Lanzan en la Feria del Libro de Gotemburgo, Obra Testimonial de Antonio 
Ramón Díaz Sánchez, Prisionero de Conciencia
2006-09-30 	
Henrik Ehrenberg y Helén Richard
Nota introductoria: El pasado 23 de septiembre tuvo lugar, en el marco 
de la Feria del Libro de Gotemburgo, el lanzamiento de la obra 690. 
Vivencias de terribles pesadillas, de Antonio Ramón Díaz Sánchez, 
prisionero de conciencia de la causa de los 75. Se trata de un libro 
sumamente testimonial, de más de 300 cuartillas, recientemente editado 
por el Centro Internacional Democristiano Sueco, entidad de la 
cooperación internacional afín ideológicamente a la democracia cristiana 
de este país nórdico.
En la plaza internacional de la feria librera, Henrik Ehrenberg, 
entrevistado por Helen Richard -ambos por cierto activistas 
democristianos con sobrada experiencia en los asuntos criollos- relató 
pormenores que hicieran posible la materialización de dicha obra, 
ofreciendo al mismo tiempo una vista panorámica del paisaje represivo en 
que el régimen comunista de Fidel Castro mantiene al correligionario 
Antonio Ramón Díaz Sanchez, restantes prisionero políticos y sus seres 
más queridos. Misceláneas de Cuba pone a disposición de los lectores la 
traducción literal de los 20 minutos que entonces se le asignaran a la 
pesadilla cubana (Para escuchar la grabación en sueco en formato mp3, 
presionar aquí):
Helén Richard (HR): Henrik es director de la revista El Democristiano 
que publica la Editorial Comunidad Social (Samhällsgemenskapens förlag), 
la cual también ha editado el libro 690, escrito por Antonio Ramón Díaz 
Sánchez, uno de los prisioneros políticos de Cuba. Henrik está con 
nosotros para contarnos la historia de Antonio, su vida y cómo su libro 
ha salido de la cárcel en Cuba a la Feria del Libro de Gotemburgo. 
Podríamos empezar preguntando ¿quién es Antonio?
Henrik Ehrenberg (HE): Estoy aquí porque Antonio se encuentra 
encarcelado en Cuba por sus ideas y actividades políticas totalmente 
pacíficas. Antonio ha sido una de las personas más activas en lo que se 
ha llamado el Proyecto Varela, la iniciativa pro democracia más conocida 
en Cuba en los últimos años. Antonio fue uno de los organizadores del 
proyecto, cuya idea es recoger firmas, tomar partido por la democracia y 
los derechos humanos. Se trata de firmar un llamado al cambio en la 
constitución cubana. Se ha demandado un referéndum para obtener 
elecciones libres y justas, libertad de prensa, derecho a crear 
partidos, empresas y para que los prisioneros políticos que no hayan 
hecho uso de la violencia sean amnistiados.
Por causa de esto, Antonio, junto con otras 74 personas, fue condenado 
en el 2003. Le impusieron 20 años de cárcel, oficialmente por ser 
miembro del Movimiento Cristiano Liberación y por tener una radio, con 
la cual escuchaba transmisiones desde el extranjero. Por ello fue 
condenado a 20 años de cárcel. Fue lo que yo llamaría un juicio 
estalinista, donde no conocía de que le acusaban hasta un día antes del 
juicio. Pudo encontrarse con su abogado 20 minutos antes del proceso 
para discutir como la defensa actuaría, siendo entonces, como ya se ha 
dicho, uno de los 75 condenados.
Antonio ha escrito después el libro 690. 690 es su número en la cárcel y 
el subtítulo es Vivencias de terribles pesadillas. Es un relato de su 
trabajo político y de la situación en la cárcel que se encuentra. Hemos 
decidido publicar este libro en Suecia, porque en Cuba es imposible y 
por ende, de no hacerlo nosotros, no estaría asequible a los cubanos.
HR: Por el momento el libro ha sido editado solamente en español, ¿por qué?
HE: Le hemos dado prioridad al español, en parte porque lo ha escrito en 
su idioma y en parte porque cuando el libro sale a la luz por primera 
vez consideramos que debe ser simple y llanamente sus palabras. Debe ser 
posible para sus compatriotas leer sobre el destino de su vida, de la 
injusticia ha que ha sido sometido por el régimen cubano. Además, una 
gran cantidad de exiliados cubanos también tienen derecho a conocer su 
historia. Por eso hemos decidido primeramente publicarlo en español. 
Igualmente se trata de algo sentimental: hemos recibido este libro 
clandestinamente desde la cárcel, siendo escrito en los papeles que se 
han podido hallar en una prisión, y hemos recibido el pedido de su 
familia de publicarlo. Por ende, es natural que lo queramos publicar en 
español, de manera tal que también su familia vea que ha salido a la luz 
con las propias palabras de Antonio.
HR: ¿Cómo Antonio ha podido en la práctica escribir ese libro?
HE: Uno escribe sobre lo que se encuentre. Luego tiene que esconderlo lo 
mejor que pueda. Naturalmente no queremos hablar cómo exactamente pudo 
sacar dichos papeles de la prisión, puesto que no queremos poner a nadie 
en riesgo ni obstaculizar que otros materiales puedan abandonar la 
cárcel en el futuro.
HR: Tú te has encontrado con la familia de Antonio Sánchez, ¿podrías 
contarnos un poco cómo están ellos, ahora que Antonio se encuentra en la 
cárcel?
HE: Esto ha golpeado mucho a la familia. Lo mismo ocurre con todas las 
familias de los prisioneros políticos. Si uno tiene "el mal gusto" de 
estar casado o de vivir junto con un disidente, una persona que sea 
contrarrevolucionaria, entonces no tendrá ningún trabajo, se verá 
reprimido en su vida social, por parte de sus vecinos, de los comités 
locales de defensa de la revolución. Si uno quiere un trabajo en la Cuba 
comunista, donde todo es propiedad del estado, entonces tiene que tener 
una recomendación, y esa recomendación se recibe de alguien de, por 
ejemplo, la Unión de Jóvenes Comunistas o Comités de Defensa de la 
Revolución. Nadie escribirá una recomendación para un trabajo a quien 
esté casado con un disidente.
La esposa de Antonio nunca ha estado políticamente activa. Mucho menos 
sus hijos que son menores de edad, pero de todas maneras se ven 
afectados en la práctica, dado que su padre es prisionero político. 
Desde el punto de vista sentimental es muy penoso. Él está condenado a 
20 años. La familia lo puede ver 2 horas cada tres meses. Es decir, 
ellos pueden encontrarse con su esposo y papá respectivamente 8 horas al 
año. Así deberá ser en el curso de 20 años y evidentemente para una 
familia es difícil saber si esto se cumplirá.
La esposa de Antonio es una de las que se ha involucrado en el destino 
de los prisioneros políticos. Ella le escribe cartas a Fidel Castro, al 
Partido Comunista y es parte de Las Damas de Blanco, una agrupación 
constituida por esposas de prisioneros políticos. Ellas se encuentran 
todos los domingos y vestidas de blanco van a misa en una de las 
iglesias para señalar su apoyo a sus esposos y realizar una protesta 
silenciosa contra el trato del Gobierno. Ellas han sido reprimidas por 
hacer eso. Ha habido grandes masas reunidas a las afueras de la iglesia 
cuando han salido; las han seguido por las calles, llamándolas, entre 
otras cosas, traidoras a la patria.
También podemos decir que la Seguridad el Estado visita las familias y 
les dice: Si ustedes reaccionan y protestan por estar presos sus 
esposos, si forman parte de Las Damas de Blanco, realizan este tipo de 
actos, si contactan a las embajadas extranjeras para hablar de la 
situación de sus esposos, ellos serán castigados. Los esposos 
encarcelados pueden en realidad ser castigados, por ejemplo, pueden 
perder el derecho a la asistencia médica. Esto es naturalmente muy 
penoso desde el punto de vista psicológico, pues quieren actuar a favor 
de sus esposos y padres pero se ven obligadas a vivir bajo amenaza de 
que en lugar de ello estos las pasarán peor.
HR: Antonio ya lleva encarcelado más de tres años, ¿cómo se siente 
ahora? ¿Cómo es su situación?
HE: Acorde a las circunstancias se siente bastante bien. Pero lo que le 
sucede a todas esas personas es que se enferman de una u otra manera. 
Ellos viven en condiciones físicas muy duras, no reciben comida 
suficiente, lo que lleva a que adquieran enfermedades debido a las 
carencias. También son maltratados por otros internos. Hay que recordar 
que en Cuba los prisioneros políticos no son ubicados en prisiones 
especiales, sino en cárceles donde se encuentran delincuentes comunes 
peligrosos: asesinos, violadores, personas violentas, etc. La dirección 
de los penales le dice a esas personas: "OK, ustedes le pueden hacer la 
vida difícil a esos prisioneros políticos, no pueden ser amigos de 
ellos, los deben maltratar." Y cosas por el estilo. Siempre aparecen 
internos dispuestos a maltratar a los prisioneros políticos.
Algo trágico para los prisioneros políticos es que algunas personas han 
sido liberadas de la prisión. Todas han sido puesta en libertad 
condicional debido ha que se han sentido muy mal de salud. En la 
decisión de la libertad condicional aparece que están liberados por un 
año debido a la necesidad de atención médica. Por ende, arriesgan 
retornar a la cárcel de sentirse mucho mejor. Esto trae consigo también 
que muchos vivan en la esperanza de estar lo suficientemente enfermo 
para salir condicionalmente, encontrarse con su familia y quizás lograr 
escapar al extranjero.
HR: ¿Cómo vez las acusaciones contra los prisioneros políticos, de que 
en realidad son agentes y por ello están encarcelados?
HE: Según las cortapisas del régimen cubano, puede decirse que uno es 
traidor a la patria en cuanto hable o escuche transmisiones radiales 
extranjeras. Uno es traidor a la patria, si es dueño de una máquina de 
escribir, si tiene una máquina de fax, o si llama afuera para contarle 
cosas a la familia en el extranjero. En pocas palabras, es muy simple 
ser traidor en este tipo de régimen.
Estos prisioneros son reconocidos de conciencia por Amnistía 
Internacional. No hay ningún motivo para poner en duda a Amnistía. Si 
uno mira las condenas, notará que son estalinistas, irracionales. Se es 
condenado por tener una radio, o por ser miembro de una organización que 
oficialmente no existe porque está prohibida, y que es pacífica, por 
ejemplo, partidos políticos. Si uno trabaja por los derechos humanos en 
Cuba, se convierte en traidor a la patria. Igualmente si uno firma un 
llamado de cambio democrático en el país. Desde cualquier enfoque 
democrático, estas personas no serían en absoluto espías ni traidores a 
la patria.
HR: ¿Crees que el relato sobre Antonio tendrá un fin feliz?
HE: En ese caso es necesario que el régimen cambie. Nada de lo que hoy 
se ve, indica que sea así. Al contrario, la represión contra el 
movimiento democrático ha crecido muchísimo, principalmente el último 
año. Lo que hace falta, diría yo, es ver desde afuera y reconocer a los 
que trabajan por la democracia en el país para transformarlo desde 
adentro. Los cubanos tienen buenas posibilidades de cambiar al país 
desde adentro, y esto con la ayuda del trabajo que por ejemplo realiza 
Antonio.
HR: Muchas gracias.
*********
(Nota introductoria y traducción del sueco: Alexis Gainza Solenzal, Sr.; 
trascripción de la grabación: Alexis Gainza Solenzal, Jr.).
http://www.miscelaneasdecuba.net/web/article.asp?artID=7128
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