Video del MININT muestra imágenes del "invento"
Trabajadores del combinado cárnico de Guantánamo, un custodio, el chofer 
de la directora y cómplices externos formaban una cadena ilegal 
fábrica-intermediarios-economía interna, de carne y sus derivados.
Rolando Cartaya
septiembre 27, 2013
En cualquier otra película policial las bolsas que los delincuentes 
pasaban por encima del muro habrían estado llenas de dólares, joyas, 
drogas o lingotes de oro.
En Cuba -- zoom in al Combinado Cárnico de la ciudad de Guantánamo-- 
estaban llenas de carne, picadillo (carne molida) o embutidos, artículos 
que, casi tan prohibidos-- o prohibitivos-- en la isla como las drogas 
en otros países, representan como aquéllas un gran negocio para quienes 
los expenden en el mercado negro local.
Un reportaje de Cubanet fechado el pasado 21 de agosto daba cuenta de 
que a mediados de agosto "Solvisión, emisora provincial de televisión, 
transmitió imágenes tomadas por una cámara oculta instalada en el 
Combinado Cárnico. Al día siguiente, el diario Venceremos, publicó un 
extenso reportaje realizado por el periodista Julio César Cuba Labaut, 
sobre la investigación de la policía".
Continuaba el reportero de Cubanet, Roberto Quiñones Haces: "El 
periodista comenzaba su trabajo afirmando que, tras un rumor, algo de 
cierto hay, y aseguraba que 'en la empresa cárnica de Guantánamo se 
robaba carne a las dos manos' ¡Descubrió el agua de coco! Todos los 
cubanos sabemos que para comer carne de res en este país hay que 
comprarla ilegalmente y, ¿a quién mejor que a los trabajadores del cárnico".
¿HAY INVENTO?
Como durante décadas en Cuba los únicos lugares donde no había escasez 
eran los almacenes y empresas estatales, los cubanos convirtieron el 
robo al Estado en una práctica tan rutinaria y a su modo de ver normal 
que antes de trasladarse de centro de trabajo preguntaban si en el 
siguiente había "invento", o sea, si se podía robar.
Es una tradición de larga data. Uno de mis personajes inolvidables en 
mis años universitarios, los 70, era un joven de Centro Habana que 
trabajaba como estibador en los muelles. Llamémosle "El Apache".
Era el proveedor del barrio de lastex (también popularmente nombrado 
"láster"), la tela favorita de las mujeres por entonces. Antes de 
terminar su jornada cada día, El Apache localizaba un rollo, se sacaba 
la camisa y se desabrochaba el pantalón y entonces se "entizaba" 
meticulosamente en lastex como una momia. Luego se cerraba camisa y 
pantalón y salía tan campante, aunque un poco rígido, a coger la guagua 
frente al Muelle de Luz.
Otra anécdota tenía que ver con las agencias importadoras del gobierno. 
Acostumbrado a pescar bienes de consumo en contenedores de Consumimport, 
una vez El Apache se encontró varios relojes de pulsera Rolex en un 
contenedor de Medicuba. Desde entonces prometió que le "metería mano" 
hasta a Maquimport, la agencia importadora de maquinaria pesada.
Pero después de todo El Apache era un francotirador, actuaba solo y 
antes de iniciar su rutina miraba a su alrededor en busca de posibles 
delatores. Algo muy distinto se ve 40 años después en el video del 
Ministerio del Interior sobre el robo de carne y derivados en el 
combinado cárnico de Guantánamo.
EN EL CARRO DE LA DIRECTORA
Volviendo al reportaje de Venceremos, señala Quiñones Haces en Cubanet:
"El periodista nos permite concluir que se trata de un mal enraizado en 
el combinado cárnico guantanamero, y que la complicidad alcanza a los 
jefes de áreas, de turnos, de brigadas y hasta a los propios custodios, 
como reconoció la directora de la empresa, Aniurka Casado Peña".
En efecto. En el video (que tiene el macarrónico título "Manifestaciones 
delictivas y vulnerabilidades en la actividad de control de las 
estructuras administrativas") uno, luego dos, y finalmente tres 
trabajadores del combinado, vestidos con ropa de trabajo blanca y botas 
de goma participan en lo que se podría llamar la cadena 
fábrica-intermediario-economía interna, voleando bolsas de carne por 
encima del muro como si fueran balones de volibol, mientras el receptor 
o "balsero" al otro lado les hace el favor de levantar la alambrada 
superior que debería impedir la entrada de ladrones desde afuera.
Pero lo que diferencia a estos desvalijadores del siglo XXI del Apache 
es que actúan a la cara, en presencia de otros trabajadores (un hombre 
de camisa azul, una mujer con pañuelo en la cabeza) y hasta del custodio 
de la SEPRO, Empresa de Seguridad y Protección.
Hay más: uno de los medios de transporte para el traslado del "botín" es 
el Hyundai Accent asignado a la directora del Combinado, ideal para 
llevar en el maletero al menos un cántaro de leche lleno hasta el tope 
de carne. La nota de Cubanet aclara que la directora no iba al volante, 
sino su chofer. En el interior de otro vehículo, una furgoneta con chapa 
estatal, aparecen acomodadas 29 cajas de picadillo de la marca Valesul.
Al respecto narra Quiñones Haces: "Tal es la magnitud del robo de 
cárnicos que, una madrugada, un vehículo de la Empresa de Bebidas y 
Refrescos salió por la puerta principal de "el cárnico" con 29 cajas de 
picadillo con la "autorización" de un custodio; el chofer de la 
directora fue detenido transportando productos robados y uno de los 
llamados "balseros" -personas que se colocan del otro lado de la cerca 
para atrapar los bolsos de carne lanzados desde el interior de la 
fábrica- fue detenido in fraganti".
Luego presentan uno de los puntos de receptación, un pequeño apartamento 
de ladrillos pelados construido a horcajadas sobre otra casa. Allí, 
listos para salir al mercado negro, se muestran varios embutidos de la 
marca Novel.
LA VIDA ESTÁ MUY CARA
El video, donde la única voz que se oye es la de Raúl Castro al final, 
es una verdadera comedia silente, pero una que se repite, con diferentes 
personajes, escenarios y tramoya, en muchas empresas estatales y otras 
dependencias del gobierno. El mal no sólo está enraizado en el Combinado 
Cárnico, sino en todo el territorio nacional.
En Cuba la variedad de la oferta ha aumentado gracias a la creatividad 
de los trabajadores privados y el levantamiento de prohibiciones, pero 
los precios suben, las gratuidades y subsidios se encogen, los salarios 
aumentan a paso de caracol, y el dinero alcanza cada vez menos.
Mientras los militares y la clase gobernante aseguran con el visto bueno 
del poder su futuro en el sector en divisas de la economía, los de 
abajo, y muchos de los del medio, pensarán que por lo menos tienen 
derecho al pataleo. Los que no se han pasado al sector privado sólo 
conocen una forma de hacerlo: robarle al Estado. Una de las razones por 
las que el gobierno se esfuerza parar reducir al mínimo las plantillas 
estatales, antes de que los carniceros, "balseros", custodios, choferes 
y otros proletarios acaben desangrándolo.
Source: "Video del MININT muestra imágenes del "invento"" - 
http://www.martinoticias.com/content/article/27920.html
 
 
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