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Monday, September 11, 2006

Proyecto 23

SOCIEDAD
Proyecto 23

Tania Díaz Castro

LA HABANA, Cuba - septiembre (www.cubanet.org). Para escribir esta
crónica no voy a utilizar estadísticas económicas como esas que nos
dicen que el Producto Interno Bruto más bajo de América Latina
corresponde a Cuba, la isla del Caribe que enarbola el socialismo como
el sistema económico que ofrece mejor calidad de vida. Prefiero escribir
esta crónica bajo los efectos de nuestro pasado y de nuestro presente.
El futuro se lo dejo a Dios y a quienes lo predicen.

El problema es que estamos ante otro gran proyecto del socialismo
cubano: crear una cadena de instalaciones gastronómicas estatales a lo
largo de la calle 23, del Vedado capitalino. La misma prensa
oficialista, Trabajadores, del pasado 4 de septiembre nos informa que la
mayoría de los clientes entrevistados dudaba de la durabilidad de dichas
instalaciones.

Los que vivimos en Cuba sabemos muy bien que cualquier proyecto estatal
establecido para brindar algún servicio a la población, dura lo que un
merengue en la puerta de una escuela. Al igual que los periodistas de
Trabajadores, también pensamos que el escepticismo es justificado,
porque bajo el socialismo, donde todo pertenece al Estado, nada se
mantiene funcionando en óptimas condiciones.

Inspiran pena esas cafeterías administradas por el Estado que empiezan
bien y al poco tiempo, junto a la mala calidad de sus productos, el
deterioro paulatino que sufre la instalación hace que los mismos
inspectores estatales que la supervisaban ordenen su clausura.

Aún así, el gobierno insiste en tratar de obtener para la ciudad lo que
fácilmente se logra bajo un régimen de economía libre: remoza sus
cafeterías, pizzerías, bares y restaurantes, aunque al poco tiempo se
vea obligado a cerrarlos, sin querer darse cuenta de que el caballo no
prospera porque no tiene amo. Los administradores, tan asalariados como
el resto de los trabajadores, no poseen ese ojo que le es tan necesario
al caballo.

Pero el gobierno socialista no se da por vencido. No importa que hayan
transcurrido 47 años de experiencias y sufrimientos para el pueblo.
Ahora se habla del "Proyecto 23", aunque dentro de unos meses sus 32
unidades gastronómicas comiencen a cerrarse, las que, vale la
aclaración, no son de nueva creación, sino las mismas que se han
restaurado en otros tiempos y que también fueron cerradas.

O sea, para aquellos que tienen buena memoria, digamos que se ha abierto
de nuevo el restaurante El Cochinito de 23, las pizzerías Buona Sera,
Milán y El Recreo, la cafetería La Pelota, de 12 y 23, La Cuevita, de 23
y 26 y muchas otras, instalaciones que varias veces y durante años se
han mantenido cerradas por falta de mantenimiento.

Claro que bajo el socialismo puede abrirse de nuevo cualquier comercio.
Lo que no puede el socialismo es ofertar productos de primera calidad ni
una buena atención al cliente, mucho menos mantener abiertas las
instalaciones para que funcionen todo el tiempo, sobre todo si nos
referimos a instalaciones comerciales cuya venta se realiza en moneda
nacional.

Es mucha la experiencia acumulada para pensar que "Proyecto 23" pueda
ser un éxito. No olvidemos ese sabio y viejo proverbio que dice: "El ojo
del amo engorda el caballo".

http://www.cubanet.org/CNews/y06/sep06/11a10.htm

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