Cubamatinal/ Después del golpe de estado militar en Cuba 1952 que duró
hasta su derrocamiento en 31 de diciembre de 1958 que Fulgencio Batista
salió huyendo en esa despedida de año rumbo a República Dominicana todos
supimos que Cuba no adelantó y perdió su desarrollo económico, sus
aspiraciones sociales y sobre todo su soberanía de democracia pujante.
Por José L. Martel
Miami, 12 de octubre/ Paulatinamente fué sumida en una nación de
engaños, mentiras, promesas incumplidas, despojo de sus riquezas
nacionales, veda a la inversión extranjera y la propiedad privada del
ciudadano hasta ser convertida en una nación desesperada que tanto hace
sufrir a los que se quedaron y nacieron bajo la bota totalitaría de unos
consumados traídores, Fidel y Raúl Castro & su Cúpula Infernal.
Bajo la dictadura del gobierno de Batista se mantenían los partidos
políticos, congreso nacional (senadores y representantes) y la economía
florecía y se desarrollaba. Nunca pararon las inversiones nacionales y
extranjeras bien cuantificadas pero lo único que se había violado lo mas
sagrado de la república, su constitución dentro de los poderes del estado.
Se cuenta y se atestigua que gracias a la benevolencia de Bastista,
Fidel Castro incluyendo su hermano Raúl y demás integrantes de jovenes
asaltantes a los cuarteles Moncada de Santiago de Cuba y Carlos Manuel
de Céspedes de Báyamo salvaron sus vidas y mas tarde indultados.
También se dice que gracias a la intervención de su suegro en aquellos
tiempos, el senador Rafael Díaz Balart (por la provincia de Oriente);
otro senador oriental, Anselmo Aliegro propiciaron el perdón a sus
vidas, especialmente Fidel, suegro del primero y posteriormente
indultados de prisión rumbo al exilio.
Pero su cuñado de aquel tiempo, Dr. Rafael Díaz Balart, hijo,
representante a la Cámara de Representantes tuvo, como vemos en este
alegato, lucidez y visión futura cuando en una sesión ordinaria de este
legislativo pidió no amnistía ni perdón a los encausados. La vida
desmostró que tuvo razón ya que ese inculpado resultó ser la perdición
de todos.
Una persona conocida hizo llegar ese contenido que a mi entender es
parte de la historia de todos los cubanos que amamos y luchamos por la
libertad y democracia de nuestro suelo. Hoy un 12 de octubre "Día de la
Hispanidad" debemos rendir homenaje a todos los presos políticos que
guardan prisiones en las inmundas y asquerosas cárceles del castrismo.
Señor Presidente y señores representantes:
He pedido la palabra para explicar mi voto, porque deseo hacer constar
ante mis compañeros legisladores, ante el pueblo de Cuba y ante la
Historia, mi opinión y mi actitud en relación con la amnistía que esta
Cámara acaba de aprobar y contra la cual me he manifestado tan reiterada
y enérgicamente.
No me han convencido en lo más mínimo los argumentos de la casi
totalidad de esta Cámara a favor de esa amnistía. Que quede bien claro
que soy partidario decidido de toda medida a favor de la paz y la
fraternidad entre todos los cubanos, de cualquier partido político o de
ningún partido, partidarios o adversarios del gobierno. Y en ese
espíritu sería igualmente partidario de esta amnistía o de cualquier
otra amnistía.
Pero una amnistía debe ser un instrumento de pacificación y de
fraternidad, debe formar parte de un proceso de desarme moral de las
pasiones y de los odios, debe ser una pieza en el engranaje de unas
reglas de juego bien definidas, aceptadas directa o indirectamente por
los distintos protagonistas del proceso que se está viviendo en una nación.
Y esta amnistía que acabamos de votar desgraciadamente es todo lo
contrario. Fidel Castro y su grupo han declarado reiterada y
airadamente, desde la cómoda cárcel en que se encuentran, que solamente
saldrán de esa cárcel para continuar preparando hechos violentos, para
continuar utilizando todos los medios en la búsqueda del poder total al
que aspiran.
Se han negado a participar en todo proceso de pacificación y amenazan
por igual a los miembros del gobierno que a los de la oposición que
deseen caminos de paz, que trabajen a favor de soluciones electorales y
democráticas, que pongan en manos del pueblo cubano la solución al
actual drama que vive nuestra patria.
Ellos no quieren paz. No quieren solución nacional de tipo alguno, no
quieren democracia, ni elecciones ni confraternidad. Fidel Castro y su
grupo solamente quieren una cosa: el poder, pero el poder total, que les
permita destruir definitivamente todo vestigio de Constitución y de ley
en Cuba, para instaurar la más cruel, la más bárbara tiranía, una
tiranía que enseñaría al pueblo el verdadero significado de lo que es la
tiranía, un régimen totalitario, inescrupuloso, ladrón y asesino que
sería muy difícil de derrocar por lo menos en 20 años.
Porque Fidel Castro no es más que un psicópata fascista, que solamente
podría pactar desde el poder con las fuerzas del comunismo
internacional, porque ya el fascismo fue derrotado en la Segunda Guerra
Mundial, y solamente el comunismo le daría a Fidel el ropaje
pseudo-ideológico para asesinar, robar, violar impunemente todos los
derechos y para destruir en forma definitiva todo el acervo espiritual,
histórico, moral y jurídico de nuestra República.
Desgraciadamente hay quienes, desde nuestro propio gobierno tampoco
desean soluciones democráticas y electorales, porque saben que no pueden
ser electos ni concejales en el más pequeño de nuestros municipios..
Pero no quiero cansar a mis compañeros representantes. La opinión
pública del país ha sido movilizada a favor de esta amnistía. Y los
principales jerarcas de nuestro gobierno no han tenido la claridad y la
firmeza necesarias para ver y decidir lo más conveniente al Presidente,
al Gobierno y, sobre todo, a Cuba . Creo que están haciéndole un flaco
favor al Presidente, sus ministros y consejeros que no han sabido
mantenerse firmes frente a las presiones de la prensa, la radio y la
televisión..
Creo que esta amnistía, tan imprudentemente aprobada, traerá días,
muchos días de luto, de dolor, de sangre y de miseria al pueblo cubano,
aunque ese propio pueblo no lo vea así en estos momentos.
Pido a Dios que la mayoría de ese pueblo y la mayoría de mis compañeros
representantes aquí presentes, sean los que tienen la razón. Pido a Dios
que sea yo el que esté equivocado. Por Cuba.
Dr. Rafael Díaz Balart
cubamatinal.com| | (18 October 2009)
http://www.cubamatinal.com/Noticia.cfm?NoticiaID=13465
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