Aleaga Pesant
LA HABANA, Cuba, octubre (www.cubanet.org) - En las últimas semanas, La
Habana fue invadida por hombres de trajes bien cortados y mujeres con
bellos vestidos y joyas aparentemente caras. No eran blancos y famosos,
sino negros y ricos. Son los presidentes y cancilleres de algunas
empobrecidas naciones africanas. No por gusto el intelectual negro
Leonardo Calvo, reconoce que esas naciones son los estados más pobres
con los mandatarios más ricos.
Vienen a Cuba a pedir, no a comprar, como cuando van a New York, París,
Roma, Londres. Lo mismo solicitan un médico para la selva o el desierto,
que un técnico, becas gratuitas para príncipes de tribus minúsculas, o
maestros alfabetizadores para zonas de conflicto. Como no pagan con
dólares de sus bolsillos (esos los guardan en las bóvedas del banco del
Estado), les parece bien llevarse lo que puedan agarrar.
El mérito por las visitas de los africanos hay que concederlo a Rodolfo
Puente Ferro, jefe de la oficina de África del Comité Central del
Partido Comunista. Él entrega las claves y ellos las tocan: cese del
bloqueo imperialista, liberación de los espías antiterroristas, y otras
yerbas.
En comparación con la actual hemorragia de líderes africanos en Cuba, en
2008 visitaron el país presidentes, vicepresidentes, cancilleres, jefes
de parlamentos de al menos las dos terceras partes del continente. Entre
las más importantes están Guinea Ecuatorial, Ghana, Argelia, Sao Tome y
Príncipe, Angola, Mozambique y Namibia; además de la permanente visita
de altos mandos del ejercito de Suráfrica. A la lista se pueden agregar
los viajes en dirección inversa del ex Canciller Felipe Pérez, de
Esteban Lazo, Jaime Crombet y el General Leopoldo Cintra.
Las visitas de Raúl Castro, sus descendientes y altos oficiales de las
Fuerzas Armadas a África, aunque con pantalla humanista o política, se
relacionan con los negocios familiares del General y sus acólitos a
través de la empresa Antex, del holding Gaesa.
Fuera de esas posibles transacciones económicas de la casta, no existe
un intercambio comercial que justifique el tráfico de funcionarios, los
cuales evidencian, el esfuerzo que hacen los estados totalitarios para
establecer políticas que permitan su supervivencia.
Estos intercambios demuestran el interés del gobierno cubano en sostener
el poder que le permita cumplir sus sueños de potencia mundial. Para eso
utiliza como mano de obra esclava a su población, y los políticos
africanos son cómplices de estos manejos.
Una Cuba democrática debe redimensionar su política hacia ese continente
y ajustar sus presupuestos de visitas y recepción a la realidad de una
pequeña y empobrecida isla.
aleagapesant@yahoo.es
Cuba: ¿A qué vienen los africanos? (22 October 2009)
http://www.cubanet.org/CNews/y09/octubre09/22_C_3.html
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