soluciones, o al 
menos justificaciones, son seleccionados por el régimen para que la 
prensa los "denuncie". Es glasnot a la cubana, digamos que pistoneando 
en baja luego de sufrir derrame cerebral, por la presión.
Por el otro lado, si Phillip Peters dedicara un mínimo de su valioso 
tiempo a fijarse bien, corroboraría fácilmente que todos esos artículos 
y reportajes donde él ha creído ver expuestas las verdaderas 
dificultades del país, muestran en su esencia un denominador común que 
retrata de cuerpo entero el dogma por el cual se rige nuestra prensa 
oficial, a saber: que la causa de la miseria y el despelote que hoy 
sufrimos los cubanos radica no en la inviabilidad de nuestro sistema 
tiránico y totalitario, sino en las monstruosidades y la crisis del 
capitalismo internacional, y además, en las pérdidas que nos provocan 
los fenómenos de la naturaleza, y en los "errores" de un grupo de 
funcionarios del régimen, que con su mal trabajo afectan la esencia 
creadora, justa y noble de la revolución.
El día en que esas lumbreras del exterior, cuyas buenas intenciones 
agradecemos con el alma, descubran en nuestra prensa oficial un solo 
artículo, una sola línea, una sola palabra que aborde sin evasivas el 
más grave problema de los cubanos (del cual se desprenden todos los 
demás), que es la falta de libertades, entonces podrán calificar la 
novedad, sin temor al chasco, como un notable avance. Mientras, sólo les 
queda continuar dándole hilo al papalote.
Cuba: Hilo al papalote (29 July 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/julio09/29_C_3.html
 
 
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