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Tuesday, September 23, 2014

Por qué el futbol sí y la pelota no?

¿Por qué el futbol sí y la pelota no?
DIMAS CASTELLANOS | La Habana | 23 Sep 2014 - 10:24 am.

La prensa oficialista prioriza disciplinas como el fútbol mientras sigue
acallando los logros de los peloteros cubanos en el exterior.

En 1933, en el torneo preolímpico de la CONCACAF para la Copa Mundial de
Fútbol de 1934, el equipo cubano le ganó a Haití, Jamaica, Colombia y
Costa Rica y perdió solamente con México[1]. En aquella época asistía
un solo equipo por la región, pero como México no pudo viajar por
razones de dinero, Cuba, ocupante del segundo lugar, participó en la
Copa. Desde esa hazaña, hasta la recién concluida Copa del Mundo Brasil
2014, los cubanos no clasificaron para ninguna Copa ni se destacaron en
la región. Una de las pocas noticias se produjo en 2008, cuando varios
miembros del equipo nacional, que participó en la llave A del torneo
preolímpico de CONCACAF, se fugaron en Estados Unidos.

A pesar de lo anterior, los nombres de Lionel Messi y Cristiano Ronaldo
han devenido símbolos para la afición cubana. Cada jugada de Neymar,
Ángel Di María, Miroslav Klose, Iker Casillas, Andrés Iniesta, Arjen
Robben, Mario Gotze, Robin van Persie, Luis Suárez, Juan Guillermo
Cuadrado, James Rodríguez, Paul Pogba, Thomas Müller y decisiones de la
FIFA como la entrega del Balón de Oro a Messi, devienen objeto de debate
apasionado en cualquier esquina del país. Como bien escribió la colega
Yusimí Rodríguez en su artículo Sacarle partido a los partidos de
fútbol, los "cubanos no necesitamos equipo que nos represente en el
Mundial de Fútbol de Brasil para derrochar emociones con cada partido".

No es extraño que en la época de la globalización el más universal de
los deportes haya evolucionado en Cuba de la curiosidad a la popularidad
y que la creciente pasión alcanzara su esplendor con la Copa 2014. El
hecho es demostrativo del empleo de los medios de comunicación para
crear gustos y aficiones, pues el interés cada vez mayor que el fútbol
despierta en los cubanos guarda una estrecha relación con la cobertura
informativa brindada por la televisión, la prensa plana y la radio a los
campeonatos nacionales y las ligas europeas; eso que se conoce como
"campaña mediática".

Durante la Copa Sudáfrica 2010, a las trasmisiones desde algunos hoteles
se unieron centros populares como el cine Yara. Ahora en 2014 se
incorporaron otros cines. La inauguración fue trasmitida con una
pantalla gigante instalada en el Estadio Pedro Marrero y el resto de los
juegos pudieron verse desde otra inmensa pantalla colocada en la Ciudad
Deportiva. A la vez, un considerable número de bares y cafeterías
trasmitieron los juegos como una modalidad de servicio para atraer
usuarios. El resultado es que el fútbol está desplazando al béisbol.

El lunes 14, al día siguiente de celebrarse el último partido de la Copa
en el Maracaná brasilero, comenzó en Estados Unidos el Derby de Jonrones
y al día siguiente la edición 85 del Juego de las Estrellas de béisbol,
en el que participaron cinco de los muchos cubanos que han abandonado el
país en los últimos años y que brillan en la constelación de estrellas
de las Grandes Ligas. Sin embargo, a diferencia del fútbol, sobre este
hecho la prensa oficial ha decretado el silencio, a pesar de tratarse de
algo que nos toca muy de cerca.

En el Festival de Jonrones de 2014 tomaron parte el granmense Yoenis
Céspedes, entonces en los Atléticos de Oakland, y el jardinero
cienfueguero Yasiel Puig, de los Dodgers de los Ángeles.

El primero fue ganador del Derby el pasado año 2013, cuando con 17
batazos de vuelta completa conquistó el título y se convirtió en el
segundo cubano en lograrlo y en el segundo jugador de los Atléticos de
Oakland en obtenerlo. Ahora, en el 2014, Yoenis disparó 28 veces la
pelota hacia las gradas y conectó el bambinazo más largo de ese día,
para convertirse en el primer pelotero que revalida el título de campeón
de Jonrones después de Ken Griffey Jr., quien lo hizo en los años 1998 y
1999.

El segundo, Yasiel Puig, no estuvo bien en este Derby de Jonrones ni en
el Juego de las Estrellas, pero en el año 2013 fue el Mejor Jugador y
Novato del Mes de junio. En 26 partidos encabezó el bateo, fue líder en
porcentaje de embases, conectó 7 jonrones, empujó 16 carreras y bateó 44
hits, con lo cual se colocó segundo en la lista de mayor cantidad de
hits conectados por un novato en su primer mes, quedando a sólo cuatro
de la marca impuesta por Joe DiMaggio en 1936. Su vida será llevada al
cine, basada en un artículo de Jesse Katz publicado en la revista Los
Ángeles Magazine bajo el título Escape from Cuba: Yasiel Puig's Untold
Journey to the Dodgers, donde se recogen los disímiles intentos del
cienfueguero por escapar de la Isla hasta lograrlo en junio de 2012.

Además de Céspedes y Puig en el Juego de Estrellas, participaron el
lanzador holguinero Aroldis Chapman, el campocorto pinareño Alexei
Ramírez de los Medias Blancas de Chicago[2] y el inicialista
cienfueguero José Dariel Abreu, también de los Medias Blancas, equipo
con el que firmó un contrato por 68 millones de dólares para seis
temporadas (11.3 millones por año), superando las marcas impuestas de 36
millones de Yoenis Céspedes en 2011 y de 42 millones de Yasiel Puig en 2013.

Con excepción del programa radial Panorama Deportivo de Radio Rebelde,
de esos cinco peloteros cubanos, tan destacados a nivel mundial como los
15 futbolistas antes mencionados, nada se dijo en Cuba. Es decir, se
trasmite el futbol de mayor calidad del mundo, una decisión correcta
aunque no juegue ningún cubano, pero se prohíbe la trasmisión de la
pelota profesional, donde participan decenas de cubanos.

La gravedad del hecho radica en que la pelota, conjuntamente con las
guerras de independencia, la música popular y el baile, se incorporó a
la cultura de la nación desde el siglo XIX, constituyó la práctica
sociocultural más importante del país y tocó todas las aristas de la
vida nacional, al punto que muchos cubanos recordaban con más precisión
la cronología de la pelota que los hitos de la historia. En nuestro
léxico popular, no hay nada parecido a "parar un penalti", pero todos
entendemos cuando se dice que a "fulano lo cogieron fuera de base". Con
sobrada razón, la doctora Graciela Pogolotti dijo en una oportunidad,
que por su fuerza contaminante la pelota es, sin dudas, "el fenómeno
cultural de mayor alcance y arraigo".

Por tanto, el silencio sobre los peloteros cubanos en la pelota de mayor
calidad del mundo conspira contra uno de los componentes culturales de
nuestra nación, lo que no se puede justificar por la subordinación del
deporte a la política ni por la abolición de la pelota profesional en
1961, pues después de esa fecha, aunque los cubanos no podían
incorporarse a las Grandes Ligas, hubo más estrellas cubanas que nunca y
sus hazañas superaron a las realizadas antes de 1959.


[1] En ese partido México hizo tres goles en el primer tiempo, pero en
el segundo, el capitán del equipo cubano, el delantero Mario López,
anotó dos goles y mantuvo en silencio a 30 mil aficionados mexicanos
hasta que sonó el silbato. Cuba perdió 3 x 2.

[2] El equipo de los Medias Blancas tuvo en sus filas a Orestes Miñoso,
el primer negro cubano que participó en las Grandes Ligas y fue el
ganador de la Serie Mundial del 2005 con el aporte de Orlando Duke
Hernández y José Ariel Contreras.

Source: ¿Por qué el futbol sí y la pelota no? | Diario de Cuba -
http://www.diariodecuba.com/deportes/1411460650_10520.html

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