Inverecundia en la Base del PCC
2006-06-26 	
Juan Mario Rodríguez, Periodista Independiente, Corresponsal en la isla 
de Misceláneas de Cuba
El artículo 5 de la Constitución de la República de Cuba estipula que 
"el Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia 
organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la 
sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes 
hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance 
hacia la sociedad comunista". Este título, sin embargo, es vulnerado por 
las imperfecciones humanas.
El secretario general del Comité del Partido Comunista de Cuba (PCC) del 
reparto Alcázar, ubicado en el municipio capitalino Arroyo Naranjo, es 
propietario de una cafetería y, para su explotación, tiene empleado, al 
menos, a siete personas(dependientes, mensajeros y custodios) con las 
que no tiene vínculos familiares, empresa que transgrede la ley del 
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social que rige a los trabajadores por 
cuenta propia, y que establece los límites antes señalados para la 
denominada "ayuda familiar".
Pero ahí no acaban las culpas. Las ofertas de la citada cafetería son 
ilegales, conociendo que los productos utilizados proceden del mercado 
subterráneo (harina de trigo, aceite, levadura, queso, puré de tomate, 
sal, azúcar, jamón, etc.) y no de las tiendas recaudadoras de divisas, 
donde existen a precios que espantan. Esta es la única manera de que los 
negocios particulares cubanos produzcan ganancias.
Cualesquiera de las contravenciones expuestas pueden ocasionar la 
invalidación de la licencia operativa, pero, nuestro titular, un 
capitalista reciclado del Ministerio del Interior (MININT), está 
protegido por los inspectores de la Dirección Municipal de Trabajo y 
Seguridad Social y de la Oficina Nacional de la Administración 
Tributaria (ONAT). Asimismo, por los demás "factores" de la localidad 
(delegada del Poder Popular, presidente de la Asociación de Combatientes 
de la Revolución Cubana (ACRC), la secretaria de la Federación de 
Mujeres Cubanas (FMC)) y, obviamente, por los miembros del comité del 
Partido que él dirige. Toda esta fuerza, hasta la fecha, no ha ejercido 
para que se respete la vigente constitución.
Por otra parte, en franca violación de la ética partidista, divorciada 
de las prácticas burguesas, el señor secretario está transformando su 
casa -las viviendas del otrora Residencial Alcázar son un privilegio- en 
palacete que está consumiendo una cantidad exorbitante de materiales, a 
solo unos pasos de un barracón que alberga a nueve familias aspirantes 
desde hace varios años a un espacio decente.
¿Es acaso éste un caso aislado? El Partido Comunista de Cuba está minado 
en toda su estructura. Sus miembros son protagonista o cómplices de la 
degradación tan profunda que experimenta la nación cubana. Ello, sin 
temor a equívocos, podemos manifestarlo categóricamente.
Por cierto, ¿cuánto tiempo más demorará la celebración del VI Congreso?
http://miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=5909
 
 
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